Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo y consejero delegado de Grífols

Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo y consejero delegado de Grífols EFE

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El mercado reclama medidas a Grífols para solventar la crisis: "Llegó la hora de actuar"

Los mensajes y explicaciones desde la cúpula de la compañía sobre el contenido del informe de Gotham no consiguen detener una sangría bursátil que supera los 3.500 millones de euros, mientras los inversores comienzan a reclamar medidas concretas

14 enero, 2024 00:00

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La dirección de Grífols ha agotado el tiempo para los discursos y explicaciones acerca de la grave crisis bursátil derivada de las dudas que ha generado el informe de Gotham City Research sobre la veracidad y consistencia del balance de la farmacéutica. Tras un durísimo correctivo en el parquet, que ha hecho esfumarse más de 3.600 millones de euros de capitalización en menos de una semana, el mercado considera que ha llegado el momento de tomar medidas.

Desde que a primera hora del martes se conociera el citado informe, que provocó el primero de los desplomes sufridos por Grífols, la compañía ha remitido varios comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en los que ha tratado de aclarar los puntos más polémicos del documento publicado por el célebre fondo bajista. 

Efectos nulos

Además, este jueves convocó a analistas e inversores a una conferencia para arrojar algo más de luz sobre aspectos como las cifras reales de apalancamiento, las operaciones vinculadas, la relación con el socio Scranton, controlado por la familia fundadora, etc. 

Cualquier potencial efecto positivo ha brillado por su ausencia. La cotización ha seguido en caída libre, a merced de los múltiples especuladores que aún buscan obtener destacadas rentabilidades en tiempo récord a costa de la inacción de la compañía.

Precedentes positivos

"Ha habido algunas explicaciones pero ninguna decisión firme; los mercados creen más en los hechos que en las palabras", señalan desde un banco de negocios internacional, con oficina en España.

En el mercado recuerdan cómo los inversores han reaccionado de forma muy positiva cuando Grífols ha tomado decisiones firmes para mejorar su gestión, aun a costa de ejecutar cambios traumáticos, por el carácter aun muy familiar de la empresa.

Los consejeros delegados de Grifols, Raimon y Victor Grifols / EFE

Los consejeros delegados de Grifols, Raimon y Victor Grifols / EFE

Así, tras el verano de 2022, la compañía optó por dejar el mando ejecutivo a una persona que no llevaba el apellido Grífols, por primera vez en su dilatada historia. 

El cargo de presidente, por entonces en manos del histórico Víctor Grífols Roura, consejero delegado durante 30 años, hasta 2017, recuperó el carácter de ejecutivo y pasó a manos de uno de los vocales más veteranos, Steve F. Mayer.

Vuelta de tuerca 

Un relevo aplaudido por el mercado que, sin embargo, se quedó con la sensación de que el proceso de profesionalización debería avanzar mucho más. El hecho de que Mayer tuviera que compartir las decisiones estratégicas con los consejeros delegados, por entonces Raimon Grífols Roura y Víctor Grífols Deu, no tardó en volver a generar dudas.

Con motivo de la marcha forzada de Mayer, por motivos de salud, y el nombramiento en su lugar de Thomas Glanzmann, llegó la oportunidad para una nueva vuelta de tuerca. Pocos meses después de su nombramiento, el nuevo presidente asumió también la labor de consejero delegado y todo el poder ejecutivo quedó bajo su control, en detrimento de los Grífols, relegados a sendas direcciones generales.

Plan de ajuste 

Medidas complejas que, no obstante, fueron acogidas de forma óptima por el mercado, como sucedió con el plan de ajuste que diseñó Mayer antes de su marcha y que supuso destruir unos 2.300 empleos.

Todas esas decisiones fueron aplaudidas por los inversores y sobre ellas se cimentó la recuperación de la cotización de Grífols hasta la llegada del terremoto Gotham.

La caída de Grífols en la Bolsa de Madrid

La caída de Grífols en la Bolsa de Madrid EFE

Por ahora, el consejo de administración de la farmacéutica ha cerrado filas en torno a la figura de Glanzmann y mostrado el respaldo a la gestión, mientras que todas las declaraciones públicas se han centrado en descalificar el contenido del informe de Gotham City.

Fórmulas que no han servido para detener el castigo en bolsa y que podrían volverse en contra de la compañía en el caso de que se demostrara que los controles internos no han funcionado correctamente, sin ir más lejos en el caso de las operaciones vinculadas.

Sin respaldo documental

"Más allá de las palabras, por ahora Grífols no ha aportado elementos materiales en los que apoyarse para defender la tesis de que el contenido del informe de Gotham está lleno de falsedades. El encargo de una investigación interna, un 'forensic' u otro documento elaborado por un experto independiente serían gestos que podrían aportar al mercado señales sobre una firme intención de aclarar los hechos", apunta un experto en gobierno corporativo.

En este sentido, la fuente añade que la tipología de fondos como Gotham y su manera de actuar "son sobradamente conocidos en el mercado. El problema viene cuando no se les contrarresta de forma adecuada porque los inversores también son conscientes de que este tipo de ataques no son indiscriminados sino que suelen aprovechar puntos débiles o grietas que detectan en aquellas compañías que se convierten en sus víctimas".