El interior de las residencias de lujo de Mandarín Oriental en Barcelona / CG

El interior de las residencias de lujo de Mandarín Oriental en Barcelona / CG

Business

KKH vende solo el 20% de las residencias de Mandarin Oriental en Barcelona

Los lujosos pisos de la Torre Deutsche Bank en paseo de Gracia tropiezan y no cubren la pérdida del hotel Four Seasons: se inaugurarán en 2022 medio vacíos

7 noviembre, 2021 00:00

KKH Property Investors está pinchando con la promoción de pisos más lujosos de Barcelona: las Mandarin Residences, situadas en la antigua Torre Deutsche Bank, en la confluencia de paseo de Gracia y avenida Diagonal. El fondo ha vendido solo el 23% de los lujosos apartamentos, que debían sustituir a un hotel Four Seasons que bloqueó el gobierno de Ada Colau. Se estrenará el bloque a principios de 2022 medio vacío. 

Es lo que aseguran diversas fuentes del mercado inmobiliario, apuntando a un dato inquietante. Las Mandarin Residences de paseo de Gracia, que ocupan el rascacielos que debía ocupar un hotel de lujo de la cadena canadiense, no tienen comprador. Solo 8 de los 34 apartamentos tienen dueño. La comercialización está en marcha con lista de espera de visitas, pero marcha a medio gas, afectada por la pandemia. 

60%, extranjeros (y un futbolista)

¿Quién está comprando unidades en el nuevo icono del skyline barcelonés? Un 60% de los inversores son internacionales, compradores que quieren tener residencias en Barcelona pero que no pasan todo el año en la Ciudad Condal. Hay, por ejemplo, un estadounidense. El resto son interesados nacionales, y también hay clientes andorranos que ya han comprado. 

Los pisos de Mandarin Oriental en paseo de Gracia con avenida Diagonal / CG

Los pisos de Mandarin Oriental en paseo de Gracia con avenida Diagonal / CG

Un futbolista de la élite patria que "viaja constantemente" se ha hecho con uno de los apartamentos, inaugurando el capítulo de celebrities que vivirán en las Mandarin Residences del paseo de Gracia. Globalmente y según fuentes del mercado, la propiedad espera crear un ambiente "familiar", muy exclusivo en el rascacielos. Para ello ha asegurado la seguridad contra intrusos y la discreción contra voyeurs y paparazzis, asegurando un acceso al párking por la bocacalle de Riera de Sant Miquel. 

De 2,5 a más de 17 millones

¿Cuánto cuestan los pisos de Mandarin en la Torre Deustche Bank? Fuentes de la propiedad dan por válida la cifra de 30.000 euros por metro cuadrado. Como explicó este medio, los más baratos se fijan en 2,5 millones de euros, presupuesto que va subiendo con cada piso y tamaño. Cabe recordar que hay tres vecinos por planta en las alturas más cercanas a la calle, de 6 a 10, luego dos entre las plantas 11 y 16, además de cuatro penthouses o áticos que quitan el hipo. 

Los precios son, en efecto, prohibitivos. Los apartamentos que propone KKH en el antiguo edificio de oficinas cuestan de los citados 2,5 millones para una sola habitación, 3'6 millones para dos habitaciones --siete millones los superiores-- y más de 17 millones de euros para los áticos. El pago, aseguran fuentes del sector, se hace bajo reserva o exclusivity reserve, con una entrega inicial de 50.000 euros para reservar, un porcentaje del 5% para confirmar la compra y el resto del precio mediante transferencia. 

Dior en los bajos

Como avanzó Crónica Global, los vecinos de las Mandarin Residences de Barcelona, que firma el arquitecto Carlos Ferrater y su despacho OAB, compartirá edificio con una megaboutique que, salvo sorpresa, operará Dior. Los residentes de la antigua Torre Deutsche Bank otearán a la Casa Seat que se eleva en la confluencia de paseo de Gracia, la milla de oro de la Ciudad Condal, y la avenida Diagonal. En la azotea de las oficinas adjuntas habrá una zona de común de aguas, que conectará con los espacios comunes. 

Todo ello hará de los pisos de Deutsche Bank una comunidad vertical superexclusiva. Los residentes tendrán acceso al hotel Mandarin Oriental, con descuentos, beneficios y upgrades exclusivos. Pero los huéspedes del hotel de María Reig no podrán acceder a las residencias. El bloque de viviendas se postula como una zona residencial privada con el acceso muy restringido: un club privado vertical con familias vip --al menos hay dos que han comprado y que tienen niños y adolescentes--, inversores y famosos. 

KKH insiste en el "gran interés"

Preguntado sobre el proceso de ventas, fuentes cercanas a la propiedad de la Torre se han remitido a una nota de prensa enviada en el pasado. En el comunicado, se subraya que las Mandarin Residences de Barcelona han generado "un gran interés entre potenciales compradores de todo el mundo". Desde KKH se insiste en que las tres fases de venta, el roadshow, la etapa off market y la comercialización actual han sido "muy satisfactorias". 

Recreación digital de uno de los 'penthouse' de Mandarin Residences / CG

Recreación digital de uno de los 'penthouse' de Mandarin Residences / CG

En el campo de precios, los dueños del rascacielos --una joint venture entre Weinberg Real Estate y KKH Capital Group-- admiten que se han alcanzado "precios record en España", pagos que llegarían a los 17 millones para los penthouses de 580 metros cuadrados, según las tarifas que se conocen. Pese a haber vendido solo 8 apartamentos de los 34 disponibles, KKH enfatiza que las residencias de la hotelera hongkonesa son "únicas" y que sus potenciales compradores "no se han visto afectados por la pandemia". 

El Four Seasons, suplido a medias

Sean únicas o no, la primera promoción de Mandarin Residences en Europa Occidental no suple el proyecto fallido anterior. KKH compró la Torre Deustche Bank por 90 millones de euros en 2014. Pretendía reformarla y abrir un hotel Four Seasons, pero la llegada a la alcaldía de Ada Colau (BComú) frustró el proyecto. Tras ello, el vehículo inversor de Josep Maria Farré se decidió por el residencial y se alió con Mandarin Oriental. 

Mientras Four Seasons sí abría en Madrid y en Mallorca, Barcelona se quedaba sin una de las grandes cadenas hoteleras que le falta. El impacto económico de un hotel de cinco estrellas se esfumaba, así como los puestos de trabajo. La retirada de la cadena canadiense evaporaba centenares de puestos de trabajo cualificados --en los hoteles de cinco estrellas, la proporción es de un empleado por cada habitación--, y dejaba un desarrollo residencial que apenas generará nuevos asalariados. Un proyecto que, por ahora, el mercado ha recibido con frialdad.