Las medias verdades de Laporta con el regreso del Barça al Camp Nou
- El presidente barcelonista ha perdido la primera batalla de la reforma del estadio
- Más información: La vuelta al Camp Nou, el sueño fallido de Laporta para el 125 aniversario
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El Barça, tras muchos meses de marear la perdiz, ya admite que no regresará al Camp Nou hasta, como mínimo, febrero de 2025. La actual proyección, curiosamente, fue esgrimida ya por el vicepresidente del área social, Antonio Escudero, quien anunció que el primer equipo no jugaría en su campo hasta finales de dicho mes o marzo. Escudero fue recriminado por el presidente, Joan Laporta, quien quería estrenar el nuevo Camp Nou a finales de noviembre, por motivos económicos.
Las tesis de Laporta fueron compartidas por Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça. Ahora, ambos hablan de febrero, pero no concretan ninguna fecha, aunque el regreso del primer equipo podría coincidir con la visita del Rayo Vallecano, el día 16. El club, paralelamente, tiene un acuerdo con BSM para jugar en el Olímpic Lluís Companys hasta el 31 de marzo.
La excusa
"Si no hay una pandemia o una catástrofe mundial, estaremos aquí el 29 de noviembre", había argumentado Fort. "No hay una fecha decidida. Puede pasar incluso que disputemos la repesca de la Champions. La UEFA no nos deja jugar el último partido de la liguilla de la Champions en el Camp Nou", añadió la vicepresidenta barcelonista.
Laporta siempre se posicionó a favor de jugar en el Camp Nou a finales de 2024 porque el estadio del Barça puede acoger a más espectadores que el Lluís Companys. Incluso con el aforo reducido. El máximo dirigente, sin embargo, también argumentó después que el club no regresaría al Camp Nou antes de febrero porque la UEFA había rechazado la petición del Barcelona de jugar contra el Atalanta en su estadio.
La UEFA
La UEFA, sin embargo, niega haber recibido petición alguna del Barça. En el máximo organismo europeo recuerdan que la actual normativa defiende que todos los partidos de un equipo se disputen en el mismo estadio durante un periodo concreto. Sin embargo, aducen que podían haber atendido la petición de la directiva barcelonista.
El Barça había puesto dos tarifas a los abonos de la actual temporada. Una para los partidos del Lluís Companys y otra para las jornadas que se disputen en el Camp Nou. Ahora deberá revisar los precios porque se disputarán menos encuentros de los deseados en su estadio.
Lavabos y pasillos
Laporta y Fort han sido los dirigentes que más presionaron a Limak para poder regresar al Camp Nou a finales de 2024 o principios de 2025. En el club, sin embargo, muchos directivos no veían posible que el Barça jugara antes de febrero o marzo en el estadio por el ritmo de las obras.
Limak ya ha comenzado la instalación de los nuevos asientos en la primera y la segunda grada. También sigue con las obras de renovación de los lavabos y los pasillos, que se encontraban muy deteriorados. Y se han eliminado muchos cables y otros obstáculos, al igual que algunas bocas de la zona baja del estadio.
La explotación anual
Laporta también anunció que el nuevo Camp Nou tendría un videomarcador de 360 grados, descartado finalmente por su elevado coste. "No es rentable", apuntó Fort. En cambio, el proyecto incluirá finalmente un boulevard de 360 grados en la primera grada y una mirador que inicialmente no estaban previstos.
El presidente del Barça, asimismo, sostiene que el club ingresará 350 millones de euros anuales por la explotación del Camp Nou, que tendrá 7.400 asientos VIP, ampliables hasta 9.400, a partir de 2026. "La recuperación económica del Barcelona pasa por el nuevo estadio", argumenta Laporta.
Modelos distintos
Laporta ha perdido la primera batalla del nuevo Camp Nou. No podrá celebrar el 125 aniversario en el estadio. Sin embargo, espera ser el presidente que estrene la reforma del estadio, ya sea a finales del actual mandato o a principios del siguiente. Ahora hace dos años, Laporta aseguraba públicamente que el Barcelona solo jugaría un año en Montjuïc, pero fuentes próximas a Jaume Collboni, actual alcalde, ya aseguraron a Culemanía que el primer equipo jugaría dos años en el Lluís Companys.