Squircle Capital se va de Francesc Macià 10, los pisos más caros de España

Lo han explicado fuentes del sector, precisando que Squircle "se desconectó" de la promoción de siete viviendas a cerca de 10 millones de euros cada una "hace algunos meses", lo que ha conllevado cambios societarios que se plasman ahora. La inversora con triple sede en Barcelona, Luxemburgo y Milán (Italia) ha concluido su movimiento con el trabajo ya hecho, pues quedan "solo dos viviendas" por colocar en el mercado. Cabe recordar que son siete unidades de 600 metros cuadrados y un ático que no está en venta. 

En manos de inversores... y un ruso-chipriota

Con la salida de Squircle y Caireta, ¿quién queda al mando de la promoción más lujosa de España? Preguntados por la cuestión, ni desde Francesc Macià 10 ni desde el vehículo del directivo catalán han respondido a este medio. Sí lo han hecho fuentes del sector, que han precisado que la joya urbanística "ha pasado a manos de otros inversores, con cambios en la propiedad", sin especificar cuáles. 

Imagen aérea de Marina Barcelona 92 (MB92), que también controla Squircle / Cedida

Eso sí, confirman que Squircle "se ha desvinculado". Por lo pronto, lo poco que ha trascendido es que la nueva propiedad de Francesc Macià 10 recala en manos de un grupo de patronos a los que representa Vlad Mokhonko, un directivo ruso-chipriota afincado en el Estado miembro de la Unión Europa que antes de su reforma fiscal de 2019 era considerado un paraíso fiscal. Por su parte, David Rolt sigue de director de Operaciones, indican las mismas voces. Cabe destacar que el primero aparece citado en los papeles del paraíso por sus vínculos con jurisdicciones offshore con baja tributación. 

Entrega y 'fuga'

El movimiento consigna que el fondo de inversión de Caireta ha completado su proyecto en el corazón de la llamada upper Diagonal barcelonesa. La gestora de private equity lanzó el producto, que ocupa la antigua sede de Winterthur, en 2017, mucho antes de la pandemia del coronavirus. Quizá por ello, la promoción funcionó mejor que la de KKH Property Advisors en al antigua Torre Deutsche Bank del paseo de Gràcia, y que gestiona Mandarin Oriental. 

La retirada del desarrollo urbanístico sito junto a la sede del Grupo Godó tampoco implica que Squircle --por ahora-- se retire del resto de intereses que tiene en la Ciudad Condal, y que pasan fundamentalmente por la superproductiva Marina Barcelona 92 (MB92), la mayor instalación de mantenimiento y refit de yates de gran eslora de Europa, y OneOcean Port Vell, el puerto deportivo más cercano al corazón de la capital catalana. De hecho, en la primera instalación, MB92 tiene pendiente una prórroga de la concesión, algo que aún no ha logrado, informó este medio. 

El papel de Alekpérov

El movimiento de Squircle, que se enmarca en un esfuerzo desinversor que El Economista atribuyó a la necesidad del vehículo de cortar amarras con Vagit Alekpérov, expresidente de Lukoil que cesó del puesto de máximo directivo de la compañía de extracción y manipulación de petróleo en junio de este año, no aclara pues qué relación tuvo el fondo con el magnate ruso. De hecho, la inversora jamás ha aclarado qué cometido tuvo el alto directivo sancionado en sus inversiones en España, tanto en Francesc Macià 10 como en MB92 y Marina Port Vell. 

Lo factual es que la inversora de capital riesgo tomó participaciones de Alekpérov y su familia para desarrollar Francesc Macià 10, avanzó Ara. Para ello, Squircle levantó un fondo con sede en Luxemburgo. Participaron en él el oligarca ruso y su familia, y sirvió también para promover edificios de oficinas en Bulgaria. Ahora, al menos en el corazón de la Barcelona elegante, esa relación se ha roto. 

Discreto Squircle

Con esa retirada, Squircle consuma otro movimiento entre sombras en el escenario inversor de Barcelona. La última operación sonada de la gestora de inversiones fue en 2019, cuando adquirió el 77,5% de Marina Barcelona 92 por 105 millones de euros, en una operación en la que participó también el grupo turco Dogus. No obstante, los accionistas pidieron que permaneciera al frente del negocio Pepe García-Aubert, cofundador, que lideró la transición hasta su retirada reciente. 

En el caso de OneOcean Port Vell, el entorno de Squircle ya había tomado una posición accionista decisiva antes, en 2019. Lo hizo con menos ruido, cuando heredó una participación mayoritaria de QInvest y MIS Nominées, y de la mano también de accionistas rusos. De este modo llegó a Barcelona Alisher Usmánov, máxima figura de Metalloinvest y también sancionado por la guerra en Ucrania, que aparcó su yate Dilbar en la dársena por medio de un contrato de uso preferente, explicó Crónica Global. Ese punto de atraque fue inspeccionado por el Puerto de Barcelona para posible decomiso, sin que ello se produjera.