Nos encanta comer pizzas porque es una experiencia que combina sabores, texturas y aromas de una manera inigualable. La pizza es versátil y puede adaptarse a cualquier gusto, ya sea con una base crujiente o esponjosa y con una amplia variedad de ingredientes que van desde lo clásico, como el pepperoni y la mozzarella, hasta opciones gourmet como el queso de cabra y las alcachofas.
Además, compartir una pizza con amigos y familiares se convierte en un momento especial, lleno de risas y buena compañía, haciendo que cada bocado sea aún más delicioso.
Las pizzas del Empordà
Si quieres probar unas buenas pizzas en la Costa Brava, el lugar que te recomendamos, a continuación, es uno de los mejores. ¡Apunta!
Se llama Pizzabar Empordà y como ellos mismos explican es una pizzería y un bar, a la vez donde hacen unas pizzas deliciosas, unas tapas exquisitas y unos postres para chuparse los dedos.
Es un lugar de encuentro con la familia y los amigos en un espacio idílico en medio de Sant Feliu de Boada, uno de los pueblos medievales más bonitos de Girona.
Tiene una terraza, orientada al sur y a resguardo de la tramontana, que se extiende por la plaza de la Iglesia, con el mejor ambiente para disfrutar de las noches de verano.
Durante meses han trabajado para desarrollar el recetario de pizzas definitivo, el que une la tradición y el producto local -con la experiencia y la maestría del norte de Italia- donde hacen la pizza que más gusta: fina, crujiente y ligera.
Cada pizza es una combinación única del mejor producto y todas se cocinan en horno de leña.
El pueblo de Sant Feliu de Boada
Sant Feliu de Boada es un municipio de Palau Sator, a menos de una hora del centro de Girona y a 15 minutos de la playa. ¡Conozcámoslo un poco más!
Más allá de los restaurantes y casas de la zona, se encuentra la imponente iglesia de Sant Feliu que preside la plaza. Se trata de una obra del gótico (s. XVI), si bien la parroquia tiene orígenes románicos. Lo que más sorprende del edificio son algunos elementos fortificados que no esperaríamos encontrar en un templo religioso, ya que tenían finalidades bélicas.
También, destaca por su amplia oferta gastronómica, además de ser un entorno inmejorable para la práctica de actividades como el cicloturismo, el senderismo, excursiones a caballo o los vuelos en globo.
Cercano a Sant Feliu de Boada encontramos otros pueblos medievales como Pals, el poblado ibérico de Ullastret o actividades culturales como las ruinas de Empúries o el Museo Dalí.