Ser más verde para ser más rentable: la sostenibilidad como palanca de crecimiento empresarial
- Las oportunidades y los desafíos de las políticas sostenibles en las compañías centran una mesa redonda con la participación de CaixaBank, Alier, Kave Home e IQS
- Las exigencias regulatorias y los nuevos hábitos de consumo empujan a las empresas hacia un paradigma más respetuoso con el medio ambiente. La clave: el liderazgo y la convicción para asumir cambios
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Hace tiempo que la sostenibilidad dejó de ser una política opcional para las empresas. Ante un entorno regulatorio cada vez más exigente, sumado a la extensión de nuevos hábitos de consumo, las organizaciones no tienen más salida que revisar sus operaciones para avanzar hacia un horizonte verde e incluso neutro en emisiones en 2050 –en la jerga del sector, net zero–.
Aunque este cambio tiene su recompensa. En una mesa redonda organizada por Crónica Global, que contó con la participación de representantes de CaixaBank, Alier, Kave Home e IQS, se destacaron los beneficios que las medidas sostenibles vinculadas con la eficiencia energética, la circularidad y la valorización de residuos reportan a las empresas.
Cambio sí o sí
La responsable de sostenibilidad de Banca de Empresas de CaixaBank, Lourdes Moreno, sostuvo que "pensar en una compañía que genere flujos de caja a futuro dejando totalmente al margen la sostenibilidad resulta muy complicado. Hay una dirección ya no solo de la cadena de valor, sino del consumidor final. Hay una tendencia a exigir bienes y servicios que tengan una connotación respetuosa con el medio ambiente".
En cuanto al coste de capital, la directiva también fue clara: "Las entidades financieras estamos teniendo un gesto de rentabilidad para todas aquellas financiaciones con destinos a proyectos verdes". Aun cuando fuera solo con "carácter defensivo", como incidió Moreno, las compañías deben evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos, como ha hecho el propio grupo financiero sumándose a la alianza Net Zero Banking Alliance.
"La sostenibilidad es algo estratégico. Requiere cambios estructurales a nivel de gobernanza. Si esto la propiedad no lo ve es imposible implementarla. Nuestra experiencia en el banco ha sido que la sostenibilidad tal como la concebimos ahora no es como la responsabilidad social corporativa antigua, que era un poco exógena a la toma de decisiones diaria, sino que está plenamente integrada", argumentó.
Apuesta por la circularidad
El responsable de sostenibilidad de Alier, Joan Luque, incidió en el "tsunami regulatorio" originado por las autoridades europeas, como las nuevas directivas CSRD, que obliga a mover ficha a los privados. El caso de Alier es paradigmático. Esta papelera centenaria con sede en Rosselló (Lleida) ha transitado de forma decidida en la última década hacia la valorización de residuos, lo que se ha traducido en proyectos ambiciosos como el lanzamiento de polyAl, un nuevo producto mezcla de plástico y aluminio, o la instalación de una de las mayores plantas de biomasa de España.
Su compromiso viene de lejos: "Nosotros trabajamos con material 100% reciclado desde hace más de 75 años. Y nuestra apuesta por la valorización de residuos nos está llevando a ampliar nuestra actividad de la fabricación de papel, a la valorización de residuos de forma sostenible. El enfoque de Alier es poner el centro de la gestión de la compañía tanto en los aspectos económicos, como los aspectos ambientales y sociales, y la creación de valor mediante el reciclaje sostenible y el desarrollo de soluciones innovadoras".
La innovación, clave
La directora de sostenibilidad de Kave Home, Alba Obiols, explicó su "apuesta por la prevención, preparación y reutilización, como hacemos nosotros con la recuperación de muebles para evitar residuos". La marca de muebles de diseño con sede en Sils (Girona) ha diseñado una estrategia circular para dar una segunda vida al mobiliario usado. Abandonar un "modelo lineal de producción" no ha menoscabado los números de la firma, sino todo lo contrario: Kave Home disparó su facturación y se halla en plena expansión comercial.
Obiols abunda en las ventajas de la sostenibilidad, también vinculadas a la innovación: "Hemos integrado la inteligencia artificial para reducir el stock que producimos. Desde que nos hemos focalizado en no producir tanto sino en prever a través del análisis de datos esa producción masiva que luego a lo mejor no vamos a vender, nos ahorramos cantidad de dinero comprando material. Antiguamente, lo que se hacía era eliminarlo porque no se tenía presente esa jerarquía de gestión de residuos y la eliminación te costaba dinero".
Primero: estar convencido
Moreno añadió la importancia de que todas las iniciativas sostenibles "aterricen en un plan". "Necesitas medir, necesitas los indicadores para ver si vas por buen camino. Hay metodologías estándares internacionales pero poco alcanzables a lo mejor para la mediana o pequeña empresa. Nosotros tenemos desde el Ibex 35 hasta la pequeña empresa, y a esta también tenemos que ayudarla en el mundo de la sostenibilidad", expuso.
Precisamente, CaixaBank lanzó a finales de 2023 un equipo de 150 asesores especializados en sostenibilidad para trabajar codo a codo con el tejido productivo. Un rol no solo de ayuda, sino también de concienciación: "Antes de hacer ese autodiagnóstico, es muy importante trabajar la convicción con los clientes. La normativa lo que hace es cubrir el expediente, pero lo primero es la convicción de la alta dirección, la convicción de verdad. Es verdad que es bueno que haya un equipo técnico que coordine todas estas iniciativas, pero la estrategia nos viene en cascada desde la alta dirección hasta los departamentos más pequeños".
Si el liderazgo empieza arriba es más probable que este desafío se asuma de forma colectiva. Como ejemplificó Luque, la reducción de emisiones de alcance 1 y 2, que corresponden a las directamente asociadas con la actividad productiva, dependen de cada organización. Pero las de alcance 3 tienen en cuenta la actividad de los proveedores y son el "gran reto que tenemos todas las empresas". En el caso de Alier se ha "reforzado ese vínculo con nuestro entorno porque si podemos ser tractores para intentar dentro del ámbito de nuestras posibilidades que gire la rueda de la sostenibilidad".
Objetivos a largo... y a corto
Por su parte, el catedrático de química y director asociado de IQS School of Management, Carlos Malet, fijó un horizonte temporal: "Todos tenemos en mente el 2050 para llegar a algún sitio. Veremos si llegamos a ser neutrales en carbono, pero debemos fijarnos objetivos". La escuela de negocios de IQS ha integrado en su oferta académica esta visión con la vocación de que sus hornadas de nuevos profesionales implementen estrategias sostenibles en las corporaciones.
Porque aunque 2050 parezca lejano, "está aquí". "Estamos hablando de cambios que tienen una inercia muy difícil de cambiar. En el pasado hemos tenido ejemplos relativamente sencillos de solucionar como la capa de ozono, que era un problema grave pero estaba asociado a determinados productos químicos sobre los que la industria reaccionó rápidamente. Igual que con el Covid: en un año y medio encontramos una vacuna, algo impensable en la historia de la humanidad. Tenemos capacidades técnicas para solucionar problemas muy graves de nuestro entorno, pero algunos de los cambios que hemos producido desde el inicio de la revolución industrial tienen una inercia muy grande".
A esta perspectiva de luces largas, Obiols añadió que hacen falta subobjetivos anuales para ir reduciendo el impacto ambiental: "Lo importante para llegar al objetivo de net zero es identificar esas prácticas que te permitirán una operativa empresarial productiva a nivel general, cada uno en su sector, entrando en unas dinámicas en que ya reduces". Y resumió: "Reducir lo puedes hacer cada año. Cada año te puedes establecer una meta". Lo importante es dar el primer paso.