Una fábrica de mascarillas / EUROPA PRESS

Una fábrica de mascarillas / EUROPA PRESS

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Un juzgado de Madrid investiga al entorno de Mascarillas Béjar por estafa

Una exdirectiva de la compañía pide que su imagen “quede al margen” del escándalo de las supuestas falsificaciones de los tapabocas

24 noviembre, 2022 00:00

El Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid ha abierto una investigación sobre el entorno de Mascarillas Béjar. La magistrada ha admitido a trámite la querella presentada por una exdirectiva de la empresa, que señala a Francisco Manuel Sans Huecas, ex director general de la compañía, Luis Sans Huecas --su hermano, vinculado con el escándalo de iDental--, María del Carmen Huecas --madre de los dos anteriores-- y John William Sargent, exchairman de la compañía, como presuntos autores de un delito de estafa.

La exdirectiva denuncia que se siente “engañada” tras descubrir el presunto fraude que escondía la empresa con sede en la localidad homónima de Salamanca, que se constituyó al inicio de la pandemia del Covid-19 para fabricar mascarillas quirúrgicas y FPP2. Asegura que, si bien en un principio la fabricación de los tapabocas “fue real” y se llevó a cabo con todas las garantías, con la regulación de los precios por parte del Gobierno la directiva habría cometido una estafa para mantener las ganancias: importar los tapabocas de China y hacerlos pasar por españoles.

Mascarillas ¿'made in Spain'?

La empresa, constituida en noviembre de 2020, es una marca registrada de Textiles Sanitarios Iberia SL. En 2021, fue renombrada como Manufacturing Textiles de Béjar y saltó a la fama por ser la primera en reinventarse, comprar ocho máquinas y pasar de la producción de textiles de moda a fabricar millones de mascarillas made in Spain

La fábrica se montó que te mueres. Se hicieron los suelos, zonas para los empleados, vinieron las televisiones para mostrar cómo se hacían la FPP2 y entraron con las cámaras hasta las duchas de los trabajadores. Todo estaba impoluto”, asegura la denunciante. Además, precisa, tenían acuerdos de maquila con empresas de fabricación nacional, una de Andalucía y otra de Castilla-La Mancha. También contaban con una fábrica de guantes de nitrilo en Portugal.

"Era una mentira, una estafa"

Las cosas se empezaron a torcer a partir de agosto de 2021, cuando el precio de las mascarillas comenzó a bajar, pero los gastos de producción se mantuvieron, hecho que derivó en un descenso de la rentabilidad del negocio. Fue entonces cuando, según su versión, la empresa comenzó a importar grandes cantidades de mascarillas producidas en China y las hizo pasar por productos sanitarios de fabricación española.  

La exdirectiva señala como artífice del presunto escándalo a Luis Sans, el exdirectivo de iDental juzgado en la Audiencia Nacional por uno de los mayores fraudes sanitarios que se recuerdan en España. Mantiene que fue él, hermano del director general, quien ocultó que el volumen de mascarillas que comercializaban no se correspondía al que se producía en la fábrica de Salamanca, sino que procedían del gigante asiático. “Ojo, para que no cunda el pánico y por la responsabilidad civil que pueda recaer sobre nosotros: las mascarillas importadas eran buenas. Era una mentira y una estafa, pero eran como las que se fabricaban aquí”, precisa. En la última fase, según esta extrabajadora, lo único que hacía Mascarillas Béjar en España era envasarlas.

"Luis Sans nunca ha estado vinculado"

El escándalo salió a la luz cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) solicitó a la empresa el cese voluntario de comercialización y retirada del mercado de las mascarillas quirúrgicas de la marca “debido a las deficiencias de fabricación y trazabilidad de los productos”. A raíz de estos hechos, en verano de 2022, Manufacturing Textiles de Béjar se declaró insolvente y entró en concurso voluntario de acreedores.

Su actual administrador ha lamentado en conversaciones con este medio que "el nexo inexistente" establecido por los medios de comunicación entre Mascarillas Béjar y Luis Sans ha provocado el descalabro de la empresa. De los 40 trabajadores que tenía la compañía se han quedado en "cero". "Luis Sans nunca ha estado vinculado a esta empresa", mantiene. Sin embargo, la magistrada estudia si hay visos de que en la relación entre los exdirectivos podrían haberse cometido irregularidades que ahora investiga. En la misma línea, la exdirectiva mantiene que Luis Sans tuvo "una actitud reprochable". "Pido que nuestro nombre quede al margen, porque ha engañado a todo el mundo. Incluida a mí", asegura.