Las redes sociales son capaces de lo mejor y de lo peor. Uno puede reírse con los memes de mejor o peor gusto, descubrir una influencer que te dé buenos consejos de belleza o sobre cómo ordenar la casa, pero también puede hacer que el ser humano retroceda en su evolución.

Esto es lo que empieza a suceder con ciertas ideologías que predican la revolución y no son más que la reacción airada a la pérdida de un poder antes establecido. De allí que fenómenos como la extrema derecha encuentre su caldo de cultivo en determinadas plataformas.

Fenómeno viral

Esta ola neoconservadora reaccionaria cada vez expande más sus tentáculos. Ya ha llegado a los parlamentos europeos, españoles, catalanes e incluso locales. Es mejor no dar nombres para no dar publicidad. Pero también empieza a llegar a los jóvenes.

Siempre en busca de ser diferentes, hay algunos adolescentes y jóvenes que se han aficionado a mirar los vídeos de esto que se llama ya las tradwife, una nueva moda importada de Estados Unidos que parece sacada de una mala comedia americana.

Qué son las 'tradwives'

El concepto de "tradwives" viene a ser la conjunción de dos palabras que se podrían traducir como "esposas tradicionales". ¿Hace falta agregar algo más? Por si alguien tiene dudas, decir que se trata de un grupo de mujeres que defiende y promueve un estilo de vida basado en los roles de género convencionales, donde la figura femenina se dedica al hogar y la familia, asumiendo un papel de cuidadora y ama de casa.

Las tradwives abogan por un regreso a los valores familiares conservadores, para no decir lo de heteropatriarcales, cuando en realidad implica el deseo del hombre machista de toda la vida, a saber: que la mujer debe dedicarse al hogar y cría de los hijos mientras el marido se dedica a traer dinero a casa. O lo que es lo mismo, abogan por la absoluta dependencia económica de la mujer respecto al hombre. A quitarle su independencia. Todo lo contrario que ya en el siglo XIX Virginia Woolf reclamaba para las mujeres en Una habitación propia.

Lo que "debe" hacer la mujer

Evidentemente, no lo visten así. Ellas son completamente libres para optar por esta opción y la han elegido, aseguran. Claro que hacen proselitismo de ello y apuestan a que esta sea la manera en que “debe” actuar una mujer. Es decir, destacar por sus habilidades domésticas como la cocina, la limpieza y el cuidado de los hijos. 

En el corazón de este movimiento reaccionario se encuentra la creencia de que las mujeres deben apoyar a sus maridos y mantener una división clara de roles dentro del hogar, donde el hombre es el proveedor y la mujer la cuidadora principal. Es decir, volver al modelo machista en el que el hombre se cuelga las medallas por hacer lo que le da la gana fuera de casa, no hacer nada dentro de ello y que, encima, le espere alguien con todo listo. Siempre con la seguridad de que su mujer no va a salir de casa más que para cuidar a sus hijos.

Movimiento en red

En cualquier caso, y como pasó con el movimiento conservador de extrema derecha, este fenómeno ha encontrado un amplio espacio en las redes sociales, donde sus defensoras comparten consejos, experiencias y recursos sobre cómo llevar una vida doméstica “plena y organizada”. Plataformas como Instagram, YouTube, pero sobre todo TikTok, están llenas de contenido que promueve recetas, consejos de limpieza y reflexiones sobre el papel de la mujer en el hogar, capturando la atención de mujeres de diferentes edades y antecedentes, con todo lo que eso supone en materia de retroceso de la independencia de la mujer.

Las influencers más importantes de este ámbito, obviamente, están en Estados Unidos, donde la ola conservadora cada vez coge más fuerza. Claro que todo lo que llega de ese lado del charco acaba llegando a Europa. Una prueba de que este movimiento se extiende como una mancha de petróleo que cae al mar y sólo deja contaminación a su paso es que ya hay alguna influencer española que se ha sumado al movimiento. Una de las más destacadas es una manchega que se hace llamar Roro y que no deja de compartir vídeos sobre cómo “tiene” que ser una mujer en casa y para su pareja. 

Estas mujeres aseguran que su postura es una respuesta a las presiones contemporáneas que enfrentan las mujeres para equilibrar carreras profesionales con responsabilidades familiares. Prefieren enfocarse exclusivamente en el hogar, encontrando en estas tareas un sentido de propósito y satisfacción que consideran a menudo subestimado en la sociedad moderna.

El punto, en cualquier caso, no son “las presiones contemporáneas” sino que esas "responsabilidades familiares" no deberían recaer en las mujeres, al menos, no sólo cuando uno está en una pareja heterosexual. Al defender estos valores, lo que hacen estas llamadas tradwives es perpetuar estereotipos de género anticuados que limitan, cuando no denuestan, la independencia de las mujeres. Eso sin contar que este modelo puede no ser viable para todas, especialmente aquellas que deben trabajar por razones económicas o que no se identifican con estos roles tradicionales.

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