Jordi Clos, el hotelero que diseñará la nueva estrategia turística de Barcelona
- El empresario fijará el modelo de la ciudad desde Turisme de Barcelona sin salir de la patronal de los hoteles
- Sus detractores le afean que sus firmas se fugasen a Madrid y que cobre alquiler al consorcio que aspira a presidir
- Impulsor del Museo Egipcio y de la marca Barcelona, lleva dos décadas al frente del Gremi d'Hotels
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Gran incertidumbre en el sector turístico de Barcelona. Mientras hay quien da por hecho el nombramiento de Jordi Clos como presidente de Turisme de Barcelona, otros intentan frenarlo. El fundador y consejero delegado de Derby Hotels obtuvo una silla en la Cámara de Barcelona, requisito para ser nombrado en este cargo, a diferencia del presidente saliente y ya cesado, Eduard Torres, que no consiguió representación en las últimas elecciones camerales, aunque finalmente logró entrar en el pleno con el asiento cedido por otra empresa.
Gracias a su presencia en el pleno de Cambra, Clos ha conseguido que Josep Santacreu, ganador de los comicios, lo designe presidente de Turisme de Barcelona. Ello implicaría que el empresario compaginase la presidencia de la entidad que definirá la nueva estrategia turística de Barcelona con la del Gremi d'Hotels, que ha desempeñado durante dos décadas. En cualquier caso, será el próximo consejo general del consorcio el que decidirá sobre el nombramiento.
Presidente... y casero
La compatibilidad de ambos cargos es técnicamente posible, aunque plantea dudas. Los detractores de Clos le afean que en los últimos años haya trasladado el domicilio social de sus hoteles a Madrid y haya hecho negocio, a través de una de sus empresas (Papire SA), con el alquiler del local donde se ubica la sede de Turisme de Barcelona, organismo que en su día impulsó y que ha vicepresidido hasta el momento.
El empresario hotelero, que además es mecenas y fundador del Museo Egipcio de Barcelona, tiene previsto incorporar a Joan Gaspart como vocal del consorcio, detallan fuentes sectoriales. Un nombramiento polémico en algunos círculos empresariales y ejecutivos, que lo ven como un regreso al pasado en un momento en el que la ciudad necesita mirar al futuro para redefinir su estrategia de promoción turística.
Revisar el modelo turístico
En los últimos años, Turisme de Barcelona se ha centrado en captar visitantes de mayor calidad, como los de negocios y congresos profesionales, en un intento de dejar atrás el modelo low cost de sol, playa y borrachera. Para atraer viajeros con intereses culturales y mayor poder adquisitivo, se han enviado delegaciones a Estados Unidos y, antes de la guerra, a Rusia; además, se ha identificado el mercado asiático, todavía minoritario, como una prioridad.
Los retos del nuevo liderazgo de la entidad pasan por mantener esta apuesta por la calidad y encajar el cambio de rumbo derivado del cambio político en el ayuntamiento en un momento en el que desde el sector se denuncia la creciente politización del ente público-privado. Uno de los giros que podrían producirse es la flexibilización del veto que fijó la Administración Colau a la apertura de nuevos establecimientos en el centro.
La nueva cúpula
Como número dos de Clos, se perfila Mateu Hernández, exdirector de Barcelona Global y responsable de desarrollo internacional de la Casa Batlló, que ocuparía la dirección general de Turisme de Barcelona. Un cargo con una retribución valorada en aproximadamente 130.000 euros anuales que quedó vacante hace más de un año y que ocupaba, en funciones, el ya expresidente Torres, que fue cesado tras la victoria de Santacreu en la Cambra.
La recuperación de la figura del director general no implicará, según las fuentes consultadas, la desaparición de la gerencia remunerada con unos 100.000 euros anuales creada para hacer un hueco a la socialista Arantxa Calvera, ex número dos del hoy alcalde Jaume Collboni. Se recupera la troika en el puente de mando de la entidad encargada de gestionar el destino barcelonés tras el vacío de poder de los últimos meses.