Jaume Roures, presidente ejecutivo de Mediapro, durante una rueda de prensa / EP

Jaume Roures, presidente ejecutivo de Mediapro, durante una rueda de prensa / EP

Business

Hao Tang, el misterioso nuevo socio de Roures que quiere controlar PokerStars

El inversor de origen chino tiene numerosos negocios relacionados con el juego en el Sudeste Asiático y es primer accionista individual de la mayor empresa del mundo de apuestas online

25 noviembre, 2021 00:00

El futuro de la productora Mediapro pasa por la aportación económica de un enigmático empresario oriental llamado Hao Tang, que se mueve como pez en el agua en el sector del juego, especialmente en el Sudeste Asiático. En los últimos años, su estrategia se ha centrado en tomar el control de The Stars Group, matriz de la afamada firma PokerStars, para lo que ha encontrado una dura resistencia en su consejo de administración, debido a la falta de transparencia y a unas maniobras un tanto oscuras.

La figura de Hao Tang, que se encargaría de aportar algo más de 400 millones de euros para asegurar la supervivencia de la sociedad confundada por Jaume Roures y Tatxo Benet, aparece habitualmente cubierta por el misterio y la opacidad.

Casinos en Filipinas y Macao

El empresario controla varios negocios de casinos en el Sudeste Asiático, más concretamente en Filipinas y Macao, antigua colonia portuguesa y un auténtico paraíso para este tipo de negocios debido a una legislación con muy pocas restricciones y con amplias ventajas fiscales.

Desde hace tres años, Hao es uno de los principales accionistas de The Star Group, con una participación cercana al 18% que, además, le convierte en el primer socio individual de la compañía, que tiene su sede en Canadá.

Sigilosa entrada

La entrada del inversor en la compañía se produjo prácticamente por sorpresa, a través de compras de pequeños paquetes de acciones, con distintas sociedades en las que operaba a través de personas interpuestas, hasta que finalmente los reagrupó en la instrumental Discovery Key Investments Limited, con la que canaliza la inversión en The Star Group.

Merced al hecho de alcanzar esta participación, Hao reclamó un puesto en el consejo de administración. Inicialmente tan sólo se le permitió contar con una especie de representante, con competencia para asistir a los consejos pero sin voto.

El origen de las sospechas

Además, el inversor tiene limitado por el consejo el límite de participación en el 20%. Si quiere ir más allá, deberá lanzar una opa por la totalidad de la compañía.

La desconfianza hacia Hao viene de unos años atrás, cuando el entonces consejero delegado de The Star Group, David Baazov, sorprendió con el lanzamiento de una oferta por el 100% del capital. Por entonces, Baazov estaba respaldado desde el punto de vista financiero por una sociedad denominada Goldenway Capital, al frente de la cual figuraba un inversor de nombre Tang Hao (es decir, como el nuevo socio de Roures, pero con el nombre y apellido permutado).

Presión de los acreedores

Por entonces, los principales acreedores de The Star Group recelaron de la oferta y comunicaron a la compañía que si la operación salía adelante, forzarían a una renegociación de las condiciones de los créditos para hacerlas más estrictas. De esta forma, lograron echar abajo la operación y, además, hicieron que Baazov cayera en desgracia y fuera cesado como primer ejecutivo de la empresa.

Aún con la sospecha de que Hao Tang y Tang Hao sean, en realidad, la misma persona, el misterioso inversor se hizo un hueco en el capital de la compañía radicada en Canadá y cuyas plataformas de juego online operan en numerosos países, incluido España. Eso sí, el consejo de administración ha optado por atarle en corto.

Conexión con Orient Hentai

El escenario recuerda al que ahora se plantea en Mediapro, en el sentido de que los acreedores de la sociedad han irrumpido en el proceso para asegurarse de que la inversión es real y de quién es realmente Hao Tang.

Al parecer, la conexión viene por el fondo Orient Hontai, que hace años figura como primer accionista de Mediapro y ya articuló en su día la salvación de la promotora, a costa de que Roures y Benet perdieran la mayoría del capital que hasta entonces ostentaban.

Jaume Roures, fundador de Mediapro

Jaume Roures, fundador de Mediapro

Islas Vírgenes

Existe otra arista. El misterioso directivo que salvará Mediapro encabeza Discover Key, un grupo radicado en el distrito de Kowloon de Hong Kong (China). No obstante, tal y como figura en OpenCorpData y como recoge la Securities and Exchange Commission (SEC), la matriz del conglomerado reposa en las Islas Vírgenes británicas. 

El enclave caribeño es uno de los paraísos fiscales más controvertidos del mundo. No en vano, sociedades con sede en el archipiélago aportaron la mayoría de los más de casi 12 millones de documentos que nutrieron el escándalo de los Papeles de Pandora. El grupo de isletas presume de miles de compañías inscritas, pero no de impuesto de sociedades, entre otros gravámenes inexistentes. 

"No tratos con paraísos"

Y la procedencia del inversor que salvará Mediapro importa. Cabe recordar que el conglomerado que fundaron Roures, Benet y Gerard Romy, este último reclamado por la justicia de EEUU, es contratista del Ayuntamiento de Barcelona. Administración local que se comprometió desde 2016 a "no tener tratos jurídicos" con empresas con vínculos offshore

El decreto de alcaldía no ha sido óbice para que una sociedad participada por Mediapro, Coyoacan Invest, sea promotor de vivienda pública en la segunda mayor ciudad española. El desarrollo inmobiliario social, el primero del ayuntamiento con Roures, ha encallado por la pandemia del coronavirus, tal como explicó este medio

Opacidad

Antes, la propia Goldenway Capital ya levantó polvareda al alertar diversos medios especializados en el juego de que su cabecera estaba en las Islas Caimán, otro territorio vinculado a la Corona británica que tampoco tiene impuesto de sociedades ni tasas en sus residentes. La firma figura ahora inscrita en el territorio administrativo chino. 

Todo ello sin mimbres para creer que si ahora sale adelante la operación, los accionistas ganarán tiempo y calmarán a los acreedores; pero parece claro que no ocurrirá lo mismo con la transparencia del negocio.

Esta información se ha elaborado sin la versión de Mediapro, que no ha contestado al requerimiento informativo de este medio.