La CUP propone que Torra ejerza de 'presidente en la sombra' en caso de que lo inhabiliten

El diputado de la CUP en el Parlament, Carles Riera, ha propuesto que el president de la Generalitat, Quim Torra, ejerza la "presidencia en la sobra" en caso de que el Tribunal Supremo le inhabilite.

En este sentido, el político independentista también ha pedido consensuar una fecha para las próximas elecciones catalanas. Defiende que para la CUP es "fundamental" que la convocatoria electoral se decida "democráticamente desde el Parlament" y que no dependa de la situación política de Torra, por lo que también espera que los comicios se celebren más pronto que tarde.

Solo hasta celebrar elecciones

"Queremos que el president desarrolle todas sus potestades, todas sus funciones. Obviamente las que son administrativas, las que requiere su firma como presidente inhabilitado, no las podrá desarrollar si no queremos paralizar lo que es la actividad del Govern", plantea Riera. Ante esta "respuesta antirrepresiva", en palabras del cupaire, se debe "no asumir esta inhabilitación y que el presidente siga ejerciendo sus funciones hasta la fecha de las elecciones". 

"No hablamos de un ejercicio simbólico de la presidencia, sino de un ejercicio material. El presidente ejercerá sus funciones institucionales y representativas, por lo que no será una figura meramente decorativa, sino que tiene que asumir las potestades que le corresponden hasta las elecciones". De esta forma, los independentistas radicales presionan a JxCat para que no se quede sólo en declaraciones y que vaya un paso más allá en su pulso al Estado. 

Proponen su estrategia en Berga

Riera ha invocado la llamada vía Venturós, en referencia a Montse Venturós, la alcaldesa de Berga (Barcelona) que en 2018 fue condenada a seis meses de inhabilitación por no descolgar una estelada de la fachada municipal. Ejerció funciones políticas de manera informal mientras otro concejal de la CUP asumía oficialmente la firma jurídica como alcalde.

Poner en marcha esta alternativa, según Riera, generaría "una confrontación cívica y democrática desde las instituciones" para la que sería necesario, ha dicho, "un acuerdo unitario amplio" entre fuerzas políticas y sociales. Básicamente entre los independentistas, cuyas divisiones se vivien desde el mismo seno del Ejecutivo.