El cine africano no suele llegar mucho a nuestras salas. Es una rara avis. Por eso, Mounia Meddour se muestra más que agradecida de poder estrenar en España su último film, Houria, una película que parte de una historia concreta para hablar de la realidad del país.

La película sigue los pasos de Houria, quien da nombre el film. Ella es una chica joven, interesada por la danza, que espera hacer una audición para ser seleccionada para una importante compañía. Vive en una zona humilde, tiene amigas que desean buscarse una vida mejor y ella sólo desea poder dedicándose a lo suyo.

Todo cambia cuando, en una fiesta, sufre una agresión sexual y una violación por un chico acusado de terrorismo. Sus sueños parecen romperse y con ellos, su vida. Para poder superar el trauma se rodea de otras mujeres en su misma situación y consigue salir adelante. Mientras, la policía, el Estado, le da la espalda.

Cuando presenta la denuncia en comisaría, la agente muestra su más absoluta comprensión por el caso. Excepto cuando indica que se dedica a la danza. La mirada cambia. La denuncia se detiene y llegan las recomendaciones a evitar meterse en problema o ir por determinados sitios. El machismo en su más pura esencia.

La cineasta Mounia Meddour NACHO LÓPEZ BTEAM

Pese a todo, la película no es oscura del todo. Meddour filma el cuerpo de su protagonismo con respeto y la deja expresarse a través de sus movimientos. Al menos, cuando no está paralizada por el miedo, en que es otra.

La cineasta asegura que, si bien la situación es más tranquila ahora respecto a la situación de las mujeres y sus libertades en su país, todavía queda mucho por luchar y por hacer. Allí y en todo el modo.

Fotograma de 'Houria' BTEAM

 

La realizadora subraya que “la escena de la comisaría pasa en Argelia, pero también en Francia. Hay una especie de desdén, de indiferencia frente a una mujer, una bailarina, una artista. Estamos ahogados en problemas, sociales y económicos mucho más graves, y el caso de esta chica es fútil”, para muchos. No es así.

“El baile y el cuerpo de las mujeres siguen siendo algo bastante tabú en la sociedad, sobre todo en una sociedad patriarcal como la de Argelia. Entonces este cuerpo y este baile se convierten en una especie de resistencia en un momento en que se prohíbe a las mujeres bailar en un espacio público”, matiza.

Mounia Meddour y Marwan Zeghbib NACHO LÓPEZ BTEAM

 

Es la misma técnica que ya usó en Papicha, sueños de libertad, su anterior film seleccionado en Cannes y ganador de un premio Cesar. Sí, allí “utilizaba la moda como medio de resistencia de las mujeres. Aquí lo he hecho con la danza”, señala.

Pero la realizadora, no se queda sólo con la batalla de la sociedad machista contra la mujer y su libertad. Va más allá. “En este caso, a través de la bailarina protagonista, lo que también quería contar era la historia de Argelia. Representa ese Argelia tan frágil y fragmenta que, aun así, sigue estando de pie”, revela.

Fotograma de 'Houria' BTEAM

El detalle es más que importante para entender mejor Houria. Sobre todo, cuando en estos lares este tipo de cine, las historias y la Historia de un país como Argelia, incluso la más reciente no llega tan fácilmente a nuestros oídos.

El actor protagonista de la película, Marwan Zeghbib, indica a Crónica Global y a quien lo desconozca que la situación de Argelia a finales de los años 90 era de una precariedad absoluta, el desempleo era tremendo y, en ese contexto, los islamistas se hicieron fuertes. “Por suerte”, admite él, esta situación ha cambiado. La democracia, con la ayuda de la sociedad, que se ha peleado unida “ha salvado a Argelia de ser una república islámica”.

Mounia Meddour y Marwan Zeghbib NACHO LÓPEZ BTEAM

 

Es por ello, que directora e intérprete definen al personaje del terrorista como “un fantasma” del pasado. Aquel que recuerda lo que se vivió, de dónde vienen, pero también que la amenaza sigue ahí. Y lo hace de manera metafórica, poética si se quiere, "porque a la bailarina, cuando se la hiere, cae. Su cuerpo, que es su instrumento, se destruye, se queda destruido. A partir de ahí, vemos cómo reconstruye ese cuerpo. Partimos de ahí, de la pregunta de cómo se reconstruye un país", asevera.

Por suerte, “la situación es más tranquila”, insiste Meddour, “pero estamos como en una libertad provisional”. “Hay que estar muy alerta, hay que tener mucho cuidado con lo que se ha adquirido y estar detrás de la defensa de sus derechos”, sentencia.

Fotograma de 'Houria' BTEAM

 

Ella lo hace a través del cine, filmando la relación de Houria con el baile y acercándose a su cuerpo. “Este cuerpo y este baile se convierte en una especie de resistencia en un momento en que se prohíbe a las mujeres bailar en un espacio público”, detalla.

Su protagonista se revela ante todo a través de la danza. Cuando se hace fuerte con el grupo de mujeres, recupera su capacidad y voluntad de expresarse a través del baile y de la experiencia compartida. Dos aspectos en los que cree a pies juntillas Para ella, el cine, la danza, el arte en general “es primordial”.

¿Por qué dice que es primordial el arte?
Todos necesitamos expresarnos y si no se crea una frustración. No es banal que el ser humano empezara pintando en las cavernas. No es anodino que quisiera hacerlo. Quería expresarse. Y uno se puede expresar a través del arte, del baile, la pintura. Houria se hace más fuerte cuando se une a un colectivo también, porque juntas son más fuertes y eso hace que florezca en ella otra vez ese deseo de expresarse juntas. Son más fuertes, más resistentes y consiguen poner en pie un elemento artístico más potente gracias a esa colectividad.
Pero ¿es fácil para una mujer ser directora en Argelia, tras describir estas situaciones que todavía se dan y se reflejan en la película?
Una realizadora lo tiene mal en cualquier lugar del mundo. Y más tras el Covid, que estamos rodeadas de plataformas. Y es muy importante defender el cine en la gran pantalla, en las salas, porque es una experiencia colectiva, que genera una comunicación muy potente entre los asistentes. Por eso, creo que es muy importante seguir defendiendo esta idea y luchar para seguir haciendo a ese cine, sea donde sea. Sobre todo, el cine de autor, porque es el que más sufre ahora mismo, tanto por la financiación como por la taquilla que hace, que es mucho menos. También es importante acercarse a un cine del interior, que cuente historias desde dentro y realizados en países diferentes, como es Argelia, con una diversidad y un idioma diferente también.

La directora de cine Mounia Meddour NACHO LÓPEZ BTEAM

 

Meddour no quiere que se hable de ella, ni quiere que se hable tan sólo del papel de la mujer en general a la hora de hablar de su película. Claro que lo considera importante, pero lo crucial para ella es que se vea el plano general. Que, si bien se ha de luchar porque la mujer tenga sus derechos y disfrutar de su libertad, su país, y todas las sociedades en general, ha de luchar unida para defender unos valores. Entre ellos la cultura.

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