El Fairmont Juan Carlos I Barcelona, un cinco estrellas gran lujo propiedad de la familia saudí Ben Nasser / CG

El Fairmont Juan Carlos I Barcelona, un cinco estrellas gran lujo propiedad de la familia saudí Ben Nasser / CG

Business

Apollo ultima la compra del Fairmont Juan Carlos I

El expropietario de Evo Banco cierra los flecos de la adquisición del hotel de cinco estrellas, operación del año en la hotelería de Barcelona

8 abril, 2021 00:00

Apollo Global Management ultima la compra del Fairmont Juan Carlos I. El grupo inversor estadounidense cierra los flecos antes de la adquisición del hotel de cinco estrellas, único activo gestionado por la hotelera canadiense en España. 

Lo han explicado al menos dos fuentes cualificadas del sector, indicando que las conversaciones entre la propiedad del alojamiento de lujo, Barcelona Project's, y el private equity que fuera dueño de Evo Banco están tan avanzadas que la operación ya se habría comunicado con discreción a la plantilla. Otras voces consultadas han apuntado a que la adquisición, llamada a ser ser la inversión del año en la hotelería barcelonesa, está pendiente de un pago inicial de los inversores. 

 

 

Apollo ultima la compra del Fairmont Juan Carlos I / CG

Hay otros pretendientes

Preguntada sobre la cuestión, la portavocía de prensa de Apollo Global no ha contestado a las preguntas de este medio. Sí lo han hecho voces del sector, que han alertado de que si bien la cotizada en la bolsa de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés) lleva la delantera en los contactos para hacerse con el establecimiento de 430 habitaciones y suites, en una operación que intermedia Cuatrecasas, no es la única pretendiente. 

De hecho, y como avanzó Hosteltur, hasta cinco fondos y gestoras de inversión se han presentado a la puja por un hotel que es propiedad de Barcelona Project's, sociedad inmobiliaria de la familia Ben Nasser, saga encabezada por Turki ben Nasser, miembro de la familia real saudí y exministro nacional de Medio Ambiente hasta su fallecimiento en enero de este año. 

Venta en marcha

El óbito del príncipe saudí aceleró la colocación de un activo que aterrizó en el mercado como otros en Barcelona: con la llegada de la pandemia del coronavirus. La hotelería de la Ciudad Condal obligó al cierre abrupto de los alojamientos de la capital catalana, una clausura que comunicó el propio Gremio de Hoteles a sus asociados, tal y como explicó este medio

Imagen del hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona / CG

Imagen del hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona / CG

Tras ese lance dramático para los propietarios, llegó la atonía turística, que se prolongó durante el verano de 2020 y continúa hasta ahora, como la organización empresarial recordaba en un vídeo reciente. Ello ha provocado que los dueños de hoteles se hayan comenzado a desprender de activos para aguantar su tesorería con el capítulo de ingresos a casi cero. Comenzó Selenta con la venta de Nobu Barcelona a ActivumSG por 80 millones a final de año, y siguieron otras cadenas. 

Un espacio congresual...

En el caso del Fairmont Juan Carlos I, no obstante, Apollo o el fondo que cierre la compra del hotel tendrán que estar atentos a las particularidades del establecimiento. Estas se centran en dos aspectos. Uno, su configuración, pues el activo se sometió a una cuidada renovación tras la entrada de Fairmont como explotador en 2014. Del alojamiento situado en el extremo sur de la avenida Diagonal penden el hotel, los jardines, un spa y el Palacio de Congresos de Cataluña. 

De hecho, la gestión de lo que constituye un auténtico resort de convenciones en la frontera de Barcelona generó problemas a otros explotadores en el pasado. El principal de ellos Husa Hoteles, gestor durante dos etapas y que acabó denunciado por Barcelona Project's por estafa. El juez archivó el procedimiento contra la hotelera de Joan Gaspart, tal como explicó Crónica Global

... y una concesión

El segundo elemento que el nuevo dueño deberá colocar bajo vigilancia es el terreno sobre el que reposa el hotel. El Fairmont Juan Carlos I se inauguró en 1992, con ocasión de los Juegos Olímpicos de Barcelona, sobre una pastilla que era una concesión administrativa del Ayuntamiento de Barcelona. Ese permiso vence en 2042, por lo que la compañía que incorpore el alojamiento a su portafolio deberá asegurarse de que la Administración renueva el permiso. En ello van las amortizaciones de las inversiones. Incluida la última reforma, que costó 40 millones. 

En este sentido, fuentes conocedoras de conversaciones entre propiedad y Ayuntamiento indican que el Ejecutivo local vería con buenos ojos la renovación de la cesión. No en vano, el hotel que lleva el nombre del rey emérito es un auténtico generador de riqueza y empleo, con más de 400 puestos de trabajo directos que, desde hace un año, están en su mayoría en expediente de regulación temporal a la espera de que el turismo recupere comba.