El tribunal sentencia a Dani Alves a cuatro años y medio de cárcel por la violación en la discoteca Sutton
- La Audiencia de Barcelona considera probada la agresión sexual denunciada por la víctima e impone al exjugador, además, cinco años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse con ella
- La condena es benevolente con el exfutbolista del Barça: fiscalía y acusación celebran que el tribunal haya creído a la joven, pero pedían penas mucho mayores y estudiarán interponer recurso
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Castigo a la baja. El tribunal de la Sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a cuatro años y seis meses de cárcel al exjugador del FC Barcelona Dani Alves como autor de una agresión sexual.
La sentencia, publicada este jueves, también impone al deportista cinco años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse con la víctima durante nueve años. Asimismo, debe pagar una indemnización de 150.000 euros y costear los gastos del procedimiento judicial.
No obstante, el fallo todavía no puede considerarse "firme" ya que admite recurso de apelación ante la sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Mientras tanto, Dani Alves seguirá entre rejas.
Una sentencia benevolente
La sentencia es benevolente con el exfutbolista del Barça, ya que Alves ha sido condenado a la pena mínima. Desde la aprobación de la ley del solo sí es sí, "cualquier agresión con acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías" se castiga con una pena de prisión de 4 a 12 años. Con anterioridad a la entrada en vigor de dicha ley, la pena mínima era de seis años.
Además, el tribunal aplica la atenuante de reparación del daño, ya que consta acreditado que "con anterioridad a la celebración del juicio, la defensa ingresó en la cuenta del Juzgado la cantidad de 150.000 euros para que fueran entregados a la víctima, sin ningún tipo de condicionante".
Sin embargo, la eximente por haber ingerido bebidas alcohólicas no ha sido estimada. "No concurre la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal de embriaguez, al no haber quedado acreditado en el plenario la afectación que el consumo de alcohol pudo tener en las facultades volitivas y cognoscitivas del acusado", se extrae del texto.
Por su parte, la fiscalía pedía nueve años de prisión y ha avanzado que estudiará interponer recurso, aunque celebra que el tribunal haya creído a la joven. En paralelo, la acusación particular solicitó 12 años de cárcel.
David Sáez, compañero de Ester García, la abogada de la denunciante, asegura estar "satisfecho porque el juez reconoce la verdad de la víctima". "Contentos por ella y por todas las víctimas de agresiones sexuales", ha agregado, asegurando que estudiará el texto "para saber si la pena se ajusta a la gravedad de los hechos".
En el reservado de la discoteca Sutton
Los hechos por los que ha sido condenado sucedieron durante la madrugada del 31 de diciembre de 2022, cuando el futbolista brasileño y la víctima, una joven de 24 años, coincidieron en un reservado de la discoteca Sutton, en la calle Tuset de Barcelona.
Según el relato de la víctima, que declaró a puerta cerrada y mantuvo el mismo discurso desde el primer momento, Alves y su amigo Bruno le pidieron a un camarero que la invitara a su reservado con sus amigas. Las jóvenes accedieron y estuvieron bailando con ellos. Sin embargo, tanto la denunciante como su prima y su amiga expresaron durante el juicio que el futbolista tuvo una actitud "babosa" con todas ellas y "obsesiva" con la víctima.
En un momento de la noche, le pidió a la denunciante que se fueran a hablar a un lugar más tranquilo, sin saber la víctima que se trataba de un lavabo. Allí asegura que la insultó, la golpeó y la violó. Tras salir del baño, la joven rompió a llorar desconsoladamente y relató a su prima lo ocurrido.
La escena la vio un portero de la discoteca, que le preguntó si sufría de "mal de amores". Al darse cuenta de que se trataba de algo grave, avisó a los responsables de la discoteca, que activaron de inmediato el protocolo previsto para estos casos y llamaron a los Mossos d'Esquadra.
Los Mossos d'Esquadra corroboraron el relato de la víctima
Durante el juicio, los agentes de la policía autonómica que acudieron aquel día a la sala apuntalaron el relato de la chica y expresaron que "las imágenes corroboran su relato". También los psicólogos y psiquiatras que la atendieron negaron, en calidad de peritos, que la joven exagerara o simulara lo que había sucedido.
Sin embargo, la defensa de Dani Alves, que solicitaba su absolución, alegó que el futbolista había bebido más de la cuenta tras pasar todo el día con unos amigos y que, cuando llegó a Sutton, las relaciones que mantuvo con la chica fueron consentidas.
La defensa pidió la absolución
La abogada del brasileño, Inés Guardiola, hizo una interpretación opuesta a la fiscalía y a la acusación particular, encabezada por la letrada Ester García, de lo que sucedió aquella noche en Sutton, apoyándose en las imágenes de las cámaras de seguridad. Para la letrada de Alves, la chica mantuvo una actitud de complicidad con el deportista y mantuvo relaciones con él de forma voluntaria de las que después podría haberse arrepentido. "Estábamos disfrutando los dos", declaró él, que negó haberla agredido argumentando que "no es ese tipo de hombre".
De hecho, una de los peritos de parte indicó que, si bien la víctima presentaba un cuadro de ansiedad, no ha podido determinarse la causa, dejando en el aire que podría ser derivado de la presión mediática y no de una agresión sexual.
Las condenas solicitadas
Por estos hechos la fiscalía pedía nueve años de prisión para el futbolista, mientras que la acusación particular solicitó 12.
Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución del deportista y que las acusaciones lo indemnizaran con 150.000 euros por los daños causados. Aun así, la estrategia de defensa de Guardiola pivotó en torno a un consumo excesivo de alcohol para que, en caso de condena, se le aplicase una atenuante.