La Guardia Civil en RCM y Josep María Padrosa, Jaume Heredia, Germà Gordó, Fermí Ferran, José Ramón Castarlenas y David Madí / CG

La Guardia Civil en RCM y Josep María Padrosa, Jaume Heredia, Germà Gordó, Fermí Ferran, José Ramón Castarlenas y David Madí / CG

Política

La consultora investigada por Anticorrupción abrió las ambulancias catalanas a CDC

RCM Auditores, la supuesta 'lavadora de dinero' de Convergència, redactó la oferta de Ambulancias Egara por indicación del CatSalut

4 marzo, 2023 00:00

Una consultora de Barcelona hizo de abrelatas de las ambulancias catalanas para Convergència Democràtica de Cataluña (CDC), ahora Junts. RCM Auditores, que la policía sitúa como lavadora de dinero de CDC, y que por ello la registró esta semana junto a la Fiscalía Anticorrupción, no solo habría operado de fontanero financiero, sino que pudo posibilitar que la trama criminal entrara en la sanidad catalana. 

Lo explican fuentes cercanas a la investigación que se sigue en la Audiencia Nacional sobre la presunta corrupción en las ambulancias autonómicas, que ha estallado esta semana con el registro de tres sedes de Ambulancias Egara en Terrassa (Barcelona), Lleida y Tarragona y la propia oficina de RCM en la calle Muntaner de Barcelona. Detallan que se sospecha de que la firma de la familia Castarlenas no solo habría vehiculado los pagos entre Egara y CDC, sino que abrió la puerta del transporte sanitario a la presunta trama criminal. 

"Elaboró la oferta de Egara por orden del CatSalut"

¿Cómo? "RCM Auditores elaboró la oferta de Ambulancias Egara en el concurso de ambulancias de 2015", sostienen estas fuentes. Lo hizo, añaden, "por indicación del Servicio Catalán de Salud (CatSalut)", que era quien licitaba los nueve lotes con un valor de más de 2.000 millones de euros. Estas voces son categóricas. "Egara partió con ventaja en esa licitación porque el CatSalut le sugirió dónde escribir su oferta técnica y económica", insisten. 

La sede de RCM Assessors en Barcelona / CG

La sede de RCM Assessors en Barcelona / CG

Este medio ha intentado cotejar estas acusaciones con RCM y el director del CatSalut en 2015, Josep Maria Padrosa. No han contestado. Sí lo han hecho voces cercanas a la investigación, que son tajantes. "El macroconcurso de transporte sanitario de 2015 se manipuló porque Egara, a quien meses antes habían comprado directivos cercanos a David Madí, se conchabó con el CatSalut por medio de RCM". Son acusaciones muy graves que se deberán probar en sede judicial, claro está. 

Por lo pronto, la presunta corrupción al por mayor en las ambulancias catalanas se ha convertido en una pieza separada del caso 3%, que instruye Santiago Pedraz, titular de la sala Central de Instrucción número 5. 

"El concurso no se alteró: se pactó"

Durante los registros del jueves, Ambulancias Egara defendió que consiguió sus contratos en Cataluña de forma limpia. Pero este medio ya reveló que la empresa no tenía ni vehículos cuando presentó su dosier al CatSalut. Lo que es más: las matrículas de supuestas ambulancias de leasing eran, en realidad, camiones. No existían. CatSalut no solo hizo la vista gorda, sino que le adjudicó tres lotes del macroconcurso. Cuando Emergencias de Cataluña (SEM) llegó a levantar acta de inicio del servicio, las ambulancias eran otras. Se habría cometido fraude

Voces conocedoras de la operación apuntan a más. No solo el concurso de transporte sanitario se alteró, sino que se podría haber pactado de antemano. Porque la oferta de Ambulancias Egara no la prepararon los técnicos de licitaciones o directores de expansión, como en cualquier empresa, sino una asesoría externa por indicación del propio CatSalut. "Les dijeron dónde tenían que ir para ganar", se queja el presidente de una transportista rival. 

Padrosa y Heredia; Castarlenas, Ferran y Simón

Si ello fuera cierto --se tendrá que probar en la Audiencia Nacional-- supondría que el mayor concurso sanitario de los últimos años en Cataluña estuvo manipulado. ¿Quién puede explicar si fue así? El entonces director del CatSalut, Josep Maria Padrosa, hoy gerente del Hospital de Olot (Girona). Y Jaume Heredia, exjefe territorial del SEM en Girona y conductor del concurso por orden de Padrosa. Tras ello, el alto cargo se lo llevó a Olot, donde ejerce de director médico del hospital junto a él. 

Josep Maria Padrosa, exdirector del CatSalud

Josep Maria Padrosa, exdirector del CatSalud

Fuera de la administración pública, los que saben qué pasó son, sobre todo, tres personas. José Ramón Castarlenas, fundador de la consultora RCM; Fermí Ferran, el mandado de David Madí en Ambulancias Egara y accionista mayoritario tras la toma de 2014 y Óscar Simón, accionista minoritario de la transportista. Este medio se dirigió ayer a Jos Prado, abogado de los dos últimos, que no pudo dar explicaciones "porque la causa estaba bajo secreto sumarial". La defensa pedirá que se levante esta prerrogativa judicial. 

"El resto de lotes se repartieron"

Mientras acusación y defensa esgrimen argumentos ante el juez Pedraz, lo factual es que el sector sanitario respira un "ya era hora". Dos directivos del sector avalan en conversación con Crónica Global la tesis de que CDC manipuló abiertamente el concurso de transporte sanitario de 2015. Su argumento es ex post: saben que la macrolicitación fue injusta porque enviados de Padrosa y Germà Gordó, entonces gerente de Convergència, "pactaron el reparto de los lotes que quedaban en un hotel de Barcelona" en una reunión a la que ellos dos asistieron. Eran los contratos que quedaban, porque Egara se había llevado tres con una operativa supuestamenta corrupta, algo que la firma niega. 

Los tres contratos a Egara con la sanidad catalana permitieron revalorizar la firma. "Tres años después de ganar los contratos, Fermí Ferran trató de vender la empresa", indican fuentes judiciales. La nueva Egara, ya en manos del entorno de CDC, se ofreció por entre 25 y 30 millones de euros. Hubo un roadshow a diversos interesados, incluidas empresas de transporte colectivo. De aquella operación, Ferran y Álex García-Cascón, nuevo consejero delegado, "esperaban una importante prima", pues habían entrado en la empresa "con cero euros". En puridad, los dos hombres de Madí sí pusieron dinero, aunque no era suyo: consiguieron los avales para presentarse al concurso "de parte de conocidos", pues ni la banca ni la caución confiaban en la tesorería de la compañía. 

Hubo perjudicados: "Nosotros"

Sea cual fuere la operativa de entrada del entorno de CDC en las ambulancias catalanas, hubo perjudicados. Si existió corrupción, algo que deberá probar la acusación, que pilota el fiscal anticorrupción José Grinda, fue la sociedad al completo. Si no la hubo, perdieron los rivales de Egara: Ambulàncies Baix Ebre, del histórico empresario Bernardo Coslado, y Ambulàncies Reus, de Ambuibérica, ahora HTG. Desde el sector se recuerda que los perdedores cedieron "dinero y primas" con la sospechosa victoria de Ambulancias Egara. 

El fiscal Anticorrupción José Grinda en una intervención llevada a cabo en el Palau de la Generalitat / EFE

El fiscal Anticorrupción José Grinda en una intervención llevada a cabo en el Palau de la Generalitat / EFE

Otro directivo de la industria le "apena que otros sí nos presentáramos limpiamente" al concurso de 2015, que fue tan bronco que hubo denuncias a fiscalía, acusaciones entre empresas, recursos al Tribunal Catalán de Contratos y hasta indicios de escuchas telefónicas (que jamás se denunciaron). 

La sospecha: Madí y Arqués con RCM como 'fontanero'

Fue ocho años atrás, en 2015. Ahora, esta misma semana, todo ello ha mutado en caso judicial filial de la macrocausa del 3%. De hecho, la pata sanitaria de la investigación sobre presunto pago de mordidas a cambio de adjudicaciones en Cataluña tiene los mismos protagonistas que el resto. Desde la judicatura se cree que Ambulancias Egara "fue una empresa más" que infectó la trama. Una supuesta organización en cuya cúspide estarían el empresario independentista y exsecretario de Comunicación del Govern David Madí y el constructor leridano Joan Albert Arqués, CEO de Benito Arnó, enjuiciado por este motivo y a quien la fiscalía pide ocho años de cárcel

¿Y RCM Auditores? Desde el entorno de la investigación se cree que esta consultora situada en la calle Muntaner pudo ser la fontanería de dinero entre algunas de estas empresas contagiadas por el 3% y CDC. El examen de las facturas deberá dotar de mimbres esa sospecha. El jueves, Mossos d'Esquadra y Guardia Civil permanecieron en la sede de la oficina de los Castarlenas más de 12 horas. Se incautaron de abundante documentación. Fontanería o no, RCM  ayudó en una operación que tenía de todo menos rutina empresarial. Porque implicó el hundimiento deliberado del socio de Egara en UTE, Ambulancias Lafuente, por medio de facturas que, entre otros, pasaban por RCM. Tras destrozarla, Egara compró una parte de Lafuente, lo que revalorizó la empresa aún más.