La funeraria de Reus forma a trabajadores falsos
- El operador municipal envía a dos empleados a Áltima y les despiden porque sus currículums estaban inventados
- Más información: Reus 'coloca' a la pareja del gerente en su nueva funeraria
Nueva polémica con la funeraria municipal de Reus (Tarragona), de la que emanará en breve una polémica empresa comarcal. El operador local ha formado a dos funerarios y los ha trasladado a un rival, Àltima, para que los termine de formar. Pero esta última empresa ha descubierto que sus currículos estaban falseados y los ha despedido.
Lo han detallado fuentes del sector a este medio, precisando que un veterano empleado y su compañera en la firma local han terminado en la calle tras ser formados en la funeraria municipal de Reus, terminar su formación en los servicios de Áltima de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y descubrir esta empresa que su formación era falsa.
La gran empresa de final de vida de la familia de la familia Ventura ha confirmado el caso, pero lo ha acotado a "dos becarios".
El responsable: el gerente
Sean becarios o no, fuentes sindicales son claras: los responsables de formar a los dos trabajadores fake ha sido la coordinadora de funerarios, que también es la pareja del gerente, José Antonio Álvarez.
Cabe recordar que esta cuadro medio ha sido fichada sin concurso público por el Ayuntamiento de Reus, pese a que mantiene una relación sentimental con el máximo directivo. A su vez, el propio Álvarez también ha accedido al puesto sin competencia, pues se le ha renovado a dedo por un periodo de un año y medio.
Áltima: "Información no veraz"
A preguntas de este medio, un portavoz de Áltima ha admitido que la funeraria de Reus les coló a dos empleados falsos. Los llama "dos estudiantes" que, "tanto en las entrevistas previas, como en la entrega de sus currículums actualizados para valorar su inicio en un período de prácticas reglada, nos proporcionaron un currículum con información no veraz".
La misma fuente ha admitido que "los dos estudiantes iniciaron el proceso de prácticas con total normalidad en el Tanatorio Áltima de Vilanova i la Geltrú".
"Falsedad documental"
Desde el operador familiar corroboran el hecho de que los dos funerarios eran "de otra empresa municipal" [la de Reus], y que es habitual que el personal del sector haga formación continua en otras empresas.
Eso sí, en el caso de la pareja de empleados, éstos "habían conseguido las respectivas plazas de prácticas a partir de un caso claro y demostrable de falsedad documental". Ante ello, Áltima informó a todas las partes y procedió a la "rescisión automática de su convenio de prácticas".
Nueva polémica
La formación de trabajadores falsos supone una nueva polémica para la funeraria municipal de Reus, que se transformará en breve en un operador para buena parte de la provincia de Tarragona. Se llamará FuneCamp, y ha despertado rechazo en el sector por su inviabilidad económica y su opacidad.
Antes de que nazca, no obstante, la controversia más virulenta la ha protagonizado el propio gerente. Diversos trabajadores de la empresa han cogido la baja médica en respuesta a su gestión, que se tilda de "despótica", como informó este medio. Y eso que la empresa sólo presta servicio en Reus y aún no ha puesto el pie en los otros municipios a los que aspira: Salou, Vila-seca y Constantí.
Cuentas escondidas
El envenenado conflicto laboral en la empresa de final de vida de la segunda ciudad de Tarragona no calma a los críticos, al contrario. Cabe recordar que la transformación de funeraria local a provincial viene acompañada de polémica, porque el ayuntamiento esconde las cuentas anuales desgajadas y los contratos.
Esos datos son claves, pues se sabe que la consultora KPMG previó que FuneCamp arrastrará las pérdidas de la empresa local y las acrecentará. La tesorería del nuevo operador será negativa, y las pérdidas anuales alcanzarán los 300.000 euros en los tres primeros ejercicios.
Recursos judiciales
Ese argumento, y el hecho de que serán los cuatro ayuntamientos representados los que tendrán que rescatar al nuevo operador, han llevado al mercado a la guerra. Tres empresas, Funeconca y Serveis Funeraris Pedrola Montbrió, además de Grupo Mémora, líder nacional del sector, han pedido a los tribunales que detengan el nacimiento de su rival público.
Aducen que se convertirá en un "monopolio pagado con dinero público" y que destruirá a la competencia en el sector y, por ende, puestos de trabajo. Sus escritos los estudia el juzgado de lo contencioso número 1 de Tarragona.
La clave, los precios
Una de las claves de la batalla son los precios. FuneCamp asegura que ofrecerá tarifas de sepelios más bajas que sus competidores, aunque sus rivales y los expertos lo niegan. Recuerdan que la funeraria municipal actual ya ha subido precios antes incluso de convertirse en provincial, y que sólo se podrán servir entierros a poco más de 1.000 euros si se ofrecen ataúdes de cartón.
Asimismo, enfatizan que el sector ya presenta competencia en el territorio, algo que no pasaría si el nuevo operador supramunicipal ve la luz. Porque el sostén público le permitirá destruir a la competencia, convirtiéndose en único y, con ello, subir los precios.