El Instituto de la Empresa Familiar sigue el camino del tejido productivo hacia Madrid
La asociación nacida en Barcelona traslada su equipo operativo a una oficina con vistas al Retiro; su sede en la capital catalana solo conserva un empleado
7 febrero, 2024 00:00Noticias relacionadas
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El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) achica su huella en Cataluña. La asociación impulsada en 1992 por algunas de las sagas empresariales más nostrades, como los Puig, los Rodés y los Serra, solo conserva un empleado en Barcelona. En los últimos años, el IEF ha reforzado su equipo en Madrid debido a la inseguridad jurídica causada por el procés. Un movimiento que emula la fuga de empresas que trasladaron su sede social hasta la capital de España a raíz de la crisis política desencadenada por el independentismo.
Según las fuentes consultadas, la maquinaria de la entidad se halla hoy por hoy en una oficina ubicada junto al parque del Retiro, muy cerca del Congreso de los Diputados. Por el contrario, en Barcelona se comparte piso en la avenida Diagonal con la Asociación Catalana de la Empresa Familiar (ASCEF), una de las 18 asociaciones territoriales vinculadas al IEF que sí cuenta con un personal numeroso.
Impacto del 'procés'
La directora de ASCEF, Isabel del Sol, ocupa desde hace 23 años la dirección jurídica del IEF y es la única representante de la entidad en la Ciudad Condal. Pero no siempre fue así. En la etapa de Juan Corona como director general de la organización, el economista contaba con un equipo formado por cinco personas en la capital catalana.
Entonces se trataba de una sede operativa que no servía solo para "aparentar", como apunta un interlocutor. Esta situación cambió radicalmente en 2020 cuando Corona cedió el testigo a José Luis Blanco. El nuevo director lleva las riendas de la entidad desde la oficina madrileña. "La fuga de empresas de 2017 fue un detonante para este cambio de planteamiento, pero el vaciado de la sede de Barcelona empezó antes", relatan los mismos interlocutores.
Por su parte, fuentes cercanas a IEF ha asegurado que "no ha habido ninguna novedad" en su funcionamiento interno. "En Barcelona no ha habido ninguna salida del equipo y, por supuesto, se siguen manteniendo ambas sedes. Barcelona es la sede social desde su creación y Madrid es la sede operativa", ha añadido. Aun así, los propios socios enmiendan esta declaración y recuerdan cuál es el operativo en ambas ciudades.
Hay que estar en Madrid
De alguna forma, la asociación privada ha calcado el camino emprendido por las empresas que hicieron las maletas tras la declaración unilateral de independencia del 1-O. Aunque hay otros motivos tras esta decisión. Uno de los retos del IEF, que nombrará en mayo a Ignacio Rivera como nuevo presidente, pasa por congraciarse más con las esferas de poder matritenses.
Para muestra, un botón: el IEF no ha logrado que el presidente del Gobierno asista a ninguno de sus últimos cinco congresos anuales. Para tejer buenas relaciones con la Moncloa y los ministerios conviene que la plantilla de la entidad esté cerca de los centros de decisión política, señalan fuentes empresariales.
Una estrategia, por cierto, seguida también por otra institución catalanísima como Foment del Treball abriendo una delegación de su think tank en Madrid.
Daurella, Planes y Godó
Rivera, propietario de la cervecera gallega Corporación Hijos de Rivera, será el decimosexto presidente de una asociación impulsada desde Cataluña que cada vez mira más a Madrid. Aparte de reivindicar la importancia de la empresa familiar, antaño con un peso específico en el tejido productivo catalán, la organización se propuso influir desde su nacimiento en asuntos sensibles como el impuesto de sucesiones.
En la junta directiva del IEF se sientan Sol Daurella (Coca-Cola Europacific Partners), Eloi Planes (Fluidra), Marc Puig (Puig), Fernando Rodés (ISP), Carlos Godó (Grupo Godó) y Joaquín Uriach (Uriach).