Una de las juntas de Grifols con la antigua cúpula directiva / EP

Una de las juntas de Grifols con la antigua cúpula directiva / EP

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Los Grífols utilizaron Scranton para controlar la sicav Dunmore hasta su liquidación

El consejero delegado de la sociedad inversora, con la que la familia fundadora de los laboratorios trata de marcar distancias, compartió con Raimon Grífols y Tomás Dagá el consejo de este vehículo, que tenía como secretaria a Nuria Barnés, que ocupa el mismo puesto en la cotizada

17 enero, 2024 00:00

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Mientras el consejo de administración de Grifols trata de convencer al mercado de que Scranton Enterprises es un accionista más de la compañía, y desvincular las operaciones realizadas con él de su relación con la familia fundadora, las evidencias apuntan cada vez más a todo lo contrario.

Es el caso del papel de matriz que Scranton ejerció en la sicav que los Grífols registraron a mediados de la pasada década, y a través de la que canalizaron parte de sus inversiones particulares hasta mediados de 2021, cuando procedieron a su liquidación.

En el punto de mira

"Scranton no es el family office de los Grífols", apuntó la semana pasada de forma tajante Thomas Glanzmann, presidente y consejero delegado de la farmacéutica cotizada, en el transcurso de la conferencia que la cúpula directiva mantuvo con analistas e inversores para desmentir las graves acusaciones sobre la gestión y la contabilidad que había denunciado Gotham City Research

Entre los aspectos que el célebre fondo bajista puso sobre la mesa se encontraban operaciones vinculadas entre Grifols y su socio Scranton, que tiene algo más de un 8% de la compañía, que habrían servido para supuestamente falsear la contabilidad de la farmacéutica, especialmente en lo concerniente a su apalancamiento real.

Thomas Glanzmann, consejero delegado de Grifols, durante una junta de accionistas

Thomas Glanzmann, consejero delegado de Grifols, durante una junta de accionistas EFE

 

Uno de los elementos que pone en duda el argumento del consejo de Grifols sobre Scranton, con quien trata de marcar diferencias tras la polémica, es el papel que representó la instrumental con sede en Países Bajos en la sicav Dunmore Assets.

El vehículo, constituido en 2015 con un capital inicial de 10 millones de euros, cuatro veces superior al mínimo exigible para este tipo de sociedades, no sólo estuvo controlado por Scranton, sino que contó como uno de los vocales del consejo con el consejero delegado de ésta, Luca Tassan.

Raimon Grífols y Dagá, en el consejo

El ejecutivo compartió el órgano de gobierno de la sicav con el actual vicepresidente y director general corporativo de Grifols y exconsejero delegado mancomunado, Raimon Grífols Roura, hermano del presidente de honor, Víctor Grífols; y con Tomás Dagá, consejero de la farmacéutica desde algo más de 23 años, y persona de total confianza de la familia fundadora de la cotizada. 

Raimon Grífols y Tomás Dagá comparten además condición de accionistas de Scranton y socios en el despacho de abogados Osborne Clarke en España.

Cargos compartidos

Además, como secretaria del consejo de Dunmore Assets se desempeñó Nuria Martín Barnés, que también ejerce tal función en el consejo de administración de Grifols. Como tal, Martín firma los múltiples comunicados que la compañía ha dirigido durante los últimos días a la Comisión Nacional del Mercado de Valores con aclaraciones sobre el contenido del informe de Gotham. 

Las sicavs fue durante algún tiempo uno de los instrumentos favoritos de las grandes fortunas para canalizar parte de su patrimonio debido a una atractiva fiscalidad inicial que, sin embargo, ha ido perdiendo en sucesivas reformas normativas. 

Imagen de la sede de la CNMV, entidad que supervisa las sociedades de inversión como las sicav

Imagen de la sede de la CNMV, entidad que supervisa las sociedades de inversión como las sicav

Aun así, los Grífols optaron por esta modalidad en 2015, tres años antes de que se realizaran las operaciones de compraventa de Haema y Biotest US, puestas en solfa en el informe de Gotham. Bajo la gestión de Gesiuris, cuyo presidente, Jordi Viladot, también formó parte del consejo de Dunmore, la sicav se mantuvo durante sólo seis años.

A comienzos de 2021, con Grifols ya muy impactada por la pandemia y en busca de soluciones urgentes para reducir su endeudamiento (y Scranton en una situación similar), el consejo de Dunmore optó por aprobar su liquidación y extinción definitiva.

Desplome bursártil

De este modo, la sicav dejó los registros antes de que entrara en vigor el último de los cambios normativos, que ha provocado un cierre masivo de sociedades de este tipo al elevar de forma considerable los requisitos para poder seguir exentas del gravamen del 25% en el impuesto de Sociedades aplicado a las mercantiles convencionales. 

Con un avance del 1% este martes, Grifols ha disfrutado de su segunda jornada consecutiva de calma en los mercados, justamente cuando se ha cumplido una semana de la publicación del informe de Gotham City, que desencadenó un ataque muy agresivo de fondos especuladores. 

El impacto para Grifols fue un desplome que llegó a alcanzar el 43% en apenas cuatro sesiones. Pese al ligero rebote de lo que va de semana, la acción aún cotiza casi un 37% por debajo del precio al que cerró en la víspera de hacerse público el demoledor documento de Gotham.