El plantón de Pere Aragonès a los Reyes que enmendaron los Puig
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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, activó el protocolo habitual de los gobiernos independentistas desde 2017 para recibir los Reyes en Cataluña. Sacó a relucir su lado más secesionista y no acompañó a Felipe VI en el Fórum de Barcelona, donde el monarca entregó junto a la cúpula judicial los despachos a los nuevos jueces con los que contará el país.
De este modo, el plantón fue doble. Al Rey y a unos jueces a los que tanto él como su partido acusan de lawfare y de perseguir al independentismo por sus ideas, aunque él mismo haga gala de esta ideología y siga en el principal cargo público de Cataluña sin ninguna causa abierta por su ideología. Es más, ha recurrido a los mismos tribunales que tanto critica para pedir que se investigue quién le espió con el programa Pegasus.
Con todo, este miércoles Aragonès y Felipe VI sí se vieron las caras. Es más, estuvieron juntos un buen rato y mostraron la cordialidad institucional que se supone en sus responsabilidades públicas. Ambos acompañaron a la familia Puig en la puesta de largo de la nueva torre de oficinas que han abierto en L’Hospitalet, un acto en el que también estuvo presente el ministro de Industria, Jordi Hereu; la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín; y el líder de la oposición, el también socialista Salvador Illa.
No es la primera ocasión en que Felipe VI y Letizia Ortiz muestran su cercanía con una de las sagas empresariales más importantes en Cataluña. La reina es una habitual de las marcas de moda del grupo y el monarca vio como durante años su hermana Cristina estaba en el equipo de vela Azur de Puig, promovido por la familia.
Marc Puig y Manuel Puig les acompañaron durante una visita especial. La inauguración del rascacielos ha tenido lugar en un momento en el que la familia ultima la salida al parqué del grupo que han hecho crecer a lo largo de tres generaciones. El sector da por sentado que en el momento en el que el grupo Puig se convierta en una firma cotizada la familia se apartará de la gestión y buscará al mejor equipo gestor para continuar con el éxito de la firma.
Puig registró unos ingresos netos de 3.620 millones de euros en 2022 y ganó 400 millones, el 71% más que en el ejercicio precedente. Vende sus productos en más de 150 países y tiene oficinas propias en 32 de ellos.