El cine catalán pierde espectadores: 12 millones de personas
Los datos reflejados en un estudio elaborado por la Universidad Pompeu Fabra hacen referencia al periodo entre los años 2001 y 2019
22 abril, 2021 14:49No corren buenos tiempos para las películas de manufactura catalana. Al menos no entre los años 2001 y 2019 según un estudio elaborado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y como parte de un trabajo que ha llevado a cabo la investigadora Anna Madrano para el Observatorio de la Producción Audiovisual del Departamento de Comunicación de dicha institución educativa. Un informe que apunta como una dramática constatación que durante ese periodo analizado se perdieron millones de espectadores; concretamente una docena.
Un trabajo realizado para conocer cómo ha sido la evolución del cine en Cataluña en las dos últimas décadas, justo antes del comienzo de la pandemia, y donde se ha observado cómo la industria cinematográfica hecha en la comunidad autónoma ha seguido un tortuoso camino de subidas y bajadas continuas en relación a las personas que han visto esas películas.
Menos estrenos y espectadores
Una caída muy significativa en el número de espectadores que disfrutaron de estos largometrajes catalanes y en parte influida por una paralela reducción de los títulos que se estrenaron durante los años a los que se refiere el informe. Así, por ejemplo, mientras en el año 2010 se dieron a conocer 96 nuevos trabajos, hace un par de años solo fueron 61. Sí que es cierto que se observan, como recuerda este estudio, algunos momentos en los que los datos han sido esperanzadores como fue en 2014 y 2016. Sin embargo, la tónica general es más bien negativa al respecto.
Justo antes del comienzo de la pandemia sanitaria y la crisis económica surgida de la misma a nivel mundial, el número de personas que vio cine catalán se incrementó algunos puntos hasta llegar a los 19 millones. Eso sí, nada que ver con los 31 millones contabilizados en la fecha de inicio de este estudio de la UPF, en el 2021. Y eso que el 2019 fue un año muy satisfactorio en cuanto a películas exhibidas en la últimas dos décadas, 1.242 filmes. Toda una cifra récord que, sin embargo, no destaca en un conjunto de datos poco positivos como revela este trabajo de investigación.
El cine español
La realidad no dista mucho de la que se pudo ver hace un par de años en relación al cine español, donde el cine catalán representaba en relación a 2001 la mitad de la producción de la industria cinematográfica del país. Un porcentaje reducido al 23% si se miran los datos correspondientes a 2019. En relación a este último año --hay que recordar que el informe aludido repasa casi 20 años--, más de 105 millones de personas acudieron al cine; un 8% más que las cifras de 2018. El mejor dato de la última década.
Eso sí, conviene resaltar que pese a esta importante asistencia, la cuota de pantalla que corresponde a las películas made in Spain, con algo menos de 16 millones de espectadores, sufrió una caída de un 15%. Un porcentaje que se manifiesta como el peor de los últimos seis años y donde se confirma cómo las salas de cine de España deben resistir al envite de la irrupción de las plataformas digitales en el ámbito doméstico.
El efecto de la pandemia
Ha sido la puntilla del sector. Y es que con las salas cerradas durante meses --algunas de las cuales tuvieron que desaparecer para siempre por falta de liquidez-- y otras con un rendimiento a medio gas, la situación del cine es cuanto menos desalentadora. Pese a que se notó un crecimiento de un 7% de asistencia de espectadores, en los dos primeros meses del pasado año, la llegada del confinamiento trastocó todo. Tanto es así que el pasado año cerró con 169,7 millones de euros de recaudación y 28,2 millones de espectadores. Los peores datos de los que se tienen constancia.
Una situación en la que destacó el éxito de películas españolas como Padre no hay más que uno 2 de Santiago Segura, que hasta ese momento había sido vista por 2,3 millones de personas; la más taquillera de España el pasado 2020. Una cuota de cine de producción española donde también destaca de forma satisfactoria Adú, de Salvador Calvo que logró en los pasados premios Goya alzarse con la estatuilla en las categorías de Mejor dirección, Mejor actor relevación, Mejor sonido y Mejor dirección de producción.