Primer acto de celebración del derecho a la jubilación anticipada de los Mossos d’Esquadra
Jordi Pujol
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A sus 93 años, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, sigue preso de sus obsesiones identitarias. Ayer en una entrevista radiofónica volvió a advertir al pueblo catalán --su particular visión del pueblo catalán, se sobreentiende-- de las "amenazas" que se ciernen sobre su "identidad". ¿A qué identidad se refiere Pujol? ¿A la de la mayoría de ciudadanos que, según el CEO, se sienten tan catalanes como españoles?
La misma monomanía aqueja al Molt Honorable cuando asegura que la lengua catalana está en "peligro". Si algo peligra en Cataluña son los derechos lingüísticos de los castellanohablantes, vulnerados de forma contumaz por la Administración autonómica.
Pujol no ha mejorado con la edad, sólo ha destapado sin tapujos su fondo exclusivista y reaccionario. Al menos las cosas están claras.
