El Kabul Party Hostel de la plaza Real, el alojamiento de la fiesta en Barcelona / CG

El Kabul Party Hostel de la plaza Real, el alojamiento de la fiesta en Barcelona / CG

Business

Los fondos rondan el 'hotel de la fiesta' de Barcelona tras una defunción

Batalla entre trabajadores y capital riesgo en el Kabul Party Hostel, conocido en toda Europa por sus parrandas, tras un fallecimiento en la propiedad

28 marzo, 2023 00:21

Los fondos de inversión están revoloteando sobre el hotel de la fiesta de Barcelona tras el fallecimiento en la propiedad del mismo. Trabajadores y capital riesgo pugnan por el Kabul Party Hostel, cuya reputación por las juergas llega a toda Europa, tras la defunción de una persona clave para la continuidad del negocio. 

Lo explican fuentes del sector, que indican que "el fallecimiento de una propietaria ha dejado la vía abierta a los inversores y, con ellos, los fondos, que están interesados en este tipo de producto". Eso sí, el venture capital deberá antes vencer a los trabajadores, que quieren retener la explotación ellos mismos y tal y como está ahora con todo el personal en la misma situación. 

Todo en casa

¿De quién es el Kabul Hostel, "famoso en toda Europa por sus fiestas"? El edificio pertenece a la acomodada familia Fortó-Fonthier, con posiciones en el inmobiliario barcelonés, entre otros sectores. Preguntados por la cuestión, una de las miembros de esta saga se ha desmarcado del conflicto y ha asegurado que, si existe, será con la empresa gestora. 

Clientes en el Kabul Party Hostel de Barcelona, conocido en toda Europa / Cedida

Clientes en el Kabul Party Hostel de Barcelona, conocido en toda Europa / Cedida

Dicha firma explotadora es, a su vez, atesorada por otra estirpe tradicional de Barcelona, los Bedía. En 2017 falleció prematuramente Alberto Gascón Bedía, gerente de este hostel y del paraguas Famous Hostels, que agrupa a unos 50 alojamientos para la generación zeta y millenials más parranderos en todo el continente. De hecho, en algunos de ellos, como el de Salzburgo, recordaron a Gascón emborrachándose con Jägermeister, y, según el vídeo de la velada, jactándose de vomitar. 

Los fondos rondan

Pero la resaca está siendo dura. Al menos en el Kabul Hostel de Barcelona, que ahora ve como los fondos de inversión revolotean el goloso activo en el marco de la entrada del venture capital en el sector de los albergues --el mayor de Barcelona, el Generator de Gràcia, pertenece a la gestora Queensgate Investments, por ejemplo--, que arroja rentabilidad no por sus elevados precios, pues sirven al viajero mochileros, sino por su volumen de clientes, que logran con continua rotación. 

Pero desde la dirección del Kabul quieren elevar un muro a los fondos buitre. Proponen a los dueños del fondo de comercio seguir ellos mismos con la explotación, "en forma de cooperativa si es preciso". Y, por ahora, no hay acuerdo entre las partes, por lo que en el establecimiento se masca la incertidumbre. Crónica Global ha preguntado a la gerencia por sus planes, pero no ha recibido respuesta. 

"Ubicación, ubicación, ubicación"

El pulso en el partyhotel de Barcelona esconde la pelea por cada centímetro del corazón de la Ciudad Condal. Desde el sector recuerdan que el Kabul está situado en zona inmejorable, a pie de la plaza Real, junto a locales de ocio nocturno como el Jamboree; el Sidecar; Les Enfants Disco o Moog, o locales orientados al cliente joven extranjero como el propio London Bar. 

'Beer pong' o ping-pong alcohólico en el Kabul Party Hostel de Barcelona / Cedida

'Beer pong' o ping-pong alcohólico en el Kabul Party Hostel de Barcelona / Cedida

El propio hostel se encarga de enraizar a los huéspedes en la vida nocturna de la capital catalana con pub crawls o las famosas rutas del alcohol, producto que, por cierto, está prohibido por ordenanza municipal desde 2012 pero que se ha enquistado por falta de medios policiales para hacer cumplir la normativa local. 

La moratoria, telón de fondo

Asimismo, la situación del hotel de la juerga de la segunda mayor ciudad española ha cambiado por dos motivos. Uno, por la moratoria de nuevas aperturas hoteleras en casi toda Barcelona, que provoca que su licencia valga mucho más que en 2015, antes de la llegada de los comunes con Ada Colau al frente del gobierno municipal. Solo los negocios que ya operaban pueden seguir haciéndolo, pese a que tengan plan urbanístico aprobado, como el hotel del Teatre Principal de Las Ramblas, pues jamás lograrán, por ahora, licencia municipal. 

Y dos, por las excelentes previsiones turísticas que manejan los operadores de cara al próximo verano y los siguientes, una vez se ha superado la fase más dura del Covid y se han recuperado las rutas aéreas con la mayoría de destinos emisores de turistas de este nivel económico, tanto los comunitarios como los que llegan en vuelos de largo radio, como Estados Unidos