Argimon, el hombre de Puigdemont en Salud: ¿genialidad o torpeza de ERC?
Los republicanos pretenden neutralizar el acoso de sus socios con la designación de un convergente como secretario general de Salud Pública, que además está enfrentado al 'conseller' Josep Bargalló
18 agosto, 2020 00:00Un convergente recalcitrante en la Consejería de Salud de la Generalitat. ¿Una genialidad o una torpeza de ERC? Es pronto para hacer balance, dicen desde la formación republicana pero, de momento, el ascenso de Josep Maria Argimon se ha saldado con un cruce de reproches entre su departamento y el de Enseñanza, ambos dirigidos por ERC, a cuenta de la gestión del Covid-19. El partido de Oriol Junqueras asume los riesgos que supone "tener el enemigo en casa”. Pero todo tiene una explicación.
La semana pasada, el nuevo secretario de Salud Pública de la Generalitat --sustituyó a Joan Guix tras la dimisión de éste en mayo, es decir, en plena pandemia-- cuestionó las ratios de alumnos previstas por el consejero de Enseñanza, Josep Bargalló. Horas después, daba marcha atrás y expresaba su conformidad con la vuelta al cole planificada por el dirigente republicano. Una muesca más en el historial de enfrentamientos entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, agravados ahora por el clima preelectoral, que han colocado al Govern al borde de la crisis en repetidas ocasiones.
Críticas de Torra, Mitjà, Trilla...
Una de las gotas que colmaron el vaso fue el ataque de Quim Torra a la gestión republicana de la pandemia. Como se sabe, ERC es titular de la Consejería de Salud, así como de la de Trabajo y Asuntos Sociales. El presidente de la Generalitat culpó a sus socios de la terrible situación vivida en las residencias de ancianos, lo que precipitó el traspaso de las competencias de estos centros a Salud. Pero es que, además, el entonces gurú sanitario de Torra, Oriol Mitjà, así como Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic, exasesor de Torra y miembro del comité de expertos que asesora al Gobierno, también se habían mostrado críticos con los republicanos.
“Con la elección de un convergente como Argimon para sustituir a Guix, ERC pretendía neutralizar las críticas dentro de un departamento copado desde hace años por CDC”, explican a Crónica Global fuentes conocedoras del proceso.
Un buen profesional
Nadie duda de la profesionalidad de Argimon, quien hasta el pasado mes de julio ocupaba el puesto de gerente del Instituto Catalán de Sanidad (ICS) añaden, aunque la elección de este médico con un marcado perfil político sorprendió a algunos sectores de ERC. Máxime cuando, al poco de ser elegido, Argimon protagonizó una rueda de prensa junto a Torra, en ausencia de la consejera de Salud, Alba Vergès.
Josep Maria Argimon atiende a los medios de comunicación durante el primer día de cribajes masivos / YOUTUBE
Otros sectores, en cambio, dan prioridad a una buena gestión del post-Covid, convencidos de que, al final, el ciudadano no entiende de siglas, sino de eficacia. De hecho, el nuevo secretario de Salud Pública ha demostrado aplomo y claridad en sus comparecencias.
“Convergència siempre ha maniobrado para mantenerse en una consejería donde se maneja mucho dinero”, explican desde el departamento. Y Argimon (Barcelona, 1958) era, sin duda, la apuesta de Carles Puigdemont. Ayer mismo, durante la inauguración de la Universitat Catalana d’Estiu que se celebra en Prades, el alto cargo reivindicó la figura de los independentistas presos y fugados. "Quiero tener un recuerdo para esas personas privadas de su libertad o que están fuera por defender nuestros derechos. Me permitirán que tenga un recuerdo especial para Toni Comín, por razones profesionales y personales obvias, compartimos dos años de trabajo", dijo.
Su activismo independentista le ha llevado a viajar en varias ocasiones a Bruselas para entrevistarse con el exconsejero de Salud Toni Comín. Dicho de otra manera, Argimon ha formado parte de las pugnas en la cúpula de Salud --agudizadas durante la huelga de médicos de hace dos años, que coincidió con la baja maternal de Vergès--, donde son un secreto a voces las malas relaciones entre Laura Pelay, secretaria general de la Consejería de Salud, y Adrià Comella, director del CatSalut. Este último fue aupado al cargo después de que David Elvira tirara la toalla, harto de ser el apagafuegos de Comín y de que su nombre sonara como consejero.