La 'dolce vita' de Dani, el inversor odiado por Ada Colau y Gala Pin
El fundador de MK Premium, la 'private equity' que se enfrentó a BComú, descansa, pero volverá a Barcelona cuando venza la cláusula de exclusión tras vender su empresa
11 diciembre, 2022 00:00Es la nueva vida de Dani, el inversor al que odiaron Ada Colau y Gala Pin. Daniel Leiva, el fundador de MK Premium, el private equity inmobiliario que se enfrentó duramente a Barcelona en Comú (BComú), respira tranquilo. Vive a caballo entra la Ciudad Condal, Oporto y Bali (Indonesia), aunque avisa a las políticas con las que cruzó acusaciones --y alguna querella--: volverá a la capital catalana cuando termine la exclusión para operar tras vender su empresa.
Lo explica el propio Dani en conversación con Crónica Global un año después de que MK Premium la adquiera un family office italiano por unos tres millones de euros, avanzó Idealista. Trece meses después, el fundador de la inversora se deja ver poco por Barcelona, la ciudad en la que el gobierno municipal le declaró enemigo público. "Ahora me dedico a la vida familiar. Seré padre y estoy muy emocionado con el proyecto familiar", detalla Leiva a este medio.
"Vendí bien"
A preguntas de Crónica Global, el directivo admite que "vendió bien" MK Premium. Desde entonces, su fundador "ha hecho algunas actividades empresariales, pero muy pocas", pues el cojín de la colocación de su firma le permite vivir holgadamente.
Pero volverá. Y lo hará a Barcelona, la ciudad en la que se enfrentó cuerpo a cuerpo con Ada Colau cuando ésta ganó las elecciones en 2015. O la alcaldesa con él. Y especialmente Gala Pin, la exconcejal de Ciutat Vella, donde MK hizo algunas operaciones. "La venta de la empresa contenía una cláusula de exclusión. Cuando termine, podría volver a Barcelona para hacer cosas", avanza Leiva.
"El gobierno de Colau es populista"
El empresario del inmobiliario no se considera el "enemigo número uno" de los comunes, a los que llegó a denunciar por calumnias porque le llamaron especulador. La querella se tumbó en segunda instancia. Eso sí, Daniel Leiva sigue teniendo una imagen negativa del gobierno municipal. "En materia de vivienda son populistas", lamenta.
"En Barcelona hay un problema de con los precios de los pisos --admite--, pero la solución sería que el ayuntamiento fuera de la mano de las agencias. No se debería criminalizar a la iniciativa privada". Pero el Ejecutivo local de BComú hace lo contrario, sostiene Leiva, por lo que "no aporta soluciones" al alza de los precios de casas y pisos.
"Dejó deudas"
Sea como fuere, el fundador de MK Premium volverá a la Barcelona cuyo gobierno municipal le censuró. Y con algún enemigo más además de los comunes, si éstos llegaran a revalidar su victoria en las elecciones municipales de 2023. "Daniel Leiva dejó cadáveres en la Ciudad Condal. Su estilo de inversión inmobiliaria era particularmente agresivo, y hay instancias que reclaman deudas que, según ellos, MK habría contraído".
Las mismas fuentes sitúan al inversor "más en Oporto y en Bali que en Barcelona, donde acude solo de forma puntual por motivos familiares". Según estas voces, Leiva evita la segunda mayor ciudad española "porque se ha ganado enemigos que no son solo Ada Colau y su gobierno, sino también colegas del sector inmobiliario y financiero".
Expertos en 'flipping'
En cualquier caso, MK Premium fue una historia empresarial de éxito en la capital catalana. En apenas pocos años, Leiva y su hermano levantaron una intermediaria que se especializaba en el flipping. Bloqueaba edificios por medio de opciones de compra y los vendía al tiempo para obtener una plusvalía. Era un estilo duro de hacer negocios que, según algunas fuentes, incluía la compra de partes de edificios.
Cuando Colau y los suyos ganaron las elecciones en 2015, el choque con MK era cuestión de tiempo. Los comunes vencieron en los comicios locales con la vivienda y el turismo como cuestiones centrales. Y la inmobiliaria se centró en el Raval, un distrito que controlaban el partido de la exportavoz de la PAH por medio de Gala Pin, una de sus concejales más ideológicas. Compró edificios para revalorizarlos, pero en los mismos había inquilinos que no querían marcharse.
Querella por calumnias y fuga de BCN
Las dos partes se enzarzaron en un pulso público, que incluyó acusaciones y una querella de Observatori Desc que no prosperó. Pin y otros concejales tildaron a la inversora de especuladora, y MK contestó con otra denuncia por calumnias que también terminó archivada. En 2017, la inmobiliaria abrió oficina en Madrid para avisar al gobierno local de que no podía señalarla y lesionar la seguridad jurídica.
La tensión no bajó. En 2019, un grupo de okupas irrumpió en un edificio en Sants pensando que pertenecía a la inversora de Leiva, equivocándose de inmueble. Lo hicieron en el marco de una campaña de acoso que incluyó la distribución de fotografías de los directivos de MK. Leiva tuvo que marcharse de Barcelona temporalmente, indican otras voces del sector. Fue antes de que vendiera su empresa y pudiera comenzar la dolce vita actual. Ahora, quizá cansado del sosiego, el inmobiliario más odiado por Colau y Pin promete volver.