Campo del Sant Cebrià de Vallalta (Maresme, Barcelona)

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Vida

Un padre desesperado denuncia a un club de fútbol del Maresme por discriminar a su hijo

Raúl considera que la junta directiva "ha castigado" al menor después de que él anunciara el pasado mes de junio que dejaba de patrocinar al juvenil y al primer equipo 

6 septiembre, 2024 00:00

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El pasado 30 de junio, Raúl comunicó a la junta directiva del club de fútbol de Sant Cebrià de Vallalta (Maresme, Barcelona) que para la próxima temporada, la que justo empieza este mes de septiembre, la discoteca Phoenix que regenta en Calella dejaría de patrocinar al Juvenil y al primer equipo. Algunos comportamientos del club a lo largo de la temporada anterior terminaron motivando la decisión del sponsor. Sin embargo, su hijo menor, de tan sólo siete años, iba a continuar entrenando con el Sant Cebrià. 

"Fue una decisión puramente comercial que no afectaba en nada a la pertenencia de mi hijo en el club", asevera. O eso, al menos, es lo que pensaba Raúl. El verano transcurrió con absoluta normalidad y el 30 de agosto, tan sólo tres días antes de reprender los entrenamientos, los responsables del Sant Cebrià se citaron con él. Raúl se acercó al campo un tanto sorprendido por la citación: "Queremos hablar de tu hijo" le comentaron en el mensaje. Sin embargo, poco se imaginaba que la junta del club había decidido "hacer repetir" al pequeño y bajarlo de categoría.

Sin ficha y sin jugar partidos

"Me dijeron que el niño no tenía el nivel y que tenía que entrenar con otros nenes más pequeños. Sin ficha, la cual ya habíamos pagado, y sin jugar partidos", lamenta. Raúl considera que es una venganza del club por la decisión tomada en junio. Quien fue el patrocinador del primer equipo critica que "en categorías tan bajas", y "siendo un club amateur", estas decisiones pueden afectar gravemente a los niños, que pueden sentirse "señalados o ridiculizados". 

El padre considera que han tenido muy poca empatía con su hijo, según él, atacando al menor por una decisión comercial tomada entre adultos. "Mi hijo juega al futbol porque le encanta y porque comparte afición con sus compañeros de clase. A edades tan tempranas me parece una vergüenza que humillen a los niños de esta manera", denuncia a preguntas de Crónica Global

Imagen de archivo de un campo de fútbol / PIXABAY

Imagen de archivo de un campo de fútbol / PIXABAY

¿Una venganza?

Tras recibir la noticia, Raúl entró en cólera. No daba crédito a lo que había sucedido. Para él, se trata de una conducta claramente "discriminatoria". Por eso, les mandó un mensaje a modo ultimátum: "espero que replanteéis esta decisión o tomaré las medidas legales que hagan falta". El club, sin embargo, se ratificó en el fallo y le trasladó que si su hijo quería seguir jugando en el Sant Cebrià lo tendría que hacer en el prebenjamín, un equipo con niños un año más pequeños que él. 

Fue entonces cuando empezó a asesorarse a nivel judicial. "Me da igual si gano o pierdo, pero creo que se trata de una injusticia, de una venganza y, además, no es la primera vez que ocurre", asegura. Considera que es una decisión tomada "a mala fe". 

Según su relato, el club "ha ninguneado" a varios niños en el pasado, pero nunca antes nadie había levantado la voz. "Las familias, avergonzadas, asumen o agachan la cabeza", lamenta. "Alguien tenía que decir: hasta aquí". 

Presunto delito de discriminación

Por ello, este miércoles, Raúl, acompañado de sus abogados, presentaron una denuncia contra el club por un presunto delito de discriminación. Para este padre, el Sant Cebrià, con su actitud, "está promoviendo el bullying""¿Qué le digo yo ahora a mi hijo?", se pregunta. "El crío es muy pequeño para entender esta decisión y lo que creo que la ha motivado", se queja. 

Además, Raúl se plantea una doble reflexión: "¿lo mantenían en el equipo que le toca por edad sólo porque yo era patrocinador? ¿O es una venganza porque he dejado de serlo?". Para él, las formas han sido totalmente equivocadas: "Mi hijo ya se había comprado la nueva equipación. Esto no se hace". 

La versión del club

El club, por su lado, mantiene un discurso muy alejado del de Raúl. Aseguran que se trata de una "práctica habitual" no sólo en el Sant Cebrià, sino en cualquier otro club del país. Explican que lo hacen según la progresión de cada niño, adaptándolo a una categoría u otra, a pesar de no ser de su edad. Insisten que el caso en cuestión obedece, estrictamente, a estas premisas.

Imagen de archivo de tres niños sentados en el césped de un campo de fútbol

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Desde la Federación Catalana de Fútbol indican que muchos padres llaman cada año quejándose de estas prácticas. Sin embargo, "como el club es privado, no pueden hacer nada", lamenta Raúl, que siente que la máxima autoridad catalana de fútbol no se posiciona lo suficiente para evitar "estas discriminaciones".

A preguntas de esta redacción, la psicóloga infantil Montse V. indica que los niños van a las extraescolares para estar con sus amigos y que separarlo de ellos puede ser negativo. No obstante, añade que no siempre es perjudicial, y que va en "función de cada niño". Analizando el caso, meses atrás, ya hubo un pequeño episodio en el que el hijo de Raúl ya se sintió discriminado. De este modo, reflexiona la psicóloga, "igual separarlo de su núcleo de confianza no es la mejor opción".