Quim Torra y Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, el jueves pasado en una concentración en la plaza de la Catedral para pedir la libertad de los políticos presos. Imagen del artículo 'Dos años de intimidación' / EFE

Quim Torra y Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, el jueves pasado en una concentración en la plaza de la Catedral para pedir la libertad de los políticos presos. Imagen del artículo 'Dos años de intimidación' / EFE

Política

Cisma en el independentismo en las vísperas de la reunión entre Sánchez y Torra

El líder de ERC, Oriol Junqueras, pide abrir una fase más posibilista pero PDeCAT y ANC presionan con una lista unitaria de cara a las elecciones municipales

2 julio, 2018 09:14

La división entre ERC y PDeCAT ha adquirido mayor intensidad con la víspera de la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra.

El partido de Oriol Junqueras, como se encargaba de recordar el vicepresidente Pere Aragonés en la Conferencia Nacional de ERC de este fin de semana, es “la única formación que tiene a sus máximos líderes” en prisión preventiva o huidos de la justicia. Y, ahora, temen que el sector del PDeCAT que lidera Carles Puigdemont se mantenga enrocado en la confrontación con el Ejecutivo central y se disipe cualquier tipo de entente que facilite la excarcelación de los dirigente y activistas independentistas. La conducta que tuvo el presidente catalán en Washington ante el embajador español Pedro Morenés se vio como una muestra más de que Puigdemont y sus secuaces no están por la labor de aminorar la tensión.

Patrimonializar el 1-O

Junqueras, sin embargo, insiste en enderezar el rumbo de la política de su partido. En la carta que envió al partido y que el diputado Gabriel Rufián leyó durante la Conferencia Nacional instaba a abrir una fase más posibilista y reclamaba los méritos del referéndum ilegal del 1 de octubre.

Esta apropiación del 1-O no ha sido bien recibida por su hasta ahora socios en la aventura secesionista. La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, replicaba en Twitter a la misiva de Junqueras: “Por la gente que fue apaleada, por los que durmieron en los colegios, por los que guardaron las urnas, por los que se expusieron al riesgo, por los que lucharon por la democracia… ¡el 1-O es patrimonio de todos!”.

Lista unitaria

Otro factor que ahonda la división existente entre ERC y el partido de la extinta Convergència es la proximidad de las elecciones municipales, donde ambas formaciones se juegan ser la fuerza más votada.

La presión sobre ERC para que acepte una lista unitaria proviene de distintos frentes. El más importante, desde la ANC. Su presidenta, Elisenda Paluzie exigía abrir un proceso de primarias de cara a los comicios del año próximo. Esta opción favorecería la inclusión de outsiders, como el filósofo Jordi Graupera, que son muy críticos con el retroceso que han hecho las cúpulas de ambos partidos con el desafío independentista.

Esta visión sobre las listas unitarias es compartida por las bases de ERC y una parte de la cúpula del partido, que amaga con otra declaración unilateral si no hay un referéndum pactado. Mientras Junqueras se esfuerza por cambiar el rumbo para que su partido no vuelva a estar secuestrado por los intereses de Puigdemont --como sucedió en las elecciones autonómicas, que el líder del PDeCAT se impuso a ERC--, las entidades y los militantes de base piden unidad. Una unidad que, sin embargo, no existe como mínimo desde la declaración unilateral del 27 de octubre. Cuando Puigdemont y Junqueras reaccionaron a la misma de forma diametralmente opuesta.