Pepe Álvarez (UGT): "Para España es bueno que Cataluña sea la locomotora económica"
- El líder ugetista afronta su tercer mandato "con ganas" y con un claro objetivo: "La productividad va a mejorar con la reducción del tiempo de trabajo y los empresarios lo saben"
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El secretario general de la UGT, Pepe Álvarez (Belmonte de Miranda, Asturias, 1956), se enfrenta esta semana al escrutinio del sindicato, que elegirá a su nuevo equipo de gobierno en Barcelona, durante la celebración de su 44º Congreso Confederal. Salvo imprevisto, pues no hay más candidatos, será reelegido para su tercer y último mandato.
A sus 68 años, asegura que no le va a faltar "un ápice de ilusión, ganas y renovación", y hace un balance "muy positivo" de los nueve años que lleva al frente de la organización sindical. Desde 2016, cuando fue elegido secretario general tras 28 años como secretario de la sección catalana, dice haber unificado la UGT y solucionado sus problemas reputacionales.
Más fuertes
Asegura que la representación sindical de la organización se ha incrementado un 25% en los últimos cuatro años y aspira a seguir engrosando sus bases, puesto que, en sus palabras, "fortalecer el sindicato es fortalecer los derechos de los trabajadores y trabajadoras".
En esta línea, afirma que "los salarios más altos se pagan donde hay organizaciones sindicales y las jornadas laborales más bajas se aplican donde los trabajadores y trabajadoras están organizados".
Colectivos discriminados
Asimismo, se enorgullece de haber "redoblado esfuerzos para la incorporación al mundo del trabajo de las personas con discapacidad", y haber "trabajado por las personas que sufren discriminación laboral", como las mujeres y el colectivo LGTBI, en sus palabras.
A un día de iniciar el 44º Congreso Confederal de la UGT, Pepe Álvarez habla con Crónica Global acerca de los retos del empleo en Cataluña y el resto de España y sobre las relaciones del sindicato con los partidos políticos y el Govern de Salvador Illa.
¿Qué retos afronta el mercado laboral en Cataluña y en España hoy?
El primer reto es el empleo, no podemos olvidar que tenemos casi un 12% de personas en desempleo. Pero hay otros problemas, como la vivienda, pues allí donde se necesita empleo es casi siempre en zonas tensionadas. También los salarios, que no son atractivos para ocupar determinados empleos, o las jornadas de trabajo, que ni siquiera se cumplen las que están estipuladas en los convenios colectivos.
¿Qué medidas concretas se pueden implementar para reducir ese paro?
La primera es la formación y la orientación. A las personas que están desempleadas en nuestro país hay que formarlas y orientarlas para que puedan acceder a las oportunidades de trabajo que existen.
Cambiando de tercio, la situación política ha cambiado en Cataluña. ¿Cómo están las relaciones de UGT con los partidos catalanes?
Con algunos siempre ha habido más relación que con otros. Sobre todo, hay mucha relación con aquellos que tienen responsabilidades de gobierno y con aquellos que tienen capacidad de decidir en el Congreso, al haberse convertido en diputados y diputadas que determinan mayorías.
En los últimos años se han alejado del PSC y están más cercanos a ERC.
No, para nada. Con el PSC hay, hoy, la relación más permanente que ha habido desde que José Montilla dejó de estar en el Govern de la Generalitat.
Las relaciones de los sindicatos siempre tienen mucho que ver con la capacidad que tengan los partidos políticos de influir en las decisiones que afectan a nuestra gente y, por tanto, con el Gobierno de Illa hay una relación permanente, con mucha vocación de continuar. Lo mismo que la ha habido con el Govern de Aragonès en el periodo anterior.
¿Por qué no hay representantes sindicales en el Govern de Salvador Illa?
Somos un sindicato que tiene la experiencia de haber tenido muchas personas afines en los Gobiernos. Eso era muy importante en la Generalitat Republicana, donde la UGT y la CNT tuvieron un peso muy importante, pero en una sociedad democrática ya no es necesario.
El president Pasqual Maragall me ofreció a mí mismo ser conseller de Treball en su primer Govern y le dije que no por este motivo.
¿La UGT comparte el objetivo del president Illa de que Cataluña vuelva a recuperar el liderazgo económico de España?
Para España es bueno que Cataluña sea la locomotora económica, porque es una locomotora muy integral. Estamos hablando de una comunidad con mucha capacidad de innovación y de poder construir la sociedad y el sistema productivo que España necesita. Me da la sensación de que todavía no hay un territorio con la capacidad que tiene Cataluña, que pueda suplirla.
Por lo tanto, ese objetivo no sólo tiene que ser el de Cataluña, sino el de España, y eso no va contra nadie, sino que va a favor de todos, del conjunto de los ciudadanos y de los territorios.
¿Una subida del 5% o el 6% del salario mínimo interprofesional es suficiente para paliar la pérdida de casi un 20% del poder adquisitivo que los españoles han sufrido desde 2020?
Cualquier propuesta que hagamos de subida del salario mínimo interprofesional no es suficiente. Cuando estamos hablando de un salario mínimo de 1.134 euros, una subida del 6% puede parecer insuficiente.
Además, cuando la vivienda se ha disparado como se ha disparado, la subida de los sueldos, en general, siempre se queda corta. Hoy, con el salario mínimo, no podrías costearte una vivienda ni en Barcelona, ni en muchísimas capitales de nuestro país.
En España, el SMI ha subido, desde el año 2015, en torno al 60% y tenemos que continuar una subida que, por lo menos, nos sitúe en la recomendación que hace la Carta Social Europea, que lo cifra en el 60% del sueldo medio de nuestro país.
En 2022, el 60% del sueldo medio estaba en los 1.293 euros, y una subida del SMI de entre el 5% y 6% lo situaría por encima de los 1.200 euros en 2025.
¿Puede perjudicar un mayor salario a la creación de empleo? ¿Si suben los salarios, todo se encarece a su alrededor?
En realidad, la subida del SMI ha sido un instrumento muy poderoso para mejorar la productividad de España, porque las empresas, cuando tienen trabajadores con salarios muy bajos, no se actualizan tecnológicamente.
También ha sido una herramienta importante para mejorar la situación de desigualdad de género porque, por desgracia, la mayoría de los puestos de trabajo con menos emolumentos económicos están ocupados por mujeres.
Yo creo que no van a subir los precios porque las empresas ya tienen un margen de beneficio muy alto. ¿Han subido los salarios en hostelería porque este año se hayan encarecido los precios en torno un 25%? Para nada. De hecho, cuando se han producido las subidas más altas del IPC, no ha sido como consecuencia de los salarios.
Vamos con la reducción de la jornada laboral. ¿Puede suponer una pérdida de la productividad o un incremento insostenible de los costes para las empresas?
Hay que pasar márgenes de beneficios empresariales a tiempo de disfrute de los trabajadores, la productividad de España va a mejorar con la reducción del tiempo de trabajo y ellos lo saben.
Es el rollo de siempre. Si miramos qué pasaba en el año 83, cuando se aprobaron las 40 horas semanales, la patronal decía exactamente lo mismo que hoy y, yendo más atrás, cuando se consiguieron las vacaciones pagadas, también decían que se iba a hundir la economía.
En esta materia, ¿cómo está la negociación con Junts? ¿Se reunirá con Puigdemont en Waterloo?
Nosotros, me refiero a la UGT y CCOO, hemos pedido a las fuerzas políticas reunirnos con los máximos dirigentes. Hasta ahora hemos tenido dos: una con Andoni Ortúzar (PNV) y otra con una delegación de EH Bildu, encabezada por Arnaldo Otegi.
El tema de Waterloo, o dónde nos vayamos a reunir, tiene un cierto morbo político, pero para nosotros la única cuestión que nos motiva es la reducción del tiempo de trabajo, y los catalanes han decidido que haya siete diputados de Junts en el Congreso de los Diputados, como han decidido que haya siete de Esquerra Republicana o como han decidido que haya no sé cuántos del PSC.
También se habla mucho de absentismo laboral.
Uno de los motivos de baja que más se están disparando tiene que ver con las enfermedades mentales, y la reducción de la jornada también nos va a ayudar desde ese punto de vista, porque el estrés al que está sometido la gente, en la medida en que tengan más tiempo libre, se va a reducir.
Si la media de las jornadas laborales es hoy de 38,2 horas, por debajo de las 40 estipuladas, ¿las propuestas para reducirlas a 37,5 son márketing político?
Para nada es maquillaje. La reducción, en Cataluña, afectará al 60% de los trabajadores y las trabajadoras. Además, bajar la jornada máxima nos ayuda a que los convenios colectivos de los próximos años aborden jornadas más cortas en muchos centros de trabajo. Allí donde hay organizaciones sindicales, allí donde los trabajadores están organizados, las jornadas de trabajo son más bajas.
¿Cómo hay que abordar la precariedad laboral que sufren los más jóvenes?
Tenemos un modelo productivo que, en estos últimos años, ha ido avanzando, sobre todo como consecuencia de la implementación de los fondos Next Generation, pero que tiene que continuar avanzando y que tiene que dar oportunidad a las personas que se han formado para que realmente puedan emplear esos conocimientos.
Otro de los problemas que los jóvenes ponen de manifiesto tiene que ver con el control de la jornada de trabajo. El Gobierno tiene la obligación de tomar medidas para que Inspección de Trabajo pueda, de oficio, empezar a sancionar a las empresas que no cumplen con el control horario. Hacerlo no es tan difícil.
Hay jóvenes muy formados que no encuentran trabajo.
Hay una gran parte de esas personas que no están en el desempleo, sino que están trabajando en puestos que no se corresponden con la formación que han tenido, porque no han tenido otra oportunidad, porque a veces las empresas piden experiencia que no tienen.
Eso forma parte de los trabajos que se tienen que hacer desde los servicios de orientación y de empleo del Estado; estos procesos de inserción laboral y de acumulación de experiencia se pueden hacer incluso becando los salarios de esas personas.
Otro asunto de interés: las pensiones. ¿Es sostenible el sistema actual?
Los que lo ponen en cuestión no tienen nada que ver con el sistema. Este es el rollo de los que quieren fondos de pensiones privados, que no han funcionado en ningún lugar del mundo. La Seguridad Social es viable, tiene un plan hasta el año 2050 que ha sido acordado por empresarios, sindicatos y el Gobierno y que, además, ha sido evaluado positivamente por la Unión Europea.
Las pensiones se van a revalorizar de acuerdo con el crecimiento del coste de la vida, con una revisión que se va a hacer cada tres años de la viabilidad del sistema y el propio acuerdo indica qué medidas hay que tomar si hay desajustes.
¿Habrá que retrasar más la edad de jubilación?
El retraso es el mismo que se acordó en el año 2011: pasar de los 65 a los 67 años. Está sobre la mesa la cuestión sobre si la jubilación tiene que ser en una fecha estática o se puede hacer un proceso más flexible, de manera que si tienes 60 años y te apetece, en lugar de trabajar la jornada completa puedes alargar luego tu edad de jubilación para empezar trabajando menos horas.
¿Qué medidas hay que aplicar para terminar con la desigualdad de género en el entorno laboral?
Hay que continuar analizando y actualizando los planes de igualdad en las empresas. No se pueden producir situaciones de desigualdad en los convenios colectivos y sus tablas salariales, pero la realidad que se vive en las empresas es otra, con situaciones que cuestan más de visibilizar.
Las empresas tienden a reservarse determinados puestos de trabajo para decidir sin ningún tipo de contraste de méritos y ahí se produce una discriminación de género muy importante.
En los últimos diez años, los accidentes laborales mortales han aumentado en un 48% en Cataluña. ¿Por qué ha ocurrido?
Con toda seguridad, porque no se ponen medios para que en las empresas haya menos accidentes de trabajo. Hace tres años que venimos reclamando un cambio en profundidad de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, porque es previa a la digitalización y se ha quedado obsoleta. También hay que poner más instrumentos para los delegados y delegadas de prevención de riesgos laborales en las empresas y que estas asuman las responsabilidades que tienen.
¿La digitalización genera más accidentes laborales?
La desconexión es un elemento clave para actuar sobre las enfermedades mentales. No son las causantes fundamentales del aumento de accidentes de trabajo mortales, pero, por ejemplo, los infartos forman parte de los accidentes de trabajo, y ¿cuántos de ellos están motivados por jornadas de trabajo interminables? Hoy, la seguridad y la salud del trabajo no se pueden ver sólo desde la perspectiva de qué pasa a pie de máquina, que continúa siendo un problema grave, sino que se ha de ver desde una perspectiva más amplia.
¿Qué retos supone el teletrabajo para los derechos de los trabajadores?
El teletrabajo está empezando a limitarse bastante a que sea compartido con trabajo presencial. Sin embargo, para las personas que están teletrabajando de manera permanente, van a aparecer nuevos riesgos que tienen que ver sobre todo con la socialización.
Quedan muchas cosas por definir: ¿quién paga los costes del teletrabajo? Muy pocos convenios regulan qué paga la empresa.