Una ambulancia de Grup La Pau en Euskadi
La Pau y Tusgsal se probarán como gran coalición de economía social en Barcelona
- Las dos empresas de Badalona amarran el mayor contrato del CatSalut, con 387 millones en juego
- Más información: Falck, virtual ganador del concurso catalán de ambulancias
La empresa catalana de ambulancias Grup La Pau y Direxis, la cabecera de grupo Tusgsal, testearán sus fuerzas como gran conglomerado de economía social al norte de Barcelona
Las dos empresas en alianza son los virtuales ganadores del macroconcurso catalán de ambulancias en la región en la corona norte de la Ciudad Condal: es un contrato estratégico de 387 millones de euros.
Salvo impugnación o recurso de última hora, las dos firmas serán los operadores del transporte sanitario en esta zona. Han convencido, al menos técnica y económicamente, al Servicio Catalán de Salud (CatSalut), y si no hay giro de guión, serán los contratistas para los próximos siete años.
"Mantener y crecer"
Desde el sector valoran "positivamente" el resultado de La Pau, al que muchos daban por tocado desde que renunciara a parte del contrato de traslado de pacientes en Euskadi, como explicó Crónica Global.
La cooperativa de Badalona, con el apoyo de Direxis, ha logrado ganar el lote del área metropolitana norte, que en esta licitación es el de mayor cuantía al haber unido las dos comarcas de los valleses.
Eso sí, la entente social ha perdido por la mínima en Girona, lote que también quería, pero dependerá de la decisión final de Falck, que debe ceder uno de los cuatro lotes que ha ganado.
Economía social
Lo obtenga o no, La Pau es el virtual ganador del mayor contrato del CatSalut en los últimos años. Y lo consigue enfrentándose a una multinacional -la citada Falck- y a un coloso: HTG, líder nacional, participada del fondo de inversión Real Assets IM.
Ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM)
La explotación del contrato la pilotará la cooperativa con Tusgsal, una empresa que también tiene alma social y que acaba de vencer el gran contrato del NitBus, dotado con cerca de 1.000 millones de euros. El potencial de ambas empresas con sendos encargos públicos está por escribir.
Euskadi, olvidado
Futuro aparte, lo factual es que el grupo cooperativo se ha desquitado de la salida anticipada del transporte sanitario de Euskadi, donde se expandió en 2020 antes de replegarse este mismo año tras cuatro ejercicios de durísimo acoso sindical.
Por el camino, la enseña que pilota Vicenç Chicharro ha aguantado un absentismo laboral disparado, huelgas de todo tipo y condición y multiplicidad de episodios violentos, como quema de ambulancias e incluso ataques a vehículos con pacientes dentro.
El nuevo contrato de Cataluña entierra esa etapa y abre posibilidades de estabilización y crecimiento junto a un socio con similar ADN.
