Imagen de una persona sin hogar con un perro en las calles de Barcelona / CG

Imagen de una persona sin hogar con un perro en las calles de Barcelona / CG

Vida

Un juez da la razón a los animalistas que quitan perros a mendigos

Dos activistas proderechos de los animales, absueltas tras arrebatar un yorkshire terrier a una mujer que vivía en las calles de Barcelona

18 enero, 2020 00:00

¿Vio usted el tuit viral sobre animalistas que robaban un perro a un mendigo en París (Francia)? Un juez acaba de avalar, precisamente, esa acción: arrebatar un can desvalido a una persona sin hogar. Ha absuelto a dos animalistas de la oenegé Vigilancia Solidaria que quitaron un animal a una mujer sin hogar que dormía en las calles de Barcelona.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso este medio, el magistrado Santiago García, titular de la sala de Instrucción número 29 de Barcelona, ha absuelto a Andrea y Rita, dos activistas proderechos de los animales, de un delito leve de apropiación indebida por llevarse la perra de Josefa, una mujer sin techo que pernoctaba con el animal en el paseo de Gracia en abril de 2018. El magistrado considera que las animalistas actuaron de forma irregular, aunque lo hicieron con la intención de proteger a Pitusa, de dos años de edad y, además, actuaron sin ánimo de lucro económico.

"Situación de extrema vulnerabilidad"

El juez descarta así que Andrea y Rita cometieran un delito tipificado en el artículo 245.2 del Código Penal al plantarse ante Josefa y quitarle el pequeño animal. ¿Por qué? "Lo cierto es que la denunciante se encontraba en situación de extrema vulnerabilidad, residiendo en la calle, cuando se produce la actuación de las dos denunciadas", recuerda el ponente del fallo. Según él, las animalistas "obran con ánimo de proteger al animal y no para su apoderamiento ilícito lucrativo". Lo hicieron, además, enfrentándose a una ciudadana "que se encontraba en situación de extrema vulnerabilidad social, afectada por trastornos de personalidad y consumo de alcohol, pernoctando en la vía pública de Barcelona en compañía de su perra".

Josefa, la mujer sin hogar, después de enfrentarse a las animalistas que le arrebataron la perra Pitusa / CG

Josefa, la mujer sin hogar, después de enfrentarse a las animalistas que le arrebataron la perra Pitusa / CG

Asimismo, el titular de la sala de Instrucción número 10 de Barcelona asevera que las vecinas de Barcelona ejecutaron una acción que "puede tacharse de irregular y no autorizada gubernativamente", aunque estima el ponente que dicha conducta --arrebatar la perrita Pitusa a la mujer sinhogar-- "no se adentraría en la esfera penal de que se acusa, por falta de elemento subjetivo de intención de lucro ilícito, propio de los delitos patrimoniales". Con este razonamiento, absuelve a las dos acusadas de la pena multa de 30 días que pedía la Fiscalía y la sanción de 2 meses a razón de 10 euros diarios que solicitaba la abogada de la acusación.

Animalistas: "La perra estaba sufriendo"

En conversación con este medio, una portavoz de Vigilancia Solidaria, la oenegé cuyas activistas fueron encausadas por el incidente, ha subrayado la "bondad" de la acción de la pareja de mujeres. "No fue un robo como tal. Esta persona había vivido antes en las calles de Tortosa (Tarragona), donde los servicios sociales ya le quitaron al menos una veintena de canes por tenerlos en mal estado". Según la asociación animalista, Pitusa, el yorkshire terrier que quitaron a la vecina sinhogar, "no estaba vacunada, no tenía chip y presentaba un aspecto deplorable; estaba sufriendo". Recuerdan desde Vigilancia que la entonces propietaria del animal "era alcohólica y tenía las facultades mentales alteradas, por lo que el animal estaba en situación de maltrato".

Asimismo, la organización proderechos de los animales carga contra la Fundació Arrels, decana en ayudar a las personas sin techo en Barcelona, ya que considera que "azuzó una querella penal innecesaria contra una oenegé cuando ellos no dejan entrar en sus refugios a las personas pobres con mascotas". Se refieren en concreto al hogar Pere Barnés, que opera la asociación filantrópica. En este centro solidario ingresó Josefa tras ver como los animalistas se llevaban a su perra. "Le vetaron la entrada con el can pero después la ayudaron a denunciarnos. Una ciudadana que necesita atención médica, psicológica y social, no participar en una querella penal", lamentan. ¿Cómo se encuentra ahora Pitusa, la perrita que se llevó la asociación? "Vive feliz con una familia que sí puede garantizar su bienestar", ha apostillado la misma representante.