El Puerto echa a Mediapro de la Copa América de Barcelona

Mediapro no tendrá escaparate en la Copa América de vela de Barcelona el próximo año. La Autoridad Portuaria (APB) ha adjudicado el centro de interpretación de la carrera de regatas al empresario audiovisual Josep Gurri, que será el encargado de rehabilitar el antiguo Imax y operarlo como hub comercial de la prueba. Con ello, el organismo contradice a la organización, que anunció en noviembre que el grupo de Jaume Roures operaría este espacio. 

Lo ha anunciado el Puerto esta mañana en un comunicado público, en el que ha precisado que el consejo de la APB ha aprobado conceder la reforma y reapertura del Imax a Dortoka Disseny, la empresa de Gurri, hasta 2025. La firma llevará a cabo la rehabilitación y apertura como el centro de la Copa América por 3,2 millones de euros: se abrirá este mismo verano. 

Mediapro, fuera

El acuerdo de la APB conlleva una consecuencia directa: Mediapro queda fuera de este equipamiento y pierde su gran escaparate para la carrera de regatas de 2024. Como explicó este medio, el CEO de la Copa América y capitán del Emirates Team New Zealand, equipo defensor del título, Grant Dalton, avanzó que el conglomerado de Roures llevaría el centro de interpretación del evento. 

Lo dijo Dalton en la presentación del logo y calendario de la prueba el pasado 16 de noviembre, como detallaron también otros medios de comunicación como Ara. 

Gurri: el fallido Sea Experience del Maremágnum

La decisión tiene otra consecuencia para el ganador de la concesión del espacio: Josep Gurri. El grupo de este empresario audiovisual se desquita de un fallido proyecto anterior, el Sea Experience en el Centro Comercial Maremágnum. Lo impulsó Gurri con otros inversores antes del primer gobierno municipal de Ada Colau (BComú) en 2015. 

El primer ejecutivo local de Colau, no obstante, era muy ideológico y tomó una serie de decisiones contrarias a la industria del turismo. Una de ellas fue vetar el Sea Experience en el Maremágnum, detalló Crónica Global. La decisión se atribuye a la exconcejal de Ciutat Vella, Gala Pin, quien aseguró que el Ayuntamiento de Barcelona jamás daría las licencias para el proyecto al estar muy enfocado al "turismo masivo". Ante ello, Gurri desistió y liquidó la sociedad. 

Interesados en el negocio

El movimiento del Puerto de Barcelona con Mediapro en la Copa América tiene otra lectura: la de las empresas que quieren situarse en la competición para generar facturación o marca. En los compases iniciales del diseño, se ofreció al Emirates Team el Clúster Náutico de Barcelona, una parainstitución creada por varios entes, incluida la Cámara de Comercio de Barcelona. 

La organización del evento vetó una entrada en bloque del Clúster al considerar que no aportaba valor. Al contrario, negoció con los concesionarios del Puerto uno a uno, beneficiándolos. 

Descoordinación

La noticia conocida hoy tiene una cuarta lectura: la descoordinación. Las administraciones, incluido el Puerto autónomo, tienen un ritmo de trabajo y una agenda distinta a la de los organizadores. Dalton anunció que confiaría en Mediapro y el Puerto ha buscado a su propio operador, pese a que los rénders aportados por las dos partes son los mismos. O cuando el Emirates pidió financiación y la Generalitat no había aprobado los presupuestos, por lo que los neozelandeses tuvieron que acudir a la banca. 

En el marco del Mobile World Congress de Barcelona en febrero, por ejemplo, las administraciones y el Emirates fueron cada uno por su lado, demostrando que una división que, de nuevo, ha quedado patente hoy.