Efectivos de la UREP de la Urbana, en Ciutat Vella
La Guardia Urbana acaba el año con un golpe a 15 ‘narcos’ en Barcelona
- El cuerpo de seguridad local asesta un mazazo a los clanes de la droga en el casco antiguo de la Ciudad Condal
- El momento es complicado por el tiroteo a un chico hondureño, el apuñalamiento a un trabajador de Desokupa y el malestar consular por la inseguridad
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La Guardia Urbana de Barcelona termina el año con nota. El cuerpo local de seguridad ha llevado a cabo hasta 15 detenciones en los últimos días de personas que, cree, están vinculadas a narcopisos. Los arrestos llegan cuando la ciudad más necesita que se ponga freno a este problema: tras el tiroteo de una persona en Poble-Sec y el apuñalamiento de un vigilante de Desokupa por, precisamente, presuntos narcos.
Lo han explicado fuentes policiales, detallando que los detenidos son individuos que los policías creen poder vincular a pisos de venta de droga en la parte antigua de la capital catalana. Mientras se espera que pasen a disposición judicial, otros implicados han salido en libertad al no tener relación con los presuntos delitos.
Instruir casos
Voces conocedoras de la operación han detallado que la Urbana ha realizado los arrestos con la nueva potestad de instruir casos que tiene el cuerpo local de seguridad. Anteriormente, los asuntos que investigaba y explotaba la fuerza pública pasaban a Mossos d'Esquadra por medio de una minuta.
La UREP de Guardia Urbana, los antidisturbios, practicando detenciones
Desde hace más de un año ya no, y son los propios funcionarios locales los que instruyen el caso con personal ad hoc adscrito a la Comisaría de Les Corts de la policía catalana.
Clanes de la droga
Las mismas fuentes han subrayado que la quincena de personas en custodia están vinculados a "media docena de apartamentos de Ciutat Vella dedicados a la venta de droga".
Su relación se dilucidará en el proceso judicial posterior, pero por el momento han caído en manos policiales.
Momento delicado
La intervención policial, que explotó el viernes, llega en una semana tensa en el distrito de Ciutat Vella y el vecino barrio de Poble-Sec. El jueves, un trabajador de Desokupa resultó apuñalado cuando operaba un control de acceso en, precisamente, un narcopiso.
El sábado, un hombre vinculado a un negocio en el vecino barrio de Poble-Sec -parte del distrito de Sants-Montjuïc- fue tiroteado en lo que, se cree, pudo ser un ajuste de cuentas. Los Mossos investigan los hechos. La víctima falleció en el lugar.
Seguridad ciudadana
El golpe a los supuestos narcos, además, llega en un momento en el que la Guardia Urbana está en transformación. La Jefatura ha reemplazado recientemente tanto al subinspector responsable de los operativos de Ciutat Vella como al intendente jefe que dirigía la DROS, la división policial en cargo de la operativa de todo el cuerpo.
Se espera más baile de mandos, algo habitual cuando un nuevo gobierno toma las llaves del ayuntamiento. Eso sí, el cuerpo deberá preparse para la celebración de la Copa América de vela el próximo verano, cuando turistas de elevado poder adquisitivo viajarán a Barcelona. Urbana y Mossos, sobre todo, deberán interponerse entre estos visitantes y los contumaces ladrones de relojes de alta gama, muy enquistados en la urbe.
Los cónsules se acercan al límite
Deberán, también, trabajar la percepción de seguridad, además de prevenir y resolver los hechos, pues el cuerpo consular de Barcelona está llegando al límite. Los legados diplomáticos estudian una protesta formal, como explicó este medio.
Una reunión del cuerpo consular de Barcelona
Los representantes están conociendo muchos delitos contra los visitantes extranjeros, y sopesan elevar una queja al Ayuntamiento de Barcelona, con el que les une una buena y fluida relación. Pero consideran que queda trabajo por hacer en el campo de la seguridad pública.
