El 92% de entrevistas a entidades vinculadas con el debate político que hizo TV3 entre mayo y diciembre se concentró en aquellas que son partidarias de la independencia. Lo constata el último informe de pluralismo político del CAC que revela también que nuestra televisión pública dedicó sólo el 1,5% del tiempo a la emergencia social. Cuestiones que la crisis de la Covid-19 ha revelado esenciales para nuestras vidas, como los recortes en sanidad o la situación precaria de las residencias, no obtuvieron siquiera el 0,1% del tiempo en los meses previos al estallido de la crisis sanitaria que les permitiera formar parte del cuadro estadístico.

Estas cifras no son una sorpresa. Los sucesivos informes del CAC ponen de manifiesto cómo nuestros medios públicos de comunicación dedican la mayor parte del tiempo a informar sobre una agenda política que no sólo está lejos de representar las preocupaciones del conjunto de la ciudadanía. También invisibiliza algunas muy importantes.

La semana pasada pudimos ver cómo el Telenotícies hacía una entrevista al ex presidente, Artur Mas, para conocer su “mirada” sobre el futuro post Covid-19. Unos segundos antes, se informaba brevemente sobre la ratificación de la sentencia a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) por el caso Palau que le exige devolver el dinero. No se hacía referencia a Artur Mas, máximo responsable de la financiación ilegal de su partido en la época del expolio, ni se le preguntaba en la entrevista por ello. Tampoco se hacía mención a los recortes en sanidad que él lideró siendo presidente y que explican en gran parte la situación de precariedad con la que se ha hecho frente a la crisis sanitaria.

Hay unas cosas de las que se habla en TV3 y otras de las que no. Si el informe del CAC muestra que hace unos meses no se hablaba de las listas de espera, ahora se pasa por alto que tras ocho semanas de confinamiento, la mayoría de niños, niñas y adolescentes que no tiene cómo seguir su educación on line, no hayan recibido aún un ordenador con acceso a Internet, tal como prometió el Govern.

No se profundiza en las consecuencias del confinamiento para las víctimas de violencia machista a las que no se está proporcionando asistencia ni recursos habitacionales para alejarse de su agresor. Las entidades que las atienden dicen que no se les ofrece más que asistencia telefónica. Pero TV3 y Catalunya Ràdio no lo explican. No explican tampoco qué está pasando con los niños y niñas que tenían una beca de comedor y dependen ahora de la iniciativa de los ayuntamientos porque el Govern ha sido incapaz de garantizar una necesidad tan prioritaria como la alimentación infantil en medio de una pandemia. Son invisibles también las personas sin techo que se quedaron sin albergues ni posibilidades de acceder a recursos de alimentación o aseo, expuestas doblemente al virus. Salieron de las tinieblas fugazmente cuando el conseller Miquel Buch convocó una rueda de prensa para informar que se había detenido el asesino en serie que había acabado con la vida de cuatro de ellos durante el confinamiento. Ni siquiera entonces TV3 profundizó en por qué no es una prioridad de primer orden en una crisis sanitaria que impone aislamiento y medidas de higiene estrictas garantizar que nadie duerma en la calle. 

Los temas incómodos, que no forman parte de las ruedas de prensa del Govern, no entran en la parrilla de nuestros medios públicos aunque sean esenciales para nuestro presente y nuestro futuro.

Con motivo del debate electoral de cara a las elecciones generales del 28A, el director de TV3, Vicent Sanchis, fue incapaz de preguntar algo que no estuviera relacionado con el procés hasta que había transcurrido una hora y veinte minutos. En ese momento, Cataluña era líder en listas de espera sanitarias y de dependencia y la pobreza infantil se alzaba al 28,5%.

No debería extrañarnos ahora que el CAC nos diga que en los meses previos a la pandemia, la mayor parte del debate político en TV3 giró en torno al juicio por el 1-O y la situación de los procesados: un 18% del total. Sanchis justificó en la comisión de control a la CCMA el enorme despliegue porque era un acontecimiento que cambiaría nuestras vidas. Ahora se ha revelado que lo que las cambió fue no revertir los recortes en sanidad o mejorar la situación de las residencias cuando aún podíamos hacerlo y nuestros medios públicos no nos hablaban de ello.