La incertidumbre en ERC retrasa los pactos de gobierno en Cataluña
- La segunda vuelta para escoger al líder de los republicanos alarga las negociaciones para los presupuestos catalanes; mientras, el Govern avanza en conversaciones con los Comunes
- Más información: El PSC apuesta por la "estabilidad" interna de ERC para garantizar el apoyo a los presupuestos
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El congreso de ERC no dilucidó nada sobre el futuro del partido. Más bien lo contrario. Agudizó todavía más la división interna entre junqueristas y antijunqueristas.
Si bien es cierto que se trata de una cuestión interna de partido –en tanto que se decide su liderazgo–, la incertidumbre que vive ERC resuena en la política catalana porque retrasa los pactos de gobierno.
En las pasadas elecciones autonómicas, Esquerra pasó de gobernar a ser el tercer partido. El pinchazo fue contundente: perdió 200.000 votos y 13 diputados. Pero eso no le impidió ser clave para investir al socialista Salvador Illa como president de la Generalitat.
Negociación de los presupuestos
En un primer momento, ERC intentó desentenderse de un posible pacto con el PSC, dejando a Junts esta tarea al ser la segunda fuerza más votada. Este camino duró más bien poco. Junto con los Comuns, los republicanos ahora son una pieza clave en el Govern de Illa.
La financiación singular es la piedra angular de los acuerdos entre ERC y PSC. Los pasos que se hagan sobre este asunto serán determinantes para que los republicanos apoyen los presupuestos de 2025.
De momento, el PSC tiene las manos libres para cumplir su acuerdo. En el congreso federal del PSOE celebrado este fin de semana en Sevilla, los socialistas cerraron un pacto lo suficientemente genérico sobre financiación autonómica que le da vía libre para definir el modelo de financiación en Cataluña.
Pero que se avance o no en financiación depende de la negociación de los presupuestos.
Dos semanas más de incertidumbre
El Gobierno de Salvador Illa ha dejado claro en más de una ocasión que sin presupuestos no se pueden desplegar los acuerdos de investidura. Los socios, especialmente los republicanos, opinan lo contrario: sin concreciones en materia de financiación no habrá negociación.
Una negociación encallada, precisamente, por los independentistas. Los resultados del congreso del sábado alargan todavía más la espera. No será hasta dentro de dos semanas, en segunda vuelta, que los militantes escogerán a la nueva cúpula de un partido dividido en dos.
El tiempo se agota. El objetivo es aprobar las cuentas durante el primer trimestre de 2025, pero si hasta ahora la negociación para los presupuestos no se ha podido abordar, la división en ERC la retrasará todavía más.
Pactos en Barcelona y Moncloa
Pero la incertidumbre en ERC no sólo afecta a los pactos en el Parlament. Los republicanos también son claves en el Congreso de los Diputados y en el futuro del Ayuntamiento de Barcelona.
En la Cámara Baja queda por resolver cuestiones como la condonación parcial del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), pactada en el marco de la investidura de Pedro Sánchez, y que implica el perdón de unos 15.000 millones de euros.
En el consistorio barcelonés podrían entrar en el gobierno en minoría de Jaume Collboni.
En junio de este año, el grupo municipal de ERC anunció un preacuerdo para entrar en el ayuntamiento, que se vio truncado por una votación fallida. La gran movilización de la militancia obligó a cancelar el acto por falta de espacio.
La condición: "cumplir" los pactos
El liderazgo de ERC se disputará entre Oriol Junqueras y Xavier Godàs. Indistintamente de quien gane, el apoyo de los republicanos a los socialistas no variará siempre que “se cumpla con lo pactado”, advierten desde las filas republicanas.
Ambas candidaturas han formado parte de algún que otro pacto. La candidatura de Godàs es rovirista, por lo que legitima el acuerdo de investidura del presidente Illa liderado desde la dirección de ERC por Marta Rovira.
En el acuerdo en Barcelona fue Elisenda Alamany –segunda en la candidatura de Junqueras– la que cerró el pacto.
Así, los socialistas cuentan en la candidatura de Godàs con los mismos actores con los que han venido negociando en el Parlament, a pesar de que hayan expresado su rechazo a una posible coalición con Collboni.
En paralelo, el equipo de Junqueras sigue contando con figuras con las que los socialistas han establecido vínculos y complicidades en el ámbito municipal.
Pendientes de la entrada de Foc Nou
Sin embargo, todo podría cambiar en caso de que ambas candidaturas incorporen en sus listas a miembros de Foc Nou, la opción derrotada en el congreso.
Este caso podría alterar las negociaciones por ser el sector más crítico del partido por los acuerdos con el PSC. Pero tanto Junqueras como Godàs no cierran la puerta a esta idea para ganar apoyos con vistas a la segunda vuelta.
El desenlace se verá el próximo 14 de diciembre. En caso de que vuelva a ganar, Junqueras tendrá, primero, que recomponer la ejecutiva para, después,"recoser" un partido dividido.
El Govern tiene la esperanza de aprobar las cuentas a principios de 2025, pero los tempos de ERC no van al unísono.