El consorcio Grup Serhs, de Arenys de Munt, dedicado a negocios alimentarios y hoteleros, atraviesa serios problemas y se encuentra al borde del precipicio. El Covid y una gestión cuestionable le han provocado un agujero descomunal.
Su patrimonio neto cayó el pasado ejercicio a solo 5,8 millones, frente a un capital social de 50 millones. Ello quiere decir que la entidad precisa de una urgente inyección de fondos frescos.
Serhs se ha mantenido con vida los dos últimos años gracias a la respiración asistida de la banca, que en repetidas ocasiones ha renovado los créditos concedidos, ante la incapacidad de la empresa para devolverlos.
La facturación consolidada se desplomó el año pasado de 255 a 140 millones y las pérdidas se dispararon hasta los 20,3 millones. Se trata del resultado más catastrófico en el casi medio siglo de existencia de la compañía. La tabla adjunta resume la declinante evolución de Serhs.
Año | Ventas | Resutado | Patrimonio |
2020 | 140 | -20,3 | 5,8 |
2019 | 255 | 0,68 | 26 |
2018 | 400 | -6,8 | 65 |
2017 | 440 | 2 | 76 |
2016 | 434 | 1,9 | 77 |
Para evitar el descalabro, Serhs solicitó a los bancos préstamos avalados por el ICO por importe de 12 millones. Con este lastre adicional los pasivos financieros engordan hasta los 143 millones. De estos últimos, 47 millones vencen en el curso de 2021.
La cúpula de la casa, encabezada por el presidente ejecutivo Jordi Bagó Mons, confiaba en que las facilidades del ICO serían un colchón suficiente para superar el calvario vírico. Pero la pandemia no ha dado tregua y ha seguido erosionando las finanzas del grupo a marchas forzadas.
Ante semejante panorama, la única tabla de salvación a la que agarrarse ha consistido en pedir ayuda a la estatal Sepi, dependiente del Gobierno de Pedro Sánchez.
Serhs solicitó a comienzos de año nada menos que 38 millones. Esperaba esa dotación como agua de mayo, pero al día de hoy no ha acaecido el ingreso del dinero.
Ocurre que tras el escándalo de la fantasmal aerolínea Plus Ultra, los funcionarios de la Sepi se tientan la ropa antes de firmar cualquier desembolso. Así las cosas, el deterioro de Serhs se agranda por momentos.
Este entramado empresarial está formado por 16 compañías. Se dedican a la elaboración y distribución de alimentos, la restauración para colectividades y la explotación de 10 hoteles (dos de ellos en Brasil).
Todas las actividades guardan estrecha relación con los bares, los restaurantes y el sector turístico, unos y otro golpeados con dureza por el coronavirus. En conjunto, Grup Serhs presta servicio a 14.000 clientes de toda España, sobre todo de Cataluña.
Es de destacar que ya antes de la explosión del virus las finanzas de Serhs estaban tocadas. Ello le obligó a entablar negociaciones con la banca sobre los préstamos recibidos, en una sucesión de hasta seis renovaciones y novaciones.
En cada una de ellas la banca apretó las clavijas y Serhs se vio obligada a constituir prenda de sus principales activos. El férreo corsé bancario es de tal magnitud que al día de hoy los amos de Serhs ya no son en última instancia sus accionistas, sino los intermediarios de la pasta.
Grup Serhs nació en 1975 promovido por Ramon Bagó Agulló, padre del actual mandamás de la casa. Este último heredó, además del negocio, las pulsiones independentistas de su progenitor.
El patriarca Ramon Bagó compaginó durante cuarenta años sus menesteres empresariales con los políticos, como representante plenipotenciario de Convergència.
Mientras impulsaba su grupo turístico-alimentario, ejerció tan campante de alcalde de su pueblo natal Calella y de director general de Turisme de la Generalitat, a las órdenes del “conseller” Francesc Sanuy.
Asimismo figuró en el máximo órgano de gobierno de la Diputación de Barcelona. Y sobre todo, trabajó durante veinte años en el Consorcio Hospitalario de Cataluña, que lideró en calidad de presidente entre 1987 y 1991.
Todo ello a la vez que actuaba de polifacético empresario y sus compañías captaban contratas de la Generalitat a destajo. De aquella época provechosa son los acuerdos que disfruta todavía Serhs para el suministro de comida a varios centros hospitalarios, las cárceles y una pléyade de colegios públicos de la región.
El empresario y político falleció en 2018. Su hijo Jordi le sustituyó al frente del grupo.
El año pasado, pese a todos los sucesos ocurridos, el consejo de administración de Grup Serhs se embolsó una paga de 525.000 euros, similar a la de 2019. El grueso de ellos corresponde al sueldo del primer espada.
Tres años después de la muerte del fundador, su obra magna se tambalea y amenaza con desmoronarse como un castillo de naipes. Los 2.200 empleados que trabajan en el grupo y sus 1.400 socios minoritarios tienen el alma en vilo.
Suele decirse sobre la pervivencia y la sucesión de las empresas familiares que el abuelo funda el negocio, el hijo lo expande y el nieto lo hunde. Debido a los tremebundos efectos de la pandemia, en el caso de Serhs solo han hecho falta dos generaciones.