El Ibex cerró en 2023 su mejor año desde 2009 / EP

El Ibex cerró en 2023 su mejor año desde 2009 / EP

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El Ibex se dispara a máximos de siete años entre lluvias de dividendos y bajadas de tipos

El índice selectivo se asoma a la barrera de los 11.000 puntos por primera vez desde la primavera de 2017, impulsado por las expectativas de un cambio de ciclo en la política monetaria y las revisiones alcistas de objetivos empresariales

22 marzo, 2024 00:00

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Un notable rendimiento durante las últimas semanas ha situado a la Bolsa española como la más destacada entre las principales plazas mundiales en el último mes, y al Ibex 35, su índice selectivo, en sus cotas más elevadas de los últimos siete años, con la barrera de los 11.000 puntos prácticamente a tiro.

Si en numerosas ocasiones se cierne sobre los mercados la tormenta perfecta, con la concatenación o incluso combinación de factores negativos, bien podría hablarse durante las últimas semanas de un anticiclón perfecto, cuyos principales elementos han sido las positivas noticias empresariales. Y, además, los síntomas cada vez más evidentes de la llegada de un cambio de ciclo en la política monetaria, con las primeras bajadas de tipos de interés durante la segunda mitad de 2024.

Un mes excepcional

En las últimas cuatro semanas, el Ibex 35 ha sumado avances superiores al 7%, un recorrido alcista que ningún otro indicador europeo ha podido seguir. Algo más atrás se ha quedado el milanés MIB 30, con un 6%; el germano DAX, en torno al 4,5%; y el paneuropeo EuroStoxx50, con una subida de algo más del 4%.

A este salto ha contribuido el clima de optimismo empresarial que ha sembrado la temporada de resultados, finalizada el pasado 13 de marzo, con las cuentas anuales de Inditex, una de las múltiples compañías que cerró el pasado ejercicio con cifras históricamente elevadas. 

Cotización de Inditex, en las pantallas de la Bolsa de Madrid / EP

Cotización de Inditex, en las pantallas de la Bolsa de Madrid / EP

Pero además, también han sido numerosos los casos en los que las cotizadas han revisado al alza algunos de sus objetivos a medio y largo plazo, al calor precisamente del desempeño mostrado en 2023. 

El caso más reciente ha sido el de Iberdrola, que este mismo jueves ha dado algo más de visibilidad a su hoja de ruta, con una mejora de su objetivo ya establecido para 2025 y una lluvia de dividendos de 11.000 millones de euros hasta 2026. 

El efecto de la banca

Anteriormente, Caixabank también elevó sus metas, tanto de rentabilidad como de generación de capital para el accionista en el plan que finaliza este 2024, para pasar de 9.000 a 12.000 millones. 

En general, la banca publicó resultados record, impulsados por el efecto de la subida de tipos. Pero lo que en estos momentos cotiza en los mercados son las previsiones generalizadas de las entidades de que en 2024 podrán mejorar estos registros.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz (izq.), y el presidente, Antonio Brufau / EP

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz (izq.), y el presidente, Antonio Brufau / EP

Una circunstancia que, igualmente, repercutirá en los dividendos, dado que la política de las entidades financieras pasa por fijar un porcentaje de beneficios destinado a este fin ('pay-out'), que se mantiene en todos los casos. 

En el sector energético, además de Iberdrola, Repsol y Endesa han procedido igualmente a actualizar sus programas a largo plazo, que han incluido revisiones al alza tanto de objetivos de inversión como de dividendos.

Cellnex, Indra, Aena...

Los inversores también aguardaban las citas con los planes de Cellnex Telecom e Indra, que no han decepcionado y que, incluso, depararon alguna que otra sorpresa en riguroso directo, como fue la obtención del grado de inversión de S&P por parte de la primera, casi un año antes de lo esperado. 

Otra de las grandes del Ibex por capitalización, Aena, también mejoró sus perspectivas y adelantó objetivos como las cifras de pasajeros en los aeropuertos, además de alcanzar tanto resultados como dividendos inéditamente elevados.

El escenario se completa con un horizonte de tipos algo más bajos, que abaratará la financiación de las inversiones en un mercado que, además, está aun muy lejos de sus mnáximos históricos, ésos sobre los que el resto de las principales plazas del Viejo Continente (salvo Milán) y los principales índices de Wall Street navegan desde hace tiempo.