A Casa das Pedriñas

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Historia

La casa de cuento que rinde tributo a Gaudí: una joya de la arquitectura a 900km de Cataluña

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El modernismo no es un movimiento arquitectónico 100% catalán. Por mucho que aquí se desarrollara de forma notable con artistas de la talla de Gaudí, Puig i Cadafalch y Domènech i Montaner, entre otros, esta corriente arraigó en otras partes del mundo.

Dentro de España, es cierto, que en Cataluña fue donde más caló, pero eso no quita que muchos otros arquitectos, impresionados por los genios modernistas, no intentaran adoptar este estilo al suyo. No es sólo que Gaudí realizara proyectos en León y Cantabria, otras figuras de la época quisieron crear sus propios edificios modernistas inspirados en el genio de Reus.

De Murcia a Galicia

Si en Murcia hay una sede de la Administración autonómica diseñada con un gusto algo dudoso, Galicia también esconde una casa de cuento, casi de brujas, que refleja la influencia de esta corriente artística. La obra en cuestión, de todos modos, no es fácil de ver.

El edificio se halla en A Veiga, un pequeño municipio en la comarca de Valdeorras (Orense), y se erige como uno de los grandes protagonistas. Allí se encuentra la Casa das Pedriñas, una obra arquitectónica única que evoca la genialidad de Gaudí y el modernismo catalán. 

Cómo es la casa

Este edificio, revestido de pequeñas piedras de colores, conchas y fragmentos de vidrio, es el legado de un emigrante ourensano, Daniel Mancebo, quien dedicó años a su construcción, piedra a piedra, dejando en ella la impronta de su creatividad desbordante.

La Casa das Pedriña, además, oculta una historia particular que sorprende tanto o más que su peculiar estética. Su creador, como tantos gallegos de su generación, emigró en busca de oportunidades y de allí llegó con una genial ideal para su pueblo. 

Inspirado en Gaudí

Mancebo trabajó en las minas de carbón de Villablino (León) antes de trasladarse a Barcelona, donde desempeñó varios oficios, desde limpiabotas hasta trabajador del tranvía. En la ciudad condal, el contacto con el modernismo catalán y, especialmente, la obra de Antoni Gaudí, despertaron su vocación artística. 

Esa influencia quedó allí, para él. Su vida transcurrió como la de cualquier otro ciudadano. Pero con el tiempo, y ya cercano a la jubilación, algo pasó. Decidió regresar a A Veiga, donde comenzó a construir la Casa das Pedriñas. Poco podía imaginar que ese proyecto, hecho sin grandes pretensiones iniciales, acabaría convirtiéndose en un símbolo de la comarca.

A Casa das Pedriñas

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Búsqueda de materiales

Y es que la construcción de la Casa das Pedriñas fue un trabajo titánico y profundamente personal. Durante años, Mancebo, con la ayuda de su esposa, Belarmina, recolectó piedras de canto rodado de los alrededores, ademmás de vidrios, conchas y botellas

Estas pequeñas piezas, seleccionadas cuidadosamente por sus vetas, colores y composición mineral --algunas incluso contenían trazas de oro y wolframio--, se convirtieron en los principales elementos decorativos de la casa. 

Homenaje al modernismo de Barcelona

La historia de estas piedras que cubren el edificio también es curiosa. Según declaraciones a El Español del teniente de alcalde de A Veiga, Vicente Lameiro, Mancebo aprovechaba los veranos para avanzar en su obra, cargando el maletero de su coche con piedras recolectadas tras largas jornadas de pesca en la zona.

En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que el edificio, hecho revestido también de cristales, conchas, botellas y fragmentos de vidrio, es un homenaje a la geometría y al modernismo, con formas ondulantes y un revestimiento que recuerda a los mosaicos característicos del modernismo catalán. 

Muerte del autor

Aunque el proyecto quedó inacabado tras el fallecimiento de Mancebo, sus hijas, herederas de la propiedad, han comenzado recientemente a realizar pequeñas reformas, como la instalación de nuevas ventanas. 

Por su parte, el Concello de A Veiga ha mostrado interés en alcanzar un acuerdo con la familia para gestionar el inmueble como parte del patrimonio cultural local, aunque hasta ahora no se ha concretado ninguna cesión.

Valorización de la zona

Si eso pudiera llevarse a cabo, supondría una revitalización y redescubrimiento de la zona. Junto a la Casa das Pedriñas, se encuentra otro lugar icónico de A Veiga, la Cántara da Moura, una cueva cargada de historias que mezcla mitología gallega y memoria histórica. 

Este enclave fue utilizado como refugio por personas que huían de la Guerra Civil, pero también ha sido escenario de innumerables leyendas transmitidas por tradición oral. Según Lameiro, estos dos lugares son los más visitados del municipio y atraen a turistas interesados tanto en el patrimonio cultural como en los paisajes naturales de la comarca.