Filmax: 70 años de cine y terror
La productora ejecutiva de la empresa catalana considera que ahora "hay mucho más trabajo para toda la industria, pero no es fácil producir en España"
15 noviembre, 2023 01:41Noticias relacionadas
Cuando uno escucha a la gente de cine hay una tónica que tiende a repetirse: hay crisis. El sector siempre parece estar en crisis y, lo cierto, es que cada vez menos hay menos espectadores en las salas, las recaudaciones van a la baja y los taquillazos tampoco son tantos. Por eso, que una empresa cinematográfica española como Filmax cumpla 70 años en activo es un logro.
Desde 1953, esta empresa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) fundada por Julio Fernández, no ha dejado de producir y distribuir películas nacionales e internacionales. Han vivido en dictadura, la Transición, la democracia, una pandemia y muchas crisis del cine. Pero su ADN se mantiene intacto. Y entre esos genes definitorios hay una al que le tienen especial cariño, el terror.
Una prueba de ello es que para este 70 aniversario han creado los Premios Filmax Presenta, unos galardones en los que los participantes pueden presentar sus guiones siempre y cuando se enmarquen en el terror. El ganador obtiene ganador un contrato de desarrollo con Filmax valorado en 40.000 euros. Y con el terror, un género menor para muchos, importantísimo para esta compañía. Ellos fueron de los primeros en apostar por las horror movies, divisiones como la Fantastic Factory lo demuestran. Un lugar del que salieron cintas como Los sin nombre, La maquinista, Transsiberian, [REC] y tantas otras. El sello ya no está, pero sí la esencia.
Pero Filmax es mucho más que producción. Gracias a sus otras tres divisiones --ventas internacionales, distribución y exhibición-- se han podido ver en este país films claves como Tomates verdes fritos, Million dollar baby o Slumdog millionare. También cintas como La boda de Rosa, Truman o En la ciudad e incluso series (Pulseras rojas, Cites…). Enumerar todo en un breve artículo es imposible, por eso, Crónica Directo habla con la productora ejecutiva y adjunta de dirección de esta empresa catalana, Laura Fernández, para hacer balance y poner en perspectiva todo el trabajo hecho, detallar la situación del panorama cinematográfico español actual y ver hacia donde va la cosa. Spoiler: el terror estuvo, está y seguirá presente. Alerta a los vampiros.
- ¿Cómo se celebran estos 70 años?
- En realidad, es un año más. Un año más de trabajo, de producciones, de sacar proyectos adelante, pero nos apetecía hacer una pequeña celebración con amigos, compañeros de la industria, que muchos de ellos ya son como familia… Y bueno, los 70 se celebran con ganas de seguir trabajando y de seguir produciendo cine y series.
- Prueba de ello, son estos Premios Filmax presenta. ¿En qué consiste?
- Para celebrar estos 70 años queríamos hacer algo diferente y se nos ocurrió esto. Buscamos el mejor proyecto de terror con la intención de buscar nuevo talento, aunque pueden participar guionistas consolidados por supuesto.
- ¿Por qué sólo terror?
- Apostamos por el terror porque forma parte de nuestro ADN. Desde la Fantastic Factory y a nivel internacional, Filmax sigue estando en la mente de muchos distribuidores y espectadores que producimos mucho cine de género. Pero buscamos terror en el sentido más amplio de la palabra, pueden ser dramas con elementos fantásticos o de terror, pueden ser comedias también con terror, o terror siempre clásico. Y contamos con un jurado de lujo y además de la casa, como es Jaume Balagueró y Carlota Pereda.
- Uno de las primeras apuestas de la Fantastic Factory y de las últimas apuestas de Filmax. Es casi una comunión.
- Está pensado, ¿eh? Pensamos en Jaume y/o Paco Plaza, que efectivamente son de toda esta saga que han vivido con nosotros la Fantastic Factory, que han hecho muchos proyectos con nosotros desde el inicio y que siguen estando con nosotros, y luego el futuro del terror, que para mí es Carlota Pereda, con la que cerramos este 70 aniversario con La Ermita.
- ¿Y cómo ves este futuro del terror? Porque la Fantastic Factory desapareció, ahora parece que vuelven a apostar.
- En el cine de terror, como en el resto de películas de género, todo es cíclico. Yo creo que el terror siempre funcionará. De repente vienen películas de zombies o, ahora, cuando voy a un mercado todo lo que me llegan son películas de vampiros. Yo creo que próximamente veremos muchas películas y series de vampiros. Por tanto, mientras hagas una buena película, un buen guion y haya talento detrás, independientemente del género que sea, el futuro siempre será positivo. Además, como también tenemos ventas internacionales, te puedo decir que el terror es uno de los géneros que mejor viajan internacionalmente. Y es de esos géneros rara avis que, si no te funcionan en España, te pueden funcionar internacionalmente.
- ¿Cuánto creen que ha ayudado Filmax a impulsar el terror internacionalmente?
- A ver, yo creo que de alguna forma sí hemos sido impulsores del cine de género de terror español en el resto del mundo. Nosotros empezamos a hacer género impulsando nuevos talentos, desde directores a directores de foto, de efectos visuales, digitales que, además, se hacían películas en inglés también y para el resto del mundo. Aquí es cuando también la empresa da un salto y empieza a ser conocida internacionalmente. Por lo tanto, sí que creo que hemos hecho viajar el cine español de género por el mundo.
- ¿Y dónde es más querido el género español, aquí o fuera?
- Ostras, no te sé contestar. Yo soy productora, y yo creo que los productores de por sí somos optimistas. A mí me gusta pensar que el cine de terror es querido en España, y hay ejemplos. Luego hay otras películas que es verdad que no funcionan, pero no porque estén mal hechas, a lo mejor han tenido mala suerte con la fecha de estreno, el momento, el contexto en el que estábamos viviendo. No siento que en España haya un rechazo hacia este género. Es más, creo que el espectador ha evolucionado en los últimos años, queriendo mucho más al cine español en general y también al cine de género.
- Da gusto escuchar voces optimistas en el cine. No es habitual. Tras 70 años de Filmax ¿estamos en un momento dulce?
- A ver, por un lado, la llegada de las plataformas ha hecho que se produzca mucho más cine y series. Hay mucho más trabajo para toda la industria, pero no es fácil producir en España. O sea, para hacer películas con un presupuesto un poquito elevado o un poquito ambicioso necesitas un coproductor internacional o que entre una plataforma.
- Y lo dicen ustedes que son bastante enormes.
- Bueno, yo creo que antes era más enorme, ahora ya...
- Cierto que antes, como mínimo, tenían más salas. ¿Dirían que la exhibición es la pata más débil de Filmax?
- Lo que hemos hecho con la exhibición es enfocarnos muy bien hasta quedarnos con 12 salas de cine, por un tema de estrategia de empresa. Es cierto que hubo un momento muy delicado con todo el tema de la pandemia, pero la verdad es que nosotros hemos invertido bastante en nuestras salas de cine, creando tres salas 4DX, en la que cada sala tiene 21 efectos. ¡Es divertidísimo! Llueve, nieva, hay olores, viento y las butacas se mueven y está perfectamente sincronizado con lo que estás viendo
- En estos tiempos ¿no es una apuesta bastante grande?
- Sí, pero el cine tiene que ser una experiencia. Es cierto que cada cine tiene su público, pero hay otros cines que sí han de ser esto. Y hay que invertir. El empresario independientemente del tipo de cine que tenga, tiene que invertir en su cine.
- Pero no todos lo hacen.
- Ya, y a mí eso me da pena. Yo quiero que todos los cines estén bien.
- Otra de las ramas de Filmax es la de ventas internacionales, ¿dirías que allí va mejor? ¿Es más fácil con las plataformas o aun así cuesta?
- No, porque a nivel de ventas internacionales cuando no entra una plataforma y te compra todo el mundo, tienes que ir distribuidor a distribuidor. Eso es complicado, sobre todo después del Covid, porque muchos distribuidores de diferentes países desaparecieron. Es más complejo, es un trabajo más de hormiga, porque tienes que ir país por país. Por tanto, te diría que no se ha vuelto más fácil, yo creo que entra ahí un esfuerzo por parte de un equipo, en nuestro caso de seis personas, que debe hacer una inversión en cada uno de los mercados, montar ahí toda una infraestructura, montar bases, hacer un trabajo de marketing, de lanzamiento, de periodismo. Requiere un esfuerzo constante durante todo el año para que tu película sea conocida en un mercado donde hay cientos de películas. Además, han desaparecido muchos clientes que antes nos compraban.
- Exhibición complicada, ventas internacionales difíciles... Son la resistencia clase. Y eso que dijo quera optimista, se nota que el mercado no está muy bien.
- Bueno, es un mercado que tienes que lucharlo, tienes que trabajarlo, y nosotros somos la resistencia. Estamos ahí, y cuando lo das todo por perdido, por una oportunidad que haya, vamos a por ella, la trabajamos. Es cierto que, al tener cuatro patas, cuando una te falla, todavía tienes tres con las que puedes caminar. Si eres solo un distribuidor o un exhibidor, ahí lo tienes más complicado. Por eso, tras la pandemia, nuestra apuesta fue seguir estrenando, porque todos tenemos una responsabilidad con respecto a la industria en la que estamos, y si nosotros los distribuidores no estrenábamos en un momento muy delicado para la exhibición, ¿qué iba a pasar con el cine? ¿Qué iban a pasar con los exhibidores? ¿Qué iba a pasar con el espectador, que ya abandona por completo las salas? Fue una toma de posición.
- Eso también es excepcional, porque cada vez más cosas van directas a plataformas. ¿Con sus producciones cómo hacen?
- Casi todo ha sido cine. Esto no quiere decir que no hagamos originals, que también. Cada proyecto va haciendo su camino desde la financiación, que ya te va diciendo bastante del rumbo que tendrá tu película. A veces, tú crees mucho en un proyecto para salas, pero resulta que no se ha absorbido por el mercado. Y, de repente, te viene una plataforma y le encanta este proyecto.
- Pues para ir terminando, ¿cuáles son esos proyectos a los que, tras 70 años, recordáis con más cariño? ¿Tiene algún favorito?
- Varios. Yo te diría que el primero sería El cuarto protocolo. Esta película que, de repente, trae Julio Fernández a España para distribuir y se convierte en un éxito aquí, es lo que acaba marcando la línea. Pero luego tenemos otros, en distribución internacional, Tomates verdes fritos, Million dollar baby, Slumdog Millionaire, La mejor oferta. De distribución nacional, cualquier película de Cesc Gay, La boda de Rosa, Loving Pablo. Y luego, de producción unas cuantas, claro. [REC], Darkness, El Maquinista, El Lobo.
- Esas películas eran de la Fantastic Factory ¿desapareció?
- Yo creo que La Fantastic Factory nace con un concepto muy potente, que es abrazar el nuevo talento español y darlo a conocer internacionalmente. Y de ahí salieron grandes directores y talento en un momento que era impensable desde España. De allí nacieron varias películas. Y buenísimas. Ahora, el sello como tal no está, pero diría que está en el ADN de Filmax. Ejemplos de ello son No Matarás, con la que Mario Casas ganó el Goya, y, por supuesto, La Ermita. O sea, forma parte de nosotros. Sí, de nosotros.
- Hablando de títulos internacionales, y para abordar la última pata que nos falta, la distribución, ¿está fácil en un mercado cada vez más voraz y cada vez más pequeño?
- Nosotros hemos cambiado un poco. Ahora cada vez nos enfocamos más a la distribución de proyectos españoles en España y a nivel internacional. Y compramos menos internacional. Y en todo caso compramos más cine europeo. Ha habido una reorientación porque es menos arriesgado. Ahora, por ejemplo, hay ayudas para la distribución de cine europeo. Al final es buscar la manera de seguir haciendo lo que sabes hacer, pero con menos riesgo.
- Por último, tras esto 70 años, ¿cómo ven el panorama para los próximos años? ¿Alguna novedad o noticia que dar? ¿Alguna perla?
- Para nosotros todos los proyectos en los que nos metemos son perlas. Habrá algunos a los que queremos muchísimo, pero que tienen un tipo de estreno muy concreto. Quizás son más pequeños, proyectos más de autor. Lo importante al final es enamorarte de lo que tú haces. El problema es cuando te empiezas a meter en un proyecto que se empieza a desvirtuar y ya no sabes lo que estás haciendo. Pero bueno, vamos a seguir apostando por el talento nuevo. Queremos estar muy cerca de las escuelas, de las universidades, ver muchos cortometrajes. Y continuar con el talento de siempre, con los grandes directores, directores de fotografía, guionistas, etc. Y luego estamos muy de cerca de las nuevas tecnologías y de todo lo que está pasando. Todos los cambios en redes sociales, la /. Que no sabemos qué va a pasar con esto, yo no tengo ni idea. No sé si cómo será, pero hay que estar ahí. Y las ideas surgen, antes era de libros y periódicos, pero hoy en día tienes tantas herramientas. Hay tantos lugares, tantos espacios. Es ahí donde hay que estar.