Enric Auquer: “El olvido de la memoria histórica es una tragedia colectiva”
El actor catalán protagoniza la nueva y emotiva película de Patricia Font, 'El maestro que prometió el mar'
30 octubre, 2023 00:00Noticias relacionadas
A Patricia Font el cine la conoce por Gente que viene y bah. Un título de una comedia que no refleja la totalidad de su carrera. Como cineasta, ha hecho mucho drama en televisión. Por eso, no debe extrañar que regrese a la gran pantalla con un drama muy duro, El maestro que prometió el mar.
Esta película, basada en el libro homónimo de Francesc Escribano, que ejerce de productor, narra la historia de una persona real. Se trata de Antoni Benaiges, un maestro de la Segunda República Española que se fue hasta Burgos para hacer lo que más le gustaba, formar a las nuevas generaciones de españoles. Y no lo tuvo fácil.
Tal y como relata la cinta, protagonizada por un extraordinario Enric Auquer en estado de gracia, este profesor tuvo que enfrentarse a la Iglesia y a los padres del pueblo para implantar un sistema educativo que resultara atractivo para los niños. Llegaron a editar diversos cuadernos ellos mismos con los que aprendían a leer, escribir, devenir poetas o resolver problemas matemáticos mientras aprendían. Claro que luego llegó el golpe de Estado y no pudo cumplir con una promesa que está en el título del filme y que le hizo a sus alumnos.
La historia de Benaiges y Font, por eso, tiene un eco en el presente. En todos los sentidos. El filme también se cuenta desde la actualidad, desde la aventura de una nieta y bisnieta, interpretada esta por Laia Costa, que, de repente, descubre este pasado familiar que desconocía. Todo, después de que se exhumara una fosa común. Una de tantas de las que todavía quedan por exhumar en España.
Y es que sí, tal y como subraya Auquer varias veces durante esta entrevista, El maestro que prometió el mar, premiada en el festival Cine por mujeres, “es una película política”. Puede molestar, pero no por ello deja de ser necesaria.
Crónica Directo conversa con la directora de la cinta y su protagonista sobre todos estos asuntos y la dificultad de abordar una historia y un personaje reales.
- ¿Qué le motivó a meterse en este proyecto?
- Patricia (P): Yo no conocía la historia del maestro, y cuando lo leí no sabía nada. Entonces, me la encontré. Me pareció que era una historia muy cinematográfica, que era un personaje muy épico y muy inspirador. Tenía componentes muy interesantes para realizar una adaptación cinematográfica. Paralelamente, con la trama del presente quise abordar el tema de la memoria histórica. Me parecía una oportunidad muy buena para ello.
- Y usted, Enric, ¿cuándo y cómo entró?
- Enric (E): Me hizo un casting. Ella abrió ese proceso, y me parece muy bien.
- ¿Por qué ese interés en abordar la trama del presente?
- P: Porque nos daba la oportunidad de darle actualidad a la película. Si nos quedáramos sólo con la del pasado, podría ser perfectamente una historia preciosa sobre la pre Guerra Civil, pero quizás nos faltaría un poco el vínculo con la actualidad. En la interacción de las dos tramas, el mensaje es: los hechos del pasado tienen consecuencias en los del presente en forma de herida transgeneracional. Ariadna arrastra un poco las heridas familiares de su abuelo, que era el hijo del gran pueblo. Al darle esa dimensión, una trama ayuda a la otra a dar el mensaje de la peli, a hacerla mucho más compleja y mejor.
- Volvamos a usted, Enric, ¿cómo ha sido meterse en este papel? Exageró hasta su acento catalán, ¿no?
- E: Fue eso, meterme a muerte, documentarme mucho, tomar la responsabilidad de que es una persona que existió, dentro de la libertad que supone el hecho de que es una persona borrada, anónima. Eso permitía jugar un poco y llevarlo hacia donde Patricia y yo fuimos decidiendo. Porque ella es muy generosa, confía a muerte. Luego encontramos lo del acento, que para mí era algo importante. Porque sí, porque soy de aquí, porque considero que él era de aquí y en ese momento los acentos estaban y creo que le da un empaque muy guay. Sirve también para explicar el contexto.
- ¿Y qué piensan de la educación que imparte el profesor?
- E: Eso es guay. Hay gente que no sabe que en la República había todas estas líneas educativas diferentes y que, incluso hoy, en muchos casos se encuentra una confrontación directa con ella.
- Con el tiempo que ha pasado, ¿creen que sigue siendo necesario contar todo esto?
- P: A ver, por un lado, esta historia fue borrada y eliminada durante 70 años y, como se ve en la peli, vale la pena darle luz, que se escriba sobre ella y que trascienda. En concreto, la del maestro, porque representa a todos los demás maestros que estuvieron represaliados e incluso a todos los represaliados. Y ya ligado al tema de la actualidad, hay un personaje interpretado por Laia Costa que representa también a otro colectivo: el de todas las familias de los desaparecidos. Un tema que hoy no está cerrado, todavía hay muchas tumbas por exhumar. Por tanto, para mí, tiene todo el sentido del mundo hablar de ello.
- Además, el personaje de Ariadna desconoce toda la historia de su abuelo y su bisabuelo. ¿Es que no hemos preguntado?
- E: España tiene esta cosa, sigue siendo una historia de bandos. Esta película es política. Y sí, yo creo que hace falta. Mientras no consigamos que estos muertos sean los muertos de todos y España no haga un esfuerzo por tener cierta dignidad, lo será. Y después está el miedo al olvido. Marina Garcés tiene una pregunta: cómo se transmite un olvido, esta es la gran tragedia. Este olvido no se puede transmitir, si no, es la tragedia colectiva. Por tanto, debe haber más películas así. Si Paco Escribano ha tenido que responsabilizarse de este relato, es porque el espectro amplio del arco parlamentario del Congreso no se ha puesto todavía de acuerdo con este tema y la reparación cae sobre las personas. Y Paco Escribano, que tiene algo de poder, se responsabiliza de esta historia, y lo encuentro muy bien.
- Y para usted, Patricia, que viene de hacer películas más cómicas, ¿cómo ha sido meterse en una historia tan trágica?
- No es el primer drama que hago. La carrera del cineasta, en mi caso, incluye la televisión. Y, en realidad, tengo una comedia romántica, es verdad, pero en la tele he hecho más drama. En este caso, el rasgo diferencial fue que estuviera basado en un hecho real. Eso añade el componente de la responsabilidad, de la coherencia, de ser fiel con todo lo que puedas y riguroso, si sabes cómo fue, y buscar toda la coherencia en lo que debes ficcionar. Eso añadía un reto para mí.
- En este sentido, ¿cómo ha sido el equilibrio para no ser efectista?
- P: Como teníamos ya un material muy dramático, para mí era importante apostar por la contingencia, no exagerar, no pasarse, ni cargar las tintas donde ya estaba cargado. No quería empujar toda la emoción. En el montaje, que es donde se hace una película, también era importante equilibrar el tono y ver hasta qué punto apretamos.
- ¿Usted también ha hecho algo parecido, Enric? Porque le da corazón y humor al personaje
- E: El mayor reto era su relación con los niños y hacer justicia a un maestro. Quería hacer como diferentes energías, desde un aventurero y joven idealista hasta una persona con mucho carácter, pero también un poeta. Sí es cierto que hubo un momento en que no quería hacer un tópico del superbueno o idealizar al personaje, pero luego me rendí a esto, porque todo llevaba hacia allí. Y, mira, estoy restaurando la memoria de una persona asesinada a los 35 años, y que murió, desde su punto de vista, haciendo el bien. Aunque el mal seguro que no lo hizo. Y ya está. Además, seguro que habrá gente que querrá torcer el relato y justificar el asesinato, pero esta peli es política y si puede emocionar un poco a través de esta mirada, de estos ojos y puede hacer empatizar un poco con esta muerte, me parece bien.
- P: Es cierto que con Enric hablamos mucho desde el principio de algo que nos preocupaba, no queríamos hacerlo un santo, queríamos hacerlo un humano. Pero es verdad que, sabiendo el final, no puedes alterar los hechos.
- En este sentido, y ante las supuestas quejas o tergiversaciones que dice Enric que esto puede tener, ¿qué papel cree que se juega en el cine también en contar estas historias, en reparar la memoria?
- E: Bueno, hace 30 años que hacemos pelis al respecto y parece que estemos peor que hace 30 años. Creo que no juega ningún papel (bromea sarcásticamente).
- P: Yo sí creo que el cine es una herramienta de divulgación muy importante. Llega más lejos que un libro, por ejemplo. Entonces le dará más oportunidades a viajar, tanto dentro del país como fuera del país, en el momento en que se va a plataformas, por ejemplo. Y, por otro lado, ahora que hemos hecho unos pases en universidades y con profesores, muchos creen que es una película que iría muy bien para ver en las escuelas. Sólo eso, para mí, es ya un honor. Me haría sentir muy orgullosa si esto llegara a ser así.
- E: Y ya no es sólo una cosa de ahora. El cine es eterno, se queda para siempre, y que exista ese relato, hace que aquí esté para siempre. El gran logro para mí es que esta película exista, que quede para la eternidad, y que la memoria de esta persona esté algo más reparada.