Montserrat Estruch
El desalojo de los edificios okupados de la Bonanova se preveía muy tenso, y lo fue, pero resultó impecable, sin incidentes mayores y con solo un herido leve, un agente de Mossos d'Esquadra de los más de 300 que participaron en el mayor operativo de este tipo jamás preparado.
Al frente de este dispositivo "de máximos" estaba la comisaria jefa de la región metropolitana de Mossos, Montserrat Estruch, que ascendió en la última promoción y que asumió este cargo el pasado junio. Ella, asesorada por los responsables de cada ámbito, organizó un complejo plan en el que intervinieron infinidad de áreas de la policía, desde la Brimo hasta la de Subsuelo, la de Montaña y la Hèlix.
Todo este despliegue, incluida una jaula creada por Mossos para protegerse, fue lo que permitió que el desalojo fuese exitoso, pues el operativo preveía cualquier escenario y permitía anticiparse a cualquier sorpresa que pudiera surgir durante el lanzamiento, como fue que uno de los okupas se descolgara por la fachada de La Ruïna y estuviera horas suspendido en el aire. Además, Estruch atendió a los medios para explicar todos los detalles de este dispositivo con claridad para la ciudadanía.
Por lo tanto, el desalojo de El Kubo y La Ruïna es una muestra de que con voluntad y recursos, como los que han tenido y puesto desde el Departament de Interior, que dirige Joan Ignasi Elena, todo es posible.