Holaluz pincha en el mercado en su cruzada para intentar ocultar sus problemas
La compañía saca pecho de una reducción de costes en 2023 e incide en unos resultados que ya ha comunicado en varias ocasiones, por lo que su impacto en la cotización es nulo
15 junio, 2024 00:00Noticias relacionadas
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El giro copernicano experimentado por Holaluz en el contexto de la crisis financiera por la que atraviesa la compañía no está dando los frutos esperados, al menos en cuanto a efectos en su cotización. En las últimas horas, la comercializadora energética ha vuelto a pinchar en el mercado en un nuevo intento por dejar en un segundo plano los problemas que la acucian, apenas a dos semanas de una junta de accionistas que se antoja crucial.
De no transmitir apenas información tanto al mercado como a los medios de comunicación, Holaluz ha pasado a un extremo opuesto, a raíz de que la delicada situación financiera que vive comenzara a activar las alarmas de los inversores y los problemas empezaran a aparecer en la prensa.
La primera reacción de Holaluz fue mantener un perfil muy bajo y escasamente transparente tanto con el BME Growth, el mercado de empresas en desarrollo en el que cotiza, como con los medios. Tras los numerosos retrasos a la hora de presentar sus cuentas de 2023 y el del informe de auditoría, y la rebelión de algunos de los accionistas, que exigen cambios de calado en la gestión de la empresa, las tornas cambiaron de forma radical.
Una buena prueba fue la de ayer viernes, cuando Holaluz emitió un extenso comunicado en el que se hizo eco del resultado de un proceso de reducción de costes que se tradujo en una cifra global de 30 millones de euros en el pasado ejercicio.
Mensajes reiterados
En la nota, Holaluz insiste en los resultados consignados en el primer trimestre de 2024, con un resultado operativo (Ebitda) normalizado que vuelve a cifras positivas y registros de facturación recurrente que se mueven en una horquilla de entre 15 y 20 millones de euros al mes.
Números que la compañía ha transmitido de forma reiterada en las últimas semanas, desde que finalmente lograse cerrar las cuentas de 2023 y el avance del inicio de 2024, que constituyó la base de la presentación a analistas que llevó a cabo en los primeros días del mes de mayo, tras dos aplazamientos.
Como era de esperar, la publicación de guarismos y tendencias ya conocidos no ha tenido incidencia positiva en la cotización de Holaluz, que finalmente ha cerrado la jornada del viernes sin cambios al conseguir enjugar in extremis los retrocesos próximos al 4% que ha llegado a acumular a lo largo de la sesión.
Y es que los aspectos que generan mayor inquietud entre los inversores y que tienen en pie de guerra a accionistas como Axón y Geroa Pensionak, cuyos representantes en el consejo se negaron a firmar las cuentas anuales y el informe de gestión de 2023, han brillado por su ausencia en este reiterativo comunicado.
Venta de activos
En concreto, Holaluz no hace mención de las negociaciones que mantiene con inversores y entidades financieras para obtener a muy corto plazo en torno a 20 millones de euros que precisa para poder paliar las notables tensiones de liquidez que padece.
La pasada semana, la empresa anunció un acuerdo para la venta de su cartera de préstamos al consumo para cerca de 800 clientes, con un descuento próximo al 40%, que le permitió ingresar algo más de cuatro millones de euros y, al menos, alejar el fantasma del preconcurso de acreedores; una opción que el propio consejo de administración admitió tener en la recámara en el caso de que las negociaciones para obtener liquidez no llegaran a buen puerto.
Tampoco se menciona el estado actual del fondo de maniobra negativo, que a cierre de 2023 superaba los 44 millones de euros y era uno de los motivos que había llevado a EY, la firma encargada de la auditoría, a expresar sus dudas sobre la viabilidad de Holaluz si no mediaba un giro brusco de la situación.
La estrategia de recorte de costes es uno de los elementos que podrá ayudar a Holaluz a superar su actual situación, aunque conviene recordar que parte del montante anunciado este viernes se corresponde con el notable ajuste de plantilla anunciado a finales del pasado año, cuando la situación de la empresa comenzaba a reflejar síntomas preocupantes.
Holaluz es una de las múltiples víctimas de los nocivos efectos que la notable volatilidad de los precios eléctricos ha tenido en el efecto de la comercialización. Aquel ERE fue una primera señal de alarma, pero, lejos de aclararse, el escenario se torna cada vez más complejo para la empresa.
El anuncio del recorte de costes y la venta de los préstamos se enmarca en el contexto de la próxima junta general de accionistas de la compañía, en la que está previsto que los socios al margen del equipo fundador de la empresa manifiesten su oposición a la gestión del consejo que lidera la presidenta y cofundadora, Carlota Pi.