Puigdemont dice que lleva "dos años y medio casi confinado"
El prófugo aprovecha la crisis del coronavirus para quejarse de su vida en una mansión belga
8 mayo, 2020 18:48Carles Puigdemont considera "casi un confinamiento" su vida en una mansión cuyo alquiler cuesta 4.000 euros mensuales en una de las zonas residenciales más lujosas de Bélgica. El expresidente de la Generalitat fugado ha comparado su situación "desde hace dos años y medio" con la que millones de ciudadanos afrontan en sus viviendas la reclusión para evitar contagios por la pandemia de coronavirus.
"Mi visión es un poco especial, porque llevo dos años y medio casi confinado y he pasado muchas semanas en este período en casa", se ha quejado el eurodiputado de JxCat, prófugo de la Justicia desde que declaró la independencia unilateral de Cataluña en 2017, en declaraciones al Telenotícies Migdia de TV3.
Puigdemont ha intervenido en el informativo de la televisión pública catalana para opinar de la crisis del coronavirus junto a los también expresidentes de la Generalitat Artur Mas y José Montilla.
Videoconferencias
El exalcalde convergente de Gerona ha aprovechado la crisis sanitaria para formular algunas de sus reivindicaciones habituales, como el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y las videoconferencias, sobre las cuales ha reclamado con insistencia en los últimos años que se usen para ser investido y proclamado presidente de la Generalitat.
"Ahora la gente descubre que no es tan dramático organizar reuniones con clientes, proveedores o con la administración a través de este canal. A veces la presencialidad hace perder mucho tiempo, muchas energías y genera una movilidad que colapsa la ciudad", ha manifestado el prófugo.
Casa de 550 metros cuadrados con jardín y sauna
La mansión de Puigdemont en Waterloo tiene 550 metros cuadrados y fue reformada antes de ponerse en alquiler, cuyo coste se anunció en su día por 4.000 euros mensuales. Cuenta con seis habitaciones, tres baños, sauna, cuatro plazas de garaje y jardín.
En ese lujoso barrio residencial viven diplomáticos, deportistas y altos funcionarios de las instituciones de la Unión Europea, entre otros. Un "confinamiento" que, sin duda, nada tiene que ver con el que sufre desde hace casi dos meses la inmensa mayoría de la ciudadanía mundial.