Una pifia de la Copa América puso en riesgo a los 11.000 peces del Aquàrium

Una pifia grave de la Copa América de vela puso en riesgo a los 11.000 peces del Aquàrium de Barcelona, muchos de ellos protegidos. Las obras de construcción de la base del equipo Inneos Britannia seccionaron el cable de alta tensión que alimenta el centro marino y lo dejaron a oscuras durante días. Endesa tuvo que salvar la papeleta colocando generadores para evitar la muerte de las especies entre amenazas de demandas. 

Imagen de las obras de la base del Inneos Britannia en el Port Vell / CG

Lo explican fuentes internas de la organización de la Copa, que aseguran que el suceso se "tapó" para evitar que perjudicara la reputación del macroevento. Lo cierto es que fue grave. Ocurrió el 16 de enero de este mismo año poco después de las diez de la mañana, cuando la constructora que excavaba los cimientos de la base del Inneos Britannia, junto al Aquàrium y al cerrado Imax, en el Moll d'Espanya del Puerto, seccionó accidentalmente un cable de alta tensión. 

450 especies, en riesgo

El accidente apagó de golpe la luz del Aquàrium. El cable es el que alimenta el centro marino, por lo que tuvo que ser desalojado. En aquel momento había decenas de visitantes y escuelas que tenían que acudir ese día: no pudieron. Lo más grave es lo que ocurría dentro, sin que se viera. "Los biólogos tuvieron que correr a toda prisa para evitar la muerte de los animales", explican las mismas fuentes. 

El personal tuvo que apresurarse porque la instalación no puede funcionar sin luz. "No solo son las piscinas de agua caliente, también los filtros de agua de los tanques de agua fría. Sin luz, los peces están muertos", subrayan las voces consultadas. 

Cuatro días a medio gas

La crisis era tan colosal que el Aquàrium tuvo que informar que permanecía cerrado durante un día, y a medio gas los siguientes. Por el camino, "hubo una guerra de nervios, pues el Puerto de Barcelona se lavaba las manos, diciendo que era cosa de los concesionarios, y el Inneos y su constructora no sabían qué hacer". Finalmente fue la división de distribución de Endesa la que tuvo que solucionar la papeleta. Trajo enormes generadores para alimentar el Aquàrium "al menos durante cuatro días", insisten las mismas voces. 

Imagen de un buzo en el Aquàrium de Barcelona / Cedida

Eso sí, el flujo eléctrico no era el mismo. "Aunque al día siguiente pudieron volver las visitas, sufrían microcortes eléctricos durante toda la jornada. Fue complicado", admiten. El impacto del corte fue delicado para el Aquàrium, pero también afectó al vecino Centro Comercial Maremágnum. 

Endesa instaló grandes generadores

A preguntas de este medio, la Copa América no ha respondido preguntas sobre el incidente. Por su parte, la Autoridad Portuaria sí lo ha hecho, escudándose en que la información la tienen la "distribuidora y comercializadora del Aquàrium". A su vez, Endesa sí ha contestado, confirmando un "incidente por un cable picado" el 16 de enero. "Ante las dimensiones de la incidencia, tuvimos que instalar grupos electrógenos", ha corroborado una portavoz. 

Cuando la distribuidora resolvió el problema, ya había decenas de clientes afectados. María José Peretó, directora del Aquàrium, asegura a este medio que "no hubo ejemplares muertos", y que el centro "informó en todo momento del problema y pudo reabrir al siguiente día". Otras fuentes desconfían recordando que el Inneos les dijo que "lo resolvería en una mañana, y por la tarde seguían sin luz". 

"Amenazas de demanda"

Las mismas voces aseguran que "hubo miedo en la Copa" por las "amenazas de demanda judicial" del Aquàrium si no le restablecían la luz por "el perjuicio que le estaban causando en su fauna y con sus clientes". Su directora es más diplomática y enfatiza solo a Crónica Global que "la instalación, como el resto del Puerto, da la bienvenida al evento de 2024, acogiendo actos que avanzaremos más adelante". 

La base del Inneos Britannia, donde se cortó el cable del Aquàrium, ayer / CG

Lo cierto es que el traspié --ya solucionado-- emponzoñó unas relaciones que, por ahora, habían sido buenas. No por el incidente, que "se ve comprensible en el contexto de unas ambiciosas obras de transformación del puerto como las que conlleva la Copa América, sino por la nula gestión que hizo el puerto autónomo". 

Obras a todo gas

El suceso ha testado la capacidad de reacción de la organización de la Copa América. En una situación de crisis, el puerto y Barcelona Capital Náutica, la fundación pública que acompaña la Copa, no supieron reaccionar. Endesa, sí. Ello en un contexto de obras en marcha para instalar las seis bases de los equipos que participarán en la carrera de regatas en verano de 2024. 

Por lo pronto, ya se ha derribado el Cinesa Maremágnum y se está reformando el antiguo Imax, que el puerto entregará a la productora del empresario Josep Gurri tras descartar a Mediapro. Los trabajos de reforma en el puerto son generalizados y afectan, por ejemplo, al amarre que tiene el magnate ruso Alisher Usmánov en Marina Port Vell, que el oligarca pidió proteger con una valla.