La 'consellera' de Educación, Anna Simó, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la secretaria general de Educación, Patricia Gomá

La 'consellera' de Educación, Anna Simó, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la secretaria general de Educación, Patricia Gomá David Zorrakino - Europa Press

Política

La Generalitat permite "errores ortográficos y gramaticales" en las pruebas de nivel de castellano de los alumnos de Cataluña

El Govern catalán ordenó eludir este criterio en exámenes para evaluar el grado de conocimiento de la lengua española de los niños de segundo de la ESO

28 mayo, 2024 17:19

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La Generalitat de Cataluña ordenó a las direcciones de sus institutos no tener en cuenta "los errores ortográficos y gramaticales" en las pruebas de evaluación de lengua castellana que se hicieron a los alumnos de segundo de la ESO el pasado abril, cuya finalidad debía ser medir el grado de conocimiento de dicho idioma.

Así lo revela este martes el diario El Mundo, que desvela el contenido de un manual de la Consejería de Educación de la Generalitat dirigido a los profesores elegidos para corregir esos exámenes de diagnóstico. En el cuarto punto de sus "consideraciones generales", en Govern catalán advierte así a los docentes: "Los errores ortógraficos u gramaticales no se han de tener en cuenta, salvo que dificulten seriamente la comprensión del significado de la respuesta".

En este sentido, cabe recordar que dichas pruebas de evaluación de castellano se realizaron el pasado abril para saber el grado de conocimiento de esta lengua, después de que, en diciembre, el informe europeo PISA mostraran que los alumnos de Cataluña, cuyo sistema educativo depende de la Generalitat, están a la cola no sólo de España, sino de Europa, en conocimientos de lengua, matemáticas y ciencias.

Tolerancia con los "pequeños" errores e imprecisiones

La circular del Govern publicada en El Mundo, firmada por la consellera de Educación Anna Simó el pasado 9 de febrero, muestra además otras instrucciones que similares. Así, el punto tres de sus "consideraciones generales", dedicadas a las preguntas con respuestas abiertas, insta a los profesores que corrigen los exámenes de nivel de castellano a seguir esta instrucción: "Cuando la respuesta sea globalmente correcta, pero contenga algún pequeño error o imprecisión (que no entre en contradicción con los aspectos correctos de la respuesta), los docentes correctores han de tender, siempre que sea posible, a considerarla completa o parcial más que en la nula".

En el primer punto del mismo apartado, asimismo, la conselleria de Educación catalana explica a los docentes que "para cada pregunta se proporciona una respuesta modelo, que las personas correctoras no han de utilizar para buscar la perfección en la respuesta, sino para valorar si el alumnado demuestra la comprensión suficiente de la pregunta en cuestión".

Prueba para la "mejora de la educación"

En este sentido, el segundo punto recuerda a los docentes que "también se proporcionan ejemplos de respuestas reales del alumnado, extraídos del pilotaje de la prueba, que pueden ayudar a acabar de establecer qué codificación se tiene que asignar a cada respuesta".

Paradójicamente, el Govern catalán sostiene, según El Mundo, que "esta prueba de evaluación constituye una de las líneas de mejora de la educación de Cataluña".

El castellano, lengua no vehicular en Cataluña

Cabe recordar que, además de este examen para evaluar el grado de conocimiento de castellano -lengua no vehicular en el sistema educativo de la Generalitat, excepto en la de su propia asignatura-, la conselleria encabezada por la secesionista Anna Simó también realizó otra de lengua catalana, inglesa, matemáticas y ciencias experimentales.

El documento oficial de la Generalitat sostiene además que la prueba debe convertirse "en un punto de referencia para la adopción de medidas y decisiones de mejora en la educación, con la voluntad de aumentar la calidad del sistema educativo y los resultados de los aprendizajes del alumnado".

Estos exámenes y manuales de corrección -como el que tolera las faltas ortográficas, que podría contribuir a disimular los malos resultados y mejorar la media en relación a los alumnos del resto de España- fueron diseñados por el denominado "Consell Superior d'Avaluació del Sistema Educatiu", un ente dependiente de la propia Generalitat de Cataluña.