Los Puig preparan un gigante del 'fashion' tras pulverizar sus cifras de negocio
La perfumera reorienta su modelo de gestión y se abre a independientes para afrontar una etapa crítica de crecimiento
8 mayo, 2023 00:00El grupo Puig cada vez es menos familiar. La reciente designación de tres consejeros externos y su reestructuración societaria calcan la senda emprendida por otras compañías vinculadas a una saga familiar ante una crisis de crecimiento. Y es que la perfumera se halla ante la oportunidad de proyectarse aún más en Europa, su principal mercado, como una de las grandes del fashion.
Sus resultados alfombran esta meta. En 2022, Puig pulverizó por segundo ejercicio consecutivo sus récords de ingresos y beneficios. El grupo facturó 3.620 millones de euros, adelantando en un año la marca de los 3.000 millones, y ganó 400 millones, un 71% más que el curso precedente. En gran medida, estos números se deben a la adición a su perímetro de marcas como Charlotte Tilbury, Byredo, Kama Ayurveda y Loto del Sur en los últimos años.
Nuevo plan estratégico
El presidente de la empresa, Marc Puig, ha avanzado que presentará el nuevo plan estratégico de la corporación antes de 2024. A preguntas de este medio, la firma quita hierro a sus movimientos internos. "Se lleva tiempo realizando reestructuraciones para simplificar la estructura de la compañía", se apunta.
Además, se vincula la conversión de su matriz en una sociedad anónima con la imposibilidad de ampliar el consejo de administración de una sociedad limitada por encima de los 12 asientos. Frente a las especulaciones sobre un potencial salto al parqué, un interlocutor de Puig niega tajantemente esta opción: "No se ha contratado ningún banco de inversión ni se ha aprobado ninguna salida a bolsa por parte del consejo".
Menos clan en el consejo
Fuentes del sector consultadas por Crónica Global señalan otra posibilidad. Las operaciones de fontanería estarían encaminadas a pavimentar la salida de su actual presidente, que encarna la tercera generación de los creadores del imperio de belleza, para dejar la empresa en manos de otros apellidos. Aún quedaría tiempo para ello, pero se trabaja a cinco o seis años vista.
De ahí la inclusión de tres independientes en el órgano de gobierno corporativo en aras de una profesionalización que diluya el peso del clan fundador, según relatan estas mismas fuentes. De nuevo, la compañía no hace comentarios. Pero la búsqueda de gestores ajenos a la familia encaja con la necesidad de sumar talento ante una etapa crítica de crecimiento.
Retos por delante
Desafíos no faltan. El dueño de Carolina Herrera, Adolfo Domínguez y Jean Paul Gaultier basa su giro en el negocio de fragancias, bautizado como Beauty and Fashion, en concreto el 74% del total. Pero también ha ganado posiciones en el maquillaje y la cosmética tanto con las enseñas de la división Derma --Isdin, Uriage y Apivita-- como con Charlotte Tilbury.
El crecimiento en dermocosmética, sumado al auge en los mercados asiáticos, concentran los esfuerzos de la compañía --si bien EMEA atesora el 54% de las ventas y Marc Puig reconoció que revisarían su crecimiento en China debido a las restricciones Covid que aún colean en el país--. Puig también se juega su ubicación en un nicho netamente de lujo o bien en un segmento más asequible. Se espera que estos retos queden negro sobre blanco en la nueva hoja de ruta del grupo.