Listas de espera en la asistencia a mujeres maltratadas

Lunes, 19 de febrero. Once de la mañana. Los trabajadores del Servicio de Intervención Especializada (SIE) en violencia machista del Baix Llobregat comienzan un paro de dos horas. Medidas desesperadas para situaciones desesperadas. Los recortes de plantilla y la creciente complejidad de los casos que atienden han colocado a estos profesionales en una situación límite. Por eso han decidido concentrarse todos los lunes en la plaza del Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat, donde reciben el apoyo de los vecinos.

“Hemos tocado fondo”, explica a Crónica Global una portavoz de este SIE, que da cobertura a una población de 806.000 habitantes. En el último trimestre de 2017, un total de 595 mujeres presentaron denuncia por malos tratos.

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Entrada del Servicio de Intervención Especializada en violencia machista (SIE) del Baix Llobregat, situado en Sant Feliu

En Cataluña hay un total de ocho SIE, que ofrecen una atención multidisciplinar a aquellas mujeres derivadas de otros servicios de primera asistencia. “Aquí ofrecemos un segundo nivel de ayuda, que incluye tratamiento psicológico, jurídico o laboral. Pero si viene una víctima directamente al centro, también la atendemos”, indican.

A la sobrecarga de trabajo que sufren estos empleados, se añade el hecho de atender peticiones de mujeres procedentes de otras comarcas como el Vallès y el Penedès que no tienen claro a qué centro acudir.

La punta del iceberg

La situación del SIE del Baix Llobregat es la punta del iceberg de la falta de recursos que sufre la lucha contra la violencia de género en Cataluña. En estos momentos, la cifra de mujeres que esperan una primera intervención –salir de casa, huir de su agresor— asciende a 60. En el caso del centro del Baix Llobregat, ser atendida por una psicóloga puede tardar casi un año. “Antes hacíamos seguimientos semanales de las víctimas, ahora solo podemos hacerlo una vez al mes”, lamentan. Y precisan que no solo tratan a la mujer maltratada, sino también a sus hijos, sean menores o adultos.

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La dirigente del PSC Sònia Guerra y la diputada Beatriz Silva escuchan las reivindicaciones laborales

Fuentes de la conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, competente en esta materia, aseguran a este medio: “Todas las mujeres que acuden a nuestros servicios están siendo atendidas”. Precisan que las víctimas se desplazan en muchas ocasiones a un SIE que en principio no les corresponde “por motivos de seguridad. Del mismo modo que hay mujeres de fuera del Baix Llobregat que son atendidas en este SIE, hay mujeres de esta comarca atendidas en otros SIE”.

No se cubren las bajas médicas

Los trabajadores del SIE acusan a la Generalitat de no acudir a las reuniones de mediación con la empresa Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), responsable de la gestión del servicio y que, denuncian, ha dejado de cubrir las bajas médicas de corta o media duración, lo que obliga al resto de empleadas a realizar un sobreesfuerzo.

En este SIE trabajan ocho personas: la directora, una jurista, una psicóloga, una psicóloga infantil, dos educadores sociales, una trabajadora social y una administrativa.

Dado que la situación de las dependencias de Sant Feliu de Llobregat no es excepcional y que esas condiciones precarias se dan en las ocho demarcaciones territoriales donde está presente el servicio, las trabajadoras han creado el Sindicato Teresa Claramunt, en honor a la histórica militante anarquista.

La diputada del PSC-Units per Avançar Beatriz Silva ha presentado una batería de preguntas en el Parlament sobre la situación de SIE del Baix Llobregat. El lunes se reunió con los trabajadores, acompañada de Sònia Guerra, secretaria de Formación del PSC y coordinadora del Área de Igualdad y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat.