El Parlament agita de nuevo el debate del referéndum mientras siguen las negociaciones en Bruselas
- La Cámara autonómica se enfrenta otra vez a sus fantasmas reabriendo un debate tan complejo como polémico a propuesta de la CUP
- El pleno está marcado por el contexto de polarización generado por la amnistía y por la violencia ejercida por grupos de ultraderecha contra las sedes socialistas
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El Parlament catalán se enfrenta de nuevo a sus fantasmas reabriendo un debate tan complejo como polémico. Este jueves, los partidos deberán posicionarse por enésima vez sobre un referéndum de "autodeterminación" a petición de la CUP, que reclama en una moción “constituir de forma inmediata una ponencia redactora" que elabore una proposición de ley, para poder celebrarlo antes de que acabe la próxima legislatura. Es decir, en febrero de 2025 si no hay sorpresas, lo cual no es descartable teniendo en cuenta que el Govern de Pere Aragonès sobrevive con una exigua minoría parlamentaria.
Si bien no se esperan grandes giros de guion, los ojos sí que estarán puestos en ERC y Junts, que deberán mojarse sobre este asunto en un momento clave de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Y es que, mientras tanto, en Bruselas siguen las conversaciones entre el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y la cúpula de Junts encabezada por el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont.
Se abre el melón
A estas alturas, nadie tiene dudas de que el referéndum es una de las grandes metas políticas de ERC y Junts. No obstante, abrir el melón en sede parlamentaria bajo la presión de la CUP y ante la necesidad de realizar equilibrios con el PSOE y el PSC, no es lo más deseable para los negociadores independentistas desde una perspectiva estratégica.
En el caso de los republicanos, porque ya han alcanzado un “importante” acuerdo con el PSOE y no quieren que los logros obtenidos se vean difuminados por una iniciativa simbólica en la Cámara catalana. Los neoconvergentes, por su parte, tampoco desean apartar el foco de una cobertura de la ley de amnistía que, en estos momentos, es su máxima prioridad.
Duelo entre ERC y Junts
Además, ambas formaciones son conscientes de que el referéndum de "autodeterminación" ha terminado por convertirse en un deseo frustrado para sus votantes, y no conviene recordárselo constantemente teniendo en cuenta que un pacto en este sentido con el PSOE está descartado.
En los próximos meses, ERC y Junts se sumirán en una carrera por ver quién ha sido y, sobre todo, quién será más duro con el Gobierno de cara a las elecciones autonómicas de 2025, donde ambos se juegan la hegemonía política dentro del movimiento independentista. El duelo definitivo llegará tras una legislatura que echó a andar entre desconfianzas y llegó a un callejón sin salida con la ruptura del pacto de gobierno.
La CUP quiere ganar protagonismo
Por su parte, la CUP trata de ganar protagonismo reavivando el debate de un referéndum en la Cámara catalana. Una iniciativa que no es casual, ya que la formación ha pasado de ser decisiva en cuestiones primordiales como los presupuestos o la propia investidura del presidente Aragonès, a ser completamente irrelevante. Algo que, en estos momentos, les lleva a intentar movilizar de nuevo a su electorado contra la amnistía que negocian ERC y Junts con el PSOE.
Si en los últimos plenos los partidos habían pasado de puntillas sobre las negociaciones para la investidura, este último sí que ha estado marcado por el contexto de polarización que está generando la medida de gracia. Quedó patente ayer en la sesión de control al president, cuando la derecha y la ultraderecha se sumieron en una batalla dialéctica contra los partidos independentistas, pero también aprovecharon para dirigir sus dardos contra el PSC.
Discurso agitador
Los disturbios que han acontecido en los últimos días en Madrid han despertado el discurso agitador de Ciudadanos, PP y, sobre todo, Vox, que usan la negociación de la investidura para asomar la cabeza e iniciar su particular campaña para los comicios autonómicos.
Está por ver si el pleno y la consiguiente votación de la moción de la CUP vuelve a sumir al Parlament en una situación de tensión o si el procés sigue siendo esa vela que se apaga poco a poco.