Cudillero, el pueblo más bonito de Asturias, visto desde el mar / AGENCIAS

Cudillero, el pueblo más bonito de Asturias, visto desde el mar / AGENCIAS

Artes

Este es el pueblo más bonito de Asturias

El municipio de Cudillero es una mezcla de historia, vistas, comida, mar y montaña en un espacio de ensueño merecedor de ser "uno de los pueblos más bonitos de España"

31 enero, 2020 19:31

Cudillero es uno de los pueblos más bonitos, y pintoresco, de la costa asturiana. A tan solo 60 kilómetros de Oviedo, este pueblecito, de pasado vikingo, mira directamente hacia el Cantábrico con una sucesión de playas entre acantilados. Un entorno que lo ha hecho meritorio de entrar en la Asociación de los Pueblos más bonitos de España.

No es necesario disfrutar de su paisaje en verano, ya que en invierno es cuando más vacío está y mejor se puede vivir la experiencia de pasar un día paseando por sus callejuelas. Un paraíso en el que no se debe olvidar el disfrutar de su fresca gastronomía. Esculpido entre la tierra y el mar, Cudillero se rodea del verde intenso de las montañas y del azul del mar. En medio, una espectacular combinación de colores pastel que decoran las casas del pueblo dignas de salir, mismamente, en la película Volver a empezar.

El pueblo de Cudillero de noche / TWITTER

El pueblo de Cudillero de noche / TWITTER

Edificios de visita obligada

Cudillero cuenta con edificios llamativos como la capilla del Humilladero, el más antiguo del pueblo --siglo XIII--, de estilo gótico y en el que antiguamente se exponían los reos antes de ser ajusticiados; o la iglesia de Santa María, del gótico tardío y cuya Casa Rectoral fue, durante siglos, hospital de peregrinos del Camino de Santiago.

Sin embargo, es el Conjunto Palaciego de los Selgas --situado en la pedanía de El Pito-- su secreto mejor guardado. Los majestuosos jardines, repletos de flores y estatuas, le han valido el sobrenombre de Versalles del Norte, mientras que el palacio atesora una importante colección de obras de Goya, Tiziano o El Greco y alberga nueve tapices procedentes de las manufacturas de Bruselas, datados entre los siglos XVI y XVII.

Fresca comida con vistas

Conocida también como Villa Pixueta --proviene de la palabra pez-- en Cudillero el mar ha sido el sustento económico y, por tanto, la base de la gastronomía. No hay que perderse el curadillo, un manjar que los marineros dejaban secando durante meses a la puerta de sus casas. Tampoco el sinfín de calamares, sardinas, mejillones o zamburiñas, la merluza del pincho, el pastel de cabracho o el famoso cachopo.

 

 

Enmarcado entre montañas, las vistas son los que atraen todas las miradas. Para no perderse nada, la villa propone tres Rutas de Miradores, aunque algunos están plagados de escaleras cuyo único remedio es subir a pie. La foto perfecta se hace desde el mirador de la Garita-Atalaya, el más famoso y desde el que ver ese manto de tejados con el puerto al fondo.

El faro de Cudillero / INSTAGRAM

El faro de Cudillero / INSTAGRAM

Eso sí, hay que aventurarse hasta su faro, encaramado en lo alto del acantilado para tener una de las mejores vistas del litoral asturiano. El emplazamiento de este icónico faro, que lleva 160 años guiando a los marineros, es perfecto para contemplar el atardecer. Fuera del pueblo hay que dejarse caer por los acantilados. El Cabo Vidío, por ejemplo, deja una panorámica maravillosa del mar, aunque sus 100 metros de caída libre no dejan a nadie indiferente.