José Luis Rodríguez Zapatero
El gurú del neo PSOE
9 junio, 2024 00:00Noticias relacionadas
Carles Puigdemont no es el único piojo resucitado por Pedro Sánchez que se moría de asco hasta que el hombre profundamente enamorado de su esposa recurrió a él porque lo necesitaba para mantenerse incrustado en el sillón presidencial. Nos habíamos prácticamente olvidado de José Luis Rodríguez Zapatero hasta que Su Sanchidad necesitó un antiguo líder del PSOE que bendijera su peculiar manera de hacer política, sobre todo porque el principal referente del partido, Felipe González, no lo podía ver ni en pintura (como él mismo se ha encargado de demostrar en varias ocasiones). Y es que, ¿por qué deberíamos recordar con cariño y respeto al señor Rodríguez Zapatero? ¿Por su talante? ¿Por su idea (de bombero) de la Alianza de Civilizaciones? ¿Por haber despertado el guerracivilismo en España, tarea a la que luego se consagraron con entusiasmo digno de mejor causa Podemos y Vox?
Rodríguez Zapatero había caído en un justo olvido del que solo salía para empeorar las cosas, como cuando se ofreció a mediar entre Nicolás Maduro y la oposición venezolana y lo único que hizo fue ponerse de parte del autobusero reciclado en sátrapa. El hombre parecía haber sido enviado justamente al basurero de la historia hasta que Sánchez decidió que le convenía tener a alguien con cierto pasado (aunque no fuese gran cosa) para que le hiciera la pelota con su célebre (e incomprensible) talante y le riera todas las gracias. Tú me rascas la espalda a mí y yo te la rasco a ti.
Como la ocasión la pintan calva (o resiliente), Rodríguez Zapatero se apuntó encantado a interpretar el papel que le había escrito Sánchez, el de una especie de gurú de un nuevo PSOE cuya única regla es tener contento al jefe y hacer todo lo que diga, no vayas a caer en desgracia y quedarte sin el cargo que te ha caído (véase la actitud de Mariajezú Montero, José Manuel Albares o Félix Bolaños). De ahí que se haya cascado toda la campaña hablando maravillas de su (supuesto) heredero, que es muy capaz de quitárselo de encima en cuanto repare en que no le sirve para gran cosa. Haciendo suya la retórica sanchista, Zapatero se ha apuntado a la teoría del fango, a los peligros del farcihmo y a lo que hiciera falta. ¿Qué Sánchez hacía algo discutible? Pues ahí estaba él para asegurar que eso no es que fuera lo mejor que se podía hacer, sino lo único.
¿Se estará trabajando algún cargo europeo el señor Zapatero? O, simplemente, ¿disfruta de un renacer inesperado con el que aspira a sustituir a Felipe González como figura fundamental del PSOE? Dudo que toda la tabarra sicofante que está dando sea gratis et amore. Si así fuera, el hombre resultaría ser aún más simplón de lo que siempre me ha parecido.