La nula aportación de las 79 ‘embajadas’ de la Generalitat a la economía catalana

Durante los años duros del procés, la política exterior llevada a cabo por el Govern “ha tenido como principal objetivo vender las tesis independentistas en los medios internacionales y buscar apoyos en los organismos internacionales. El uso de las herramientas institucionales por la causa independentista ha hecho que el gobierno catalán quedara aislado por los recelos de otros gobiernos e instituciones a establecer encuentros con los representantes catalanes. Este aislamiento ha tenido una grave repercusión en la economía catalana”.

Así lo afirma el documento Una nueva acción exterior para Cataluña elaborado por el PSC que marca líneas estratégicas a seguir. Estas pasan por una reordenación del gigantesco entramado ‘diplomático’ del Govern, evitando nuevas aperturas de oficinas y delegaciones innecesarias.

Los socialistas consideran necesaria una reordenación del complejo entramado diplomático del Govern. Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores (noviembre 2021), en España hay 188 delegaciones y oficinas en el exterior de las 17 comunidades autónomas. Cataluña tiene 79; el País Vasco, 23; Andalucía, 21; la Comunidad Valenciana, 18; Canarias, 15; Galicia, nueve; Extremadura, seis; Castilla y León, cinco; Asturias, Aragón y Castilla-La Mancha tienen dos cada una, mientras Navarra, Cantabria, la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia, Islas baleares y La Rioja mantienen sólo una oficina cada una en el exterior.

Revisar estructuras

“Por todo ello consideramos que es necesario revisar y reordenar las estructuras gubernamentales de la acción exterior de Cataluña teniendo en cuenta su despliegue geográfico. En cualquier caso, previo a la apertura de ninguna nueva delegación en el exterior, es necesario llevar a cabo una evaluación en profundidad del funcionamiento de las delegaciones y oficinas sectoriales que están operativas con el objetivo de ordenar la presencia institucional del Gobierno en el exterior garantizando los principios de necesidad y eficacia, y asegurando la coordinación e integración entre los distintos departamentos y agencias de la Generalitat”.

“En un momento en que la inmensa mayoría de comunidades autónomas y ciudades españolas han normalizado su acción exterior, y han aprendido a trabajar en los ámbitos europeo e internacional en clave de contribución y de aprovechamiento de las oportunidades, Cataluña se centra en un discurso identitario y victimista, desconectado de la historia europea reciente (Maastricht, Lisboa)”, explican los socialistas en su documento.

La 'consellera' de Acción Exterior, Meritxell Serret / EUROPA PRESS

Falta de transparencia

“Ante este contexto --añaden--, la economía catalana también se resentía. En 2016, la inversión extranjera era de 8.274 millones de euros, mientras que en 2019 Cataluña captó 3.221 millones. En este mismo período, la inversión extranjera en el conjunto de las restantes comunidades autónomas aumentó de 17.368 millones de euros a más de 20.000 millones. Las inversiones de las empresas catalanas en el exterior también sufrieron un fuerte bajón. Si en 2016 las empresas invertían 2.202 millones de euros en el extranjero, en 2019 se había reducido a 995 millones”.

“Mientras --denuncian--, el Govern fue desplegando una estructura exterior muy extensa y poco transparente. El coste de la acción exterior de la Generalitat ha sido objeto de gran opacidad, con numerosas actividades que nunca se han terminado de justificar. Ante esta situación, Las Cortes pidieron una fiscalización en el Tribunal de Cuentas, que presentó su informe en 2019, con datos del período 2011-2017”.

Gastos de Diplocat

Según el informe, el gasto total de la acción exterior de la Generalitat fue de 416,8 millones de euros. El coste de las delegaciones en el extranjero fue de 27 millones. El Diplocat gastó 15,8 millones de euros, destinados en un 74,3% a "actividades que han tenido como finalidad promocionar, publicitar, justificar, promover o impulsar el proceso soberanista".

El informe del Tribunal de Cuentas detecta irregularidades y deficiencias en la planificación presupuestaria, la gestión y la ejecución de los recursos destinados a la acción exterior. “Se constata la existencia de gastos sin los justificantes correspondientes o en los que no se ha acreditado la prestación realizada, así como la realización de actividades fuera de las finalidades establecidas en la ley o ajenas a las competencias de la administración catalana”.

Promover la independencia

También queda claro “el uso de la acción exterior del gobierno para promover la independencia, estableciendo como ejes de estas políticas ‘dar a conocer de primera mano el proceso democrático que el país ha iniciado y legitimarlo también a ojos de la comunidad internacional y de la Unión Europea’, o en frases del programa presupuestario de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, para los años 2016 y 2017, ‘la actual legislatura tiene como objetivo sentar las bases que hagan posible la declaración de la independencia de Cataluña, a partir de crear unas estructuras de estado e impulsar un proceso de desconexión nacional y popular con España. Para que este objetivo de país sea posible, es necesario reforzar la proyección exterior de Cataluña y conseguir su reconocimiento’”.

Se constata la existencia de un total de 45 viajes internacionales del presidente y de los consejeros, con un importe de más de 470.000 euros, que tenían como principal objetivo la promoción del llamado proceso soberanista en el ámbito internacional, no resultando justificado el uso de fondos públicos para estos fines. En cuanto a las delegaciones del Gobierno en el exterior y la Delegación del Gobierno frente a la UE, el PSC alude a las debilidades en materia de planificación presupuestaria y control de la actividad económico-financiera.

Aumento del gasto

En los últimos años, el Govern ha ido aumentando los recursos destinados al Departamento de Acción Exterior y Gobierno Abierto, un 27,8% respecto a 2020, sumando más de 20,5 millones más, hasta alcanzar los 94,3 millones. En 2021 aumentó en un 46% la partida destinada a las delegaciones en el exterior (pasa de 8,2 millones en 2020 a 12 millones en 2022, lo que supone otros 3,8 millones). En los presupuestos de 2023 aprobados ayer en el Parlament, se superan por primera vez los 105 millones de dotación. 

Por el contrario, la cooperación internacional catalana apenas supera el 0,2%, muy lejos aún de las cifras de 2010, “momento en el que, con el gobierno del presidente Montilla, Cataluña se situaba entre las regiones más avanzadas de Europa en este ámbito y destinaba a ello cerca del 0,45%. Los recortes posteriores en el presupuesto en cooperación del gobierno de Artur Mas, invirtiendo la tendencia de crecimiento, fueron tan importantes que incluso pusieron en duda la utilidad de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo”, subraya el documento del PSC. Para este año, la partida de cooperación al desarrollo, asegura la consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, es la que más crece, con un aumento del 30%, alcanzando los 45 millones.

Cooperación

En Cataluña, las únicas administraciones que han llegado a destinar el 0,7% del presupuesto a cooperación internacional “son algunos ayuntamientos, como el de Barcelona, el único de las cuatro capitales de provincia, y unos pocos incluso superan ese porcentaje, como Sant Sadurní d’Anoia, Sant Quirze del Vallès y Sant Boi de Llobregat”.

Por todo ello, los socialistas proponen un nuevo modelo de relaciones internacionales para la Generalitat, que pase por promover sinergias con el Gobierno español, con lealtad al Estado y cooperación con otras comunidades autónomas.

“Es imprescindible que la gestión del Govern de la acción exterior adopte criterios de simplificación y racionalidad instrumental, incluyendo la evaluación y el análisis coste-beneficio como herramientas de aprendizaje colectivo y organizativo, de mejora del servicio público, rendición de cuentas y transparencia, contribuyendo a la calidad, la eficacia y la eficiencia de la acción exterior de la Generalitat”, afirma el partido liderado por Salvador Illa.

Oficinas que no están operativas

En este sentido, consideran necesario reordenar la presencia de la Generalitat en el exterior, pues “desde 1986, la Generalitat ha ido creando una red de delegaciones en el exterior que, en la actualidad, está conformada por 20 oficinas, de las que sólo 13 están operativas, cuatro están parcialmente operativas y tres han sido creadas recientemente, Andorra, Brasil y Japón”.

“Es necesario revertir definitivamente el recorte del presupuesto de cooperación, de ayuda oficial al desarrollo, que hizo el primer gobierno de Artur Mas. Este recorte supuso un alejamiento dramático de la consecución de la meta del 0,7%”, indican.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto al comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, en Bruselas / COMISIÓN EUROPEA

Apuestan, asimismo, por potenciar la vocación europea de Cataluña, pues “el pasado mes de octubre, Pere Aragonès fue el primer jefe del Ejecutivo catalán en reunirse con la Comisión Europea en Bruselas desde que en 2015 lo hizo Artur Mas. Lo que hasta el 2013 era una cosa habitual, se convirtió en noticia poniendo fin a siete años de distanciamiento y ausencia de la Generalitat ante la Unión Europea provocado por el procés y sus consecuencias. Sin duda, se trata de un primer paso hacia la normalización de las relaciones del Gobierno de la Generalitat con la UE”.

Además, la Agencia Catalana de Turismo está presente en más de 30 países. La agencia por la competitividad de la empresa, ACCIÓ, cuenta con una red de 40 oficinas en todo el mundo y el Institut Ramon Llull, organismo responsable de la proyección internacional de la lengua y la cultura catalanas, dispone de cuatro oficinas en el exterior (en las ciudades de Berlín, Londres, Nueva York y París, integradas en las Delegaciones del Gobierno en el exterior), mientras que el Instituto Catalán de las Empresas Culturales (ICEC) dispone de cuatro oficinas en el extranjero (Berlín, Bruselas, Londres y París).