Luz verde para Illa y el factor Puigdemont
ERC avala la investidura del aspirante socialista por un estrecho margen. El próximo acto será el regreso de Puigdemont, la última bala del prófugo. La ANC y la CUP censuran el acuerdo
3 agosto, 2024 09:59Noticias relacionadas
Paso a paso. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha convencido a algo más de la mitad de la militancia del partido de las bondades del acuerdo suscrito con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. No era una tarea fácil. La operación estaba infestada de riesgos, pero la secretaria general conoce el paño de su partido, la sensibilidad de los militantes, sus puntos débiles. El camino se ha desbrozado en parte, pero todavía queda un tramo y muchas minas hasta llegar a una situación de normalidad en Cataluña.
Falta por determinar el efecto del factor Puigdemont, el alcance y las consecuencias de su previsible retorno y detención para ser puesto a disposición judicial. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) de Lluís Llach clama en el desierto. Hace calor, quien puede está en la playa y anoche nadie salió a las calles para denunciar que ERC se ha entregado a los "españolistas", a uno de los partidos del 155 y toda esa vaina. Si acaso la revuelta se lleva a cabo en la red social X.
A los dirigentes republicanos les esperan unos días o tal vez semanas de insultos y reproches. Botiflers y tal. Nada inédito en estos plúmbeos y espesos años del procés entre las dos principales facciones del secesionismo. Aquí, en Crónica Global, se destaca en la apertura la figura del vecino de Waterloo en el cuadro escénico de la nueva fase. "La vuelta del prófugo Puigdemont, el último obstáculo para la investidura de Illa", señala el titular de una pieza que escribe Gerard Mateo: "Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) encara uno de los mayores retos de su carrera política, sin desdeñar los años que pasó como alcalde de su municipio ni la complicada gestión que tuvo que asumir como ministro de Sanidad durante la pandemia de Covid-19. Hoy, el primer secretario del PSC acaricia la presidencia del Govern, y tiene en sus manos el nuevo rumbo de Cataluña tras años gobernada por el independentismo. Por el momento, Illa ha sorteado la primera piedra en el camino hacia la investidura, tras asegurarse el apoyo de ERC en una ajustada votación de las bases republicanas. Pero llega otro escollo, tal vez el último: el posible regreso y casi segura detención del prófugo Carles Puigdemont, el máximo responsable del procés, huido de la justicia española para no rendir cuentas por esos hechos. Sólo él –y algún diputado díscolo que pudiera romper la disciplina de voto– puede alterar los tiempos para el inicio de una nueva etapa en la comunidad autónoma".
Sigue el texto: "Puigdemont, desde Bélgica, ha prometido en distintas ocasiones que regresaría a Cataluña. Nunca ha cumplido. No es menos cierto que también ha asegurado, en tiempos recientes y con la bravuconería que le caracteriza, que estará en el Parlament en el pleno de investidura de Illa, aunque pese sobre él una orden de detención en cuanto pise territorio nacional: la justicia no traga con la amnistía que él mismo dictó para los encausados del procés (y para sí mismo) a cambio de apoyar a Pedro Sánchez en Madrid. La malversación que se le imputa queda al margen, por ahora, del perdón. De este modo, si esta vez cruza la frontera, terminará detenido. Lo dice hasta su abogado, Gonzalo Boye, en un mensaje también para alentar al independentismo. Ese escenario abriría la puerta a una suspensión del pleno de investidura –aún sin convocar, aunque previsto para la semana que viene–, teniendo en cuenta que uno de los diputados del Parlament estaría arrestado, y que el presidente de la Cámara catalana es Josep Rull, de Junts, partido de Puigdemont, y quien ha asegurado que antes tendrán que detenerle a él".
Y: "En ese caso, la investidura quedaría en el aire, pendiente de si vuelve a fijarse una fecha para el pleno a la espera de que ERC decida mantener o no su voto a favor de Illa aunque Puigdemont se encuentre en prisión provisional. De todos modos, los republicanos han dejado claro en distintas ocasiones que miran hacia otro lado cuando se les ha preguntado expresamente por ese hipotético escenario. De hecho, una de las claves del apretón de manos con los socialistas es quitarse de en medio a un rival político como el expresident, que prometió que dejaría la política activa si no volvía al Palau de la Generalitat. Sin ir más lejos, este viernes, cuando la secretaria general republicana, Marta Rovira, manifestó que lo que ha hecho su partido durante los últimos tiempos es trabajar para que Puigdemont pueda volver “en libertad”. “Si se produce este escenario [la detención], la dirección se reunirá para tomar decisiones que hoy no están tomadas”, se limitó a responder tras valorar el ajustado apoyo de la militancia al acuerdo de investidura de Illa a cambio de concesiones fiscales y lingüísticas. Una respuesta muy similar a la que ha venido defendiendo ERC en los últimos días".
Algunos medios como El País barruntan cambios de calado en la política catalana. "El apoyo de ERC a Illa abre un nuevo ciclo político en Cataluña", titula dicho medio en portada, donde Camilo S. Baquero traza un telegrama sobre lo ocurrido ayer: "Esquerra Republicana de Catalunya votará a favor de la investidura del socialista Salvador Illa como president, una decisión que apunta a un nuevo ciclo político en Cataluña tras 14 años de gobiernos independentistas. Los militantes de ERC aprobaron el pacto con un 53,5% de los votos frente al 44,8% en contra, una diferencia de solo 550 votos que evidencia la división en sus filas. "Hemos dicho que sí a una Hacienda catalana, a recaudar el 100% de los impuestos", declaró la secretaria general de ERC, Marta Rovira. El plano de investidura se celebrará previsiblemente a partir del próximo día 7. El líder de Junts, Carles Puigdemont, huido desde 2017, prometió acudir".
En el Abc, Daniel Tercero repara en los efectos de la votación de ayer en el seno de ERC, entre otros factores: "Por poco pero suficiente. Salvo sorpresas, Salvador Illa, primer secretario del PSC, será el próximo presidente de la Generalitat de Cataluña. El coste será alto. Por un lado, la comunidad autónoma disfrutará de un concierto económico –si se cumple el acuerdo alcanzado entre ERC y el PSC, con el aval de la Moncloa y Ferraz– que reducirá los ingresos del Gobierno para redistribuirlos al resto de las regiones. Por otro, la consulta interna de ERC deja a la formación que liderará hasta noviembre Marta Rovira rota, partida por la mitad, prácticamente, y se le augura un largo y complicado camino para renovar una dirección, que este viernes ganó por los pelos, a la que aspira, otra vez, Oriol Junqueras. Este viernes, el 53,5% de la militancia de ERC que votó en la consulta (solo telemática) optó por el «sí» al preacuerdo alcanzado con el PSC. Fueron 3.397 afiliados que respaldaron la iniciativa de Rovira y la actual dirección. Frente a estos, el 44,8% (2.847 votos) optó por tumbar el texto y decir «no» a Illa y, también, al concierto económico. Con estos datos, el partido evidenció la división interna. Una fractura que, por ejemplo, Junts sufrió en 2022 cuando los militantes decidieron que el partido saliera del Govern de Pere Aragonès. Desde entonces, arrastra los pies elección tras elección. Así, ERC parece ser otra formación que queda calcinada por las brasas del 'procés'".
En El Nacional subrayan que el sí de ERC a Illa será "vigilante". Escribe Marta Lasalas: "Sin entusiasmo en ERC a pesar del aval de la militancia. La cúpula del partido ha acompañado de nuevo esta noche a la secretaria general, Marta Rovira, para valorar el resultado de la consulta que ha dado luz verde por estrecho margen al acuerdo para la investidura del candidato del PSC, Salvador Illa, como 133º president de la Generalitat. Rovira ha reconocido que el resultado ha sido "ajustado" y ha advertido que la dirección de ERC entiende el apoyo a Illa como "un sí vigilante" y "exigente". La secretaria general no ha escondido la división interna que ha hecho evidente la votación y ha reclamado a la militancia que sea igualmente democrática para respetar este resultado, "tanto si gusta más como si ha gustado menos". "De esta consulta solo podemos salir más fortalecidas y con una sola organización", ha remachado".
Líneas después Lasalas continúa así: ""La militancia de ERC muy mayoritariamente nos ha dicho que el acuerdo estaba bastante bien de contenido, pero de tan bien que está parece poco creíble, sobre todo por el que lo suscribe al otro lado", ha explicado la líder del partido en referencia a la desconfianza ante el PSC y el PSOE. En respuesta a este escepticismo ha asegurado que "este acuerdo se acabará firmando para que se cumpla". El resultado ha hecho, sin embargo, también evidente la desconexión de la cúpula de la formación en relación a sus bases. La consulta se ha visto precedida por una campaña de la dirección del partido a favor del acuerdo en la cual se ha implicado tanto Rovira como el president en funciones, Pere Aragonès, y cargos del ejecutivo, y ante la cual se han multiplicado también las voces desde el territorio defendiendo el no al acuerdo".
Quienes también están en contra y se suben por las paredes son la CUP y la ANC, así como el PP y Vox, tal como explica Gisela Boada en El Periódico: "La noticia ha indignado por igual a las diferentes fuerzas políticas catalanas. El resto de partidos y las entidades independentistas consideran que facilitar la presidencia al PSC supone fragmentar el movimiento y agudizar una crisis independentista, que ya mostró su debilidad al perder la mayoría en el hemiciclo en las pasadas elecciones. Pero las críticas también se han hecho patentes desde el otro lado de la bancada. PP y Vox han arremetido contra la financiación singular pactada con ERC, al considerar que supone una "cesión al independentismo" y una "fragmentación de la igualdad entre autonomías"".
La pieza también alude al partido de Puigdemont: "Junts ha mantenido este viernes un silencio sepulcral tras hacerse público el resultado y se reunirá este sábado, pero ya el martes, desde el partido manifestaron a través de un comunicado su disconformidad con el pacto. Los posconvergentes cargaron contra la presidencia de Illa, al considerar que "siempre ha sido favorable a la represión del independentismo". Sin pronunciamientos oficiales desde la formación, algunos de sus diputados han escrito breves comentarios en X. "La nación peligra", ha escrito Salvador Vergés. "Qué error y qué vergüenza", ha añadido la exdiputada Aurora Madaula. Desde la CUP también han criticado con contundencia este acuerdo y, en la misma línea de Junts, han asegurado que supone el "cierre del 1-O" en clave "autonomista y de encaje con el Estado". Laia Estrada, diputada cupaire, ha mostrado el "rechazo total" de su partido al acuerdo, cuyo contenido no dan por bueno ni desde el punto de vista de izquierdas, ni desde el independentista. En palabras de Estrada, ERC facilitará la presidencia de la Generalitat al "PSC más españolista y de derechas de la historia"".
Y: "Por su parte, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ya había sido muy crítica durante la semana con la investidura socialista y que había pedido directamente a la militancia de ERC votar 'no', ha señalado a los dirigentes de Esquerra y ha asegurado que habrá "efectos fatales" que tendrá para el independentismo esta decisión. Así, ha señalado que "la deriva de ERC" contribuirá a la "fragmentación" del movimiento. La ANC ha avisado que, a su parecer, esta investidura aumentará la crisis interna del partido: "La contradicción entre la alianza estable con los socialistas catalanes y españoles y estar en la oposición en el Parlament agudizará el bajón electoral de Esquerra", apuntan en un comunicado. Desde Òmnium no ha habido tampoco declaraciones oficiales, pero algunos de sus miembros, como Neus Torbisco, sí han dado su opinión a través de las redes sociales: "Los principios y objetivos de ERC quedarán dañados. La dignidad no se vende"".
Cuenta El Confidencial que "El PSC y ERC se plantean una investidura de Salvador Illa entre el 7 y el 9 del mes de agosto". Escribe Marcos Lamelas: "Tras conocerse el resultado de la votación de las bases republicanas, la ejecutiva del PSC se adelantaba para ratificar los acuerdos de investidura, en la práctica un programa de gobierno de la nueva Generalitat, en la que los socialistas se comprometen a conseguir una nueva financiación para Cataluña con un cupo parecido al vasco, pero que incluya una cuota de solidaridad interterritorial. A partir de ahí, lo que se prevé es que Salvador Illa telefonee el domingo al presidente del Parlament, Josep Rull, para comunicarle que tiene una nueva mayoría. Rull podría entonces pedir el lunes una reunión personal con el socialista. Sería la primera foto de la investidura. El siguiente paso será convocar la Diputación Permanente del Parlament, que es la que ostenta el poder operativo durante esta época estival para convocar un pleno de investidura. La Diputación Permanente podría convocarse el mismo lunes o el martes para 24 horas después. Todo dependerá de si Rull considera que ha de hacer una ronda de contactos con el resto de partidos o da por hecho que no existe una mayoría alternativa. En todo caso, se trata de una potestad del presidente de la Cámara, en este caso en su rol de presidente de la Diputación Permanente. A este ente le corresponde la potestad de convocar el pleno de investidura, que se celebraría entre el 7 y el 9 de agosto. La primera fecha parece muy justa y lo lógico sería pensar que la diputación preferirá que en fechas tan veraniegas todos los diputados tengan tiempo suficiente para volver a Cataluña sin mayores problemas. Por lo que, según fuentes parlamentarias, el 8 y el 9 de agosto serían las fechas más propicias".
En La Vanguardia su director, Jordi Juan, analiza el momento que se abre en la política catalana, que califica de "muy complicado". Ahí va un extracto de su carta diaria: "Junts se queda en el ostracismo. La apuesta del todo o nada para investir a Carles Puigdemont le ha salido mal, y hoy es un partido que está fuera de casi todas las instituciones importantes del país. Y por su fuerza política y todo su simbolismo no debería quedarse al margen de esta vía de diálogo apenas iniciada. La tentación de radicalizar más su posición está sobre la mesa, y la presencia de Puigdemont en la próxima sesión de investidura, con su casi segura detención, formaría parte de esta estrategia. Aunque no lo parezca, en Junts también conviven dos almas como en ERC, una más partidaria de la política de pacto y otra de la de confrontación. En octubre del 2022, la militancia de Junts también votó, como este viernes, en una decisión trascendente, si seguir o no en el Govern de Pere Aragonès. Un 55,7% de los militantes votó a favor de irse frente a un 42,3% que prefería quedarse. Son porcentajes similares a los registrados este viernes".
Y: "Empieza un tiempo nuevo y muy complicado en Catalunya. Los socialistas deberán cumplir sus compromisos y los independentistas tendrían que hacer un ejercicio de realismo. Como el hecho este viernes por los militantes de ERC".
3 de agosto, santoral: Asprenato de Nápoles, Eufronio de Autun, Martín de Másico, Pedro de Anagni y Pedro Julián Eymard.